En su zona habitable, algunas estrellas podrían llegar a tener hasta siete planetas habitables. Es un hallazgo muy interesante por las implicaciones que podría tener en cuanto a la búsqueda de vida extraterrestre. Aunque eso no quiere decir que la vida pueda ser abundante en el universo…

Hasta siete planetas potencialmente habitables en torno a una misma estrella

En las últimas décadas se han descubierto más de 4000 exoplanetas. Aunque muchos de ellos tienen poco que ver con la Tierra, otros han resultado de lo más prometedores. Parecen tener un gran parecido con nuestro mundo. Por ello, un nuevo estudio, dedicado a intentar responder cuántos planetas habitables podría tener una estrella a su alrededor, resulta de lo más intrigante. La conclusión de los investigadores es que podría haber una gran cantidad de mundos, en otros lugares de la Vía Láctea, y por extensión del universo, habitables.

Las estrellas podrían tener hasta siete planetas habitables
Este concepto artístico muestra la posible superficie de TRAPPIST-1f. Crédito: NASA/JPL-Caltech

Al parecer, el estudio viene motivado en gran parte por el sistema TRAPPIST-1. No es sorprendente, a fin de cuentas se trata de un sistema, en torno a una enana roja, con siete planetas rocosos a su alrededor. De ellos, tres están en la zona habitable. Algo que ha llevado a algunos investigadores a preguntarse cuál es la cifra máxima de planetas en la zona habitable de una estrella. Para intentar determinarlo, crearon un modelo de sistema en el que se tenía en cuenta, por ejemplo, el tipo de estrella y la posibilidad de tener planetas de diferentes tipos y órbitas a su alrededor.

La clasificación estelar es muy importante en este caso. A fin de cuentas, las estrellas más grandes, brillantes y cálidas tendrán zonas habitables mucho más grandes. Las más pequeñas y frías, como el Sol, o las enanas rojas, tienen zonas habitables mucho más pequeñas. En su modelo, además, incluyen el efecto de las interacciones gravitacionales. Algo imprescindible para poner a prueba la estabilidad del sistema. Permite entender cómo se verían afectadas, las órbitas de los diferentes planetas, a lo largo de millones de años.

Las estrellas más brillantes son más favorables

El estudio muestra que las estrellas de tipos O, B y quizá A, es decir, las más grandes y brillantes, tienen una mejor posibilidad de poseer más planetas en su zona habitable. A fin de cuentas, es mucho más ancha que las de estrellas de tipo G (como el Sol), K (enanas naranjas) y M (enanas rojas). En algunos casos, puede que una estrella sea capaz de llegar a albergar siete planetas rocosos en su zona habitable. En el caso de una estrella como la nuestra, podría haber casos de hasta seis planetas en la zona habitable a su alrededor.

Es importante, en este caso, que las órbitas sean muy circulares. Si no es así, es mucho más probable que el sistema se pueda desestabilizar. Además, parece imprescindible, según las pruebas de los investigadores, que no exista un planeta masivo en el sistema, como Júpiter. Con más de siete planetas habitables, el sistema se vuelve inestable. Con un planeta masivo, como Júpiter, su inmensa gravedad provoca que el resto de órbitas se desestabilicen con el paso del tiempo. Pero… ¿existen ejemplos reales de estrellas como las de este modelo?

Lo cierto es que sí, aunque no muchos. Un caso es el de la estrella Beta Canum Venaticorum (Beta CVn). Es uno de los ejemplos usados en el estudio. Se encuentra a 27,5 años-luz del Sistema Solar, es una estrella similar al Sol y es una de las mejores candidatas a tener mundos habitados en su entorno. A pesar de que, a día de hoy, no se ha logrado encontrar ningún exoplaneta a su alrededor. Pero eso es una buena señal, para los investigadores. Indica que no debe tener ningún mundo masivo, como Júpiter, a su alrededor (o ya se habría visto).

¿Llegaremos a encontrar una estrella con siete planetas habitables?

Los investigadores esperan analizar esta estrella, y otras, en el futuro, en busca de encontrar grandes sistemas planetarios en su entorno. Algo para lo que las siguientes generaciones de telescopios serán una gran ayuda. Tanto observatorios espaciales como terrestres. La llegada de mejor tecnología permitirá detectar exoplanetas que ahora son muy difíciles de percibir. También tendrán la capacidad de analizar sus atmósferas, si las tuvieran, para entender cuál es su composición. Algo que podría ayudar a determinar si un mundo podría estar habitado.

Este concepto artístico muestra una enana roja orbitada por un planeta habitable. Crédito: Christine Pulliam (CfA).

Pero hay que tener claro que este estudio no es, ni mucho menos, una respuesta clara sobre la abundancia de vida extraterrestre. Sí puede ayudar a entender cómo se convirtió la Tierra en un mundo habitable. También puede ayudar a encontrar otros mundos similares en torno a otras estrellas, pero no deja de tener un punto de curiosidad. A fin de cuentas, en el caso de las estrellas más masivas, estamos ante astros que apenas viven unos pocos millones de años. Tiempo, a priori, insuficiente para que pueda aparecer vida compleja.

También hay otra lectura interesante en este estudio. Puede que los sistemas planetarios como el nuestro, con un solo planeta habitable, sean raros. Puede que haya otros sistemas, más abundantes, en los que lo habitual sea encontrar más de un planeta habitado. Si esta suposición fuese cierta, quiere decir que la posibilidad de encontrar vida aumenta, y que podría ser más fácil de lo que se pensaba. Pero para poder saber si es así, y si hay vida inteligente en algún lugar, lo cierto es que solo nos queda seguir observando el cosmos…

Estudio

El estudio es S. Kane, M. Turnbull, B. Fulton et al.; «Dynamical Packing in the Habitable Zone: The Case of Beta CVn». Publicado en la revista The Astronomical Journal el 27 de julio de 2020. Puede ser consultado en arXiv.

Referencias: Universe Today