Un grupo de investigadores ha usado el radiotelescopio para buscar posibles señales de civilizaciones en el entorno de la estrella de Barnard. Es una enana roja que, tras pasar durante mucho tiempo desapercibida, se ha convertido en una de las estrellas más estudiadas en los últimos tiempos…

No se espera que haya civilizaciones en la estrella de Barnard

La estrella de Barnard es una enana roja a solo seis años-luz de la Tierra. A pesar de ser una de las estrellas más cercanas al Sistema Solar, no fue descubierta hasta 1916. En ese año, Edward Emerson Barnard descubrió que tenía un movimiento propio alto. Es decir, su posición en el firmamento, con el paso del tiempo, cambiaba de una manera rápida. En realidad, ya había sido observada en las placas fotográficas tomadas en el Observatorio de Harvard a finales de los 1800. Sin embargo, al ser una estrella muy tenue, no se llegó a identificar.

Concepto artístico de Barnard b alrededor de su estrella. Crédito: ESO/M. Kornmesser

Tras su descubrimiento, la estrella de Barnard ha sido una de las enanas rojas más estudiadas. Lo más interesante es que es una de las primeras estrellas de las que se sabe que tienen planetas a su alrededor. En la década de 1970, algunos estudios aseguraban que la estrella tenía gigantes gaseosos a su alrededor. En observaciones posteriores, sin embargo, se entendió que no era una suposición correcta. Hubo que esperar varias décadas hasta que, finalmente, se tuviese una sospecha sólida de que podía tener un planeta a su alrededor.

En 2018, un grupo de investigadores analizó el movimiento radial de la estrella. Es decir, cómo se parecía acercar y alejar del Sistema Solar. Esto hacía pensar que tenía una supertierra en una órbita muy cercana. Se debería tratar de una supertierra con alrededor de tres veces la masa de nuestro planeta. En observaciones posteriores, sin embargo, se descubrió que no había tal planeta. Las fluctuaciones en el movimiento de la estrella, en su lugar, se pensaba que podrían ser consecuencia de las llamaradas emitidas por la estrella.

Con dudas sobre si la estrella de Barnard tiene planetas

En estudios recientes, se ha determinado que la estrella de Barnard no tiene ningún planeta cercano, ni planetas potencialmente habitables, que tengan un tamaño superior al 70% del diámetro de la Tierra. Esto hace que la estrella de Barnard sea más bien atípica. La mayoría de enanas rojas tienen planetas a su alrededor. Por ejemplo, la enana roja Kepler-42 es parecida en tamaño y edad a la estrella de Barnard. A su alrededor se ha confirmado la presencia de, como mínimo, tres planetas similares a la Tierra. No es un caso excepcional.

Así que, naturalmente, la estrella de Barnard no parece el mejor lugar para buscar vida extraterrestre. Sin embargo, en un estudio reciente, se han realizado observaciones detalladas de la estrella en busca de posibles señales de vida extraterrestre. Para ello, se ha utilizado el Telescopio Esférico de quinientos metros de apertura o, como se le conoce popularmente, FAST, por sus siglas en inglés. Este radiotelescopio chino tiene un plato fijo. Su diseño es muy similar al que tenía el radiotelescopio del Observatorio de Arecibo, pero es mucho más grande.

FAST es especialmente sensible en el rango de frecuencia útil para realizar comunicaciones a gran distancia. Por eso, es una herramienta fantástica para buscar posibles señales de actividad extraterrestre. Concretamente, el estudio buscó emisiones de banda estrecha en la estrella de Barnard. Es el tipo de señal que se podría captar si una civilización extraterrestre estuviese emitiendo, de manera intencionada, mensajes de radio en nuestra dirección. El equipo, incluso, buscó posibles señales procedentes del posible exoplaneta Barnard b.

Lo interesante no es la ausencia de civilizaciones en la estrella de Barnard, si no la capacidad de FAST

No es ninguna sorpresa decir que el estudio no ha encontrado señal alguna de civilizaciones en torno a la estrella de Barnard. Pero, en realidad, el estudio era principalmente una prueba de lo que FAST es capaz de hacer. En estudios futuros, que se centren en otras estrellas cercanas, con planetas confirmados en sus zonas habitables, habrá más posibilidades de encontrar algo. Como mínimo, claro está, porque se parte de la base de que estas estrellas tienen planetas a su alrededor. En cuanto a la estrella de Barnard, las observaciones seguirán adelante.

Imagen de la estrella de Barnard en 2006. Crédito: Steve Quirk

Lo importante es que este tipo de trabajos resultan útiles para poner a prueba los observatorios que están en funcionamiento hoy en día. La probabilidad de que una civilización pueda estar enviando una señal en nuestra dirección, de manera intencionada, es muy baja. Por lo que no se considera que sea la mejor manera de poder encontrar señal alguna de vida extraterrestre inteligente. Al margen de esto, por supuesto, hay proyectos como Breakthrough Listen que se dedican a algo diferente. Intentan captar señales de actividad tecnológica extraterrestre.

La diferencia es que, en esos casos, no se busca que se envíen necesariamente en nuestra dirección. Lo que se busca es captar esa actividad. A pesar de esto, estamos hablando de un proyecto en el que la probabilidad de detectar vida inteligente es muy baja. La realidad es que, por ahora, hay demasiadas lagunas en nuestro conocimiento, sobre la vida, para saber si podría ser abundante o no en otros lugares. En cualquier caso, los próximos años serán muy interesantes por la entrada en funcionamiento de nuevos observatorios dedicados al estudio de exoplanetas…

Estudio

El estudio es T. Zhen-Zhao, H. Bo-Lun, L. Xiao-Hang et al.; «The most sensitive SETI observations toward Barnard’s star with FAST». Publicado en la plataforma arXiv. Puede consultarse en este enlace.

Referencias: Universe Today