Las estelas de los satélites artificiales, en la órbita baja de la Tierra, afectan cada vez más al telescopio Hubble. En realidad, es solo un síntoma más de las consecuencias de un despliegue masivo de satélites artificiales. Algo que va a ir a peor en los próximos años, porque hay muchas empresas interesadas…

Las estelas de satélites afectan al Hubble y a muchos otros telescopios

La órbita del telescopio Hubble, en la actualidad, está a unos 535 kilómetros alrededor de la Tierra. Lo coloca lo suficientemente cerca de la superficie como para que, en sus observaciones, su campo de visión se vea afectado por el paso de satélites artificiales. Esto supone un problema importante porque, en función del brillo de esos satélites, y la frecuencia con la que pasen por delante del telescopio, sus observaciones pueden verse afectadas. En ocasiones, hasta el punto de que los datos recogidos sean inservibles.

Las estelas de satélites afectan al Hubble más que antes
Ejemplos de estas de satélites en diferentes imágenes del telescopio Hubble. Crédito: Nature Astronomy (2023). DOI: 10.1038/s41550-023-01903-3

Eso, naturalmente, es un inconveniente importante porque obliga a realizar nuevas observaciones para poder recoger los datos que se buscaban. Ahora, un equipo de investigadores está centrando toda la atención en las estelas de satélites que afectan a las imágenes tomadas por el telescopio Hubble y otros observatorios espaciales que estén cerca del planeta. En su trabajo, publicado en la revista Nature Astronomy, han utilizado los datos de más de 11 000 científicos ciudadanos para poder evaluar hasta qué punto se trata de un problema.

Apoyándose en todo eso, además, realizan algunas predicciones sobre el futuro. El panorama, como quizá supongamos, no va a ser más favorable a menos que se tomen medidas al respecto. El problema le es muy familiar a los científicos que trabajan en los observatorios terrestres, que han visto como su preocupación ha ido en aumento al mismo ritmo que ha aumentado la cifra de satélites artificiales en la órbita baja del planeta. Aunque los telescopios son cada vez más sofisticados, los satélites son también cada vez más numerosos.

El problema de las megaconstelaciones

En los últimos años, la preocupación en la comunidad científica ha ido a más. Especialmente al saber que se espera desplegar varias constelaciones de satélites en el futuro. Si se cumplen algunas de las estimaciones más ambiciosas, en la década de 2030 es posible que tengamos más de 100 000 satélites en órbita. En la actualidad, se han lanzado ya algo más de 3000 satélites de Starlink, la compañía de satélites de comunicación de Elon Musk que busca llevar Internet a todos los rincones del planeta. Para ello, ya tiene permiso para desplegar 12 000 satélites.

En este nuevo trabajo, los investigadores se han centrado exclusivamente en el telescopio Hubble. Como su órbita es cercana a la Tierra, se ve más afectado que otros más lejanos. El telescopio espacial James Webb, de hecho, ni siquiera se ve afectado por ellos porque está a 1,5 millones de kilómetros del planeta, en lo que se conoce como el punto de Lagrange L2. El paso de estos satélites artificiales por el campo de visión del Hubble provoca estelas de luz que recorren la imagen. Por lo general, esto provoca que queden inservibles.

Esas estelas ocultan parte del objeto (o región del firmamento) que se esté observando. Por lo que los datos que se podrían recoger, de ese lugar concreto, se pueden perder definitivamente. Es cierto que, con la ayuda de programas, es posible mitigar el problema y hasta eliminar las estelas de las imágenes. Sin embargo, si su ancho es de un puñado de píxeles, ya no vale la pena modificarlas porque no hay información que se pueda preservar. Así que los investigadores buscaban entender la magnitud del problema con un caso práctico.

Ahora hay más estelas de satélites que afectan al Hubble que hace solo unos años

Los investigadores han contado con la ayuda de 11 científicos ciudadanos. Es decir, ciudadanos (que no necesariamente tienen una formación científica) que han participado en el proyecto cazador de asteroides Hubble (Hubble Asteroid Hunter en inglés). Los participantes analizaban remesas de imágenes tomadas por el telescopio entre los años 2001 y 2021. Su misión era marcar aquellas que contuviesen estelas de satélites. Posteriormente, los autores del estudio usan un algoritmo de aprendizaje por máquina para analizar esas imágenes.

Los satélites Starlink, todavía juntos ya en el espacio, poco después de su lanzamiento. Crédito: SpaceX

Así, realizan predicciones sobre la cantidad total de observaciones del telescopio. De esta manera, determina que, aproximadamente, el 2,7% de las imágenes del telescopio seguramente contengan estelas de satélites. También destacan que la posibilidad, de que aparezca una estela de satélites en cualquier imagen, ha aumentado con el paso del tiempo. De 2009 a 20020, el incremento ha sido de un 3,7 a un 5,9%. A esto le suman, además, que las grandes compañías de despliegue de satélites, como Starlink y One Web, tienen planes ambiciosos.

Buscan desplegar miles de satélites en la órbita de la Tierra. Naturalmente, esto provocará que haya más imágenes que contengan estelas. Por lo que sugieren que, una posible solución, es enviar los telescopios espaciales a una mayor distancia del planeta, igual que se ha hecho con el telescopio espacial James Webb. El inconveniente es que no es una opción válida para los observatorios terrestres, que se van a tener que enfrentar a un panorama que podría ser desolador. Esperemos que, finalmente, en los próximos años, se tomen medidas para mitigar el problema…

Estudio

El estudio es S. Kruk, P. García-Martín, M. Popescu et al.; «The impact of satellite trails on Hubble Space Telescope observations». Publicado en la revista Nature Astronomy el 2 de marzo de 2023. Puede consultarse en este enlace.

Referencias: Phys