Esta semana, en Astrobitácora 6×22, hablamos del Observatorio Vera Rubin, que esta semana se ha convertido en noticia por la publicación de sus primeras imágenes. En YouTube, además, repasamos esas imágenes de la primera luz, repasando lo que se ha contado por parte del equipo…
Astrobitácora 6×22: El observatorio Vera Rubin
Después de casi una década de construcción, el Observatorio Vera Rubin por fin ha entrado en funcionamiento en sus instalaciones, en el desierto de Atacama, en Chile. Está llamado a ser uno de los grandes observatorios de las próximas décadas. En solo unos meses, comenzará su misión principal (y las observaciones a nivel científico). Se trata de la Investigación del Espacio-Tiempo como Legado para la Posteridad (LSST, por sus siglas en inglés). Durante una década, el observatorio observará todo el firmamento del hemisferio sur cada pocas noches.

Entre los aspectos más llamativos, está el hecho de que el observatorio cuenta con la cámara digital más grande del mundo, con una resolución de 3,2 gigapixeles. El nombre, Vera Rubin, hace homenaje a una de las figuras más destacadas de la astronomía en la recta final del siglo XX. En los años 70, gracias a su trabajo, Vera Rubin descubrió que las galaxias no se comportan como cabría esperar. Específicamente, su curva de rotación (la velocidad a la que rotan los objetos a su alrededor según nos alejamos del centro) no encajaba con lo esperado.
Lo normal, se creía, era que los objetos más lejanos tardasen muchísimo más tiempo en completar una vuelta alrededor del centro que aquello que estuviese más cerca. Pero no resultó ser así, Vera Rubin descubrió que los objetos más lejanos rotan igual de rápido que los más cercanos. Su hallazgo es una de las evidencias más sólidas de la existencia de la materia oscura. No solo eso, también debía ser mucho más abundante que la materia normal. Puedes escuchar Astrobitácora 6×22 en la aplicación de iVoox en iOS y Android; en su web, en este enlace, o aquí mismo:
YouTube: Las primeras imágenes de Vera Rubin
En YouTube, además, repasamos esas primeras imágenes publicadas por el equipo del observatorio. Son lo que se conoce como «primera luz». Es decir, la primera observación del firmamento de un telescopio después de su construcción. En esta ocasión, el equipo ha publicado tres imágenes que permiten hacerse una idea de la capacidad de observación de estas nuevas instalaciones. El observatorio ha demostrado ser capaz de obtener imágenes muy detalladas en apenas unas horas. Es el caso de las nebulosas Trífida y de la Laguna.

En su caso, el Observatorio Vera Rubin necesitó apenas 7 horas para poder captar la región y desvelar la presencia de estructuras tenues que, de otra manera, hubieran pasado desapercibidas. En el caso del cúmulo de Virgo, el tiempo de observación es algo superior, de unas diez horas. Suficiente para desvelar millones de galaxias (mucho más lejanas que el cúmulo de Virgo) que serán estudiadas próximamente. Pero lo más interesante es que, por si esto no fuese suficiente, el observatorio también es especialmente bueno con los fenómenos transitorios.
En sus observaciones fue capaz de detectar las variaciones de brillo de decenas de estrellas variables. Y, además, en apenas diez horas, logró descubrir más de 2100 asteroides (siete de ellos cercanos a la Tierra, pero que no suponen ningún peligro). De media, los observatorios especializados descubren unos 20 000 asteroides al año. Por ello, se espera que el observatorio expanda enormemente el catálogo de asteroides. De esto, y mucho más, hablamos en el vídeo de esta semana, que puedes ver en este enlace o al principio del artículo.