Un grupo de investigadores plantea la idea de zona computacional. Un concepto que permitiría enfocar la búsqueda de vida de una manera completamente diferente, alejándose del concepto de zona habitable. El planteamiento no es ni mucho menos absurdo, aunque no quiere decir que sea útil…

La zona computacional frente a la zona habitable

En la actualidad, los astrónomos buscan la presencia de vida en lo que se conoce como la zona habitable de estrellas cercanas. Es la región en la que un planeta podría tener agua líquida en su superficie. En un nuevo estudio, un grupo de investigadores se enfrenta a la búsqueda de vida desde una perspectiva diferente. No se fija en la posibilidad de que un lugar pueda albergar vida. En su lugar, centran la atención en la capacidad de computación. En cierto modo, la vida se puede definir como un conjunto de computaciones que actúan sobre la información.

La zona computacional, una alternativa para la búsqueda de vida
Concepto artístico del exoplaneta Kepler-186f. Crédito: NASA Ames/SETI Institute/JPL-Caltech

La información se almacena en el ADN y las computaciones son llevadas a cabo por diferentes proteínas. La capacidad de almacenar información y actuar en el entorno permite a la vida experimentar lo que se conoce como la selección natural, que permite llegar a organizaciones más complejas. Las búsquedas tradicionales de vida consideran se fijan en nuestra comprensión desde una perspectiva terrestre. Es decir, se buscan criaturas que vivan en la superficie de un mundo a la distancia apropiada de su estrella.

Esos seres vivos utilizan el agua, en estado líquido, como solvente para las reacciones químicas. Sin embargo, es fácil imaginar formas de vida mucho más complejas, y muy variadas, en el universo. La vida podría utilizar otros solventes. Se ha planteado que esa vida podría estar bajo la superficie de lunas congeladas lejos de la zona habitable. La vida, quizá, ni siquiera necesite estar en torno a una estrella. Los sistemas biológicos pueden dar lugar a la creación de sistemas tecnológicos, que no encajarían en nuestra definición de vida.

Otros enfoques para definir lo que es vida

Esos sistemas, a su manera, también podrían estar vivos. Por lo que este grupo de investigadores ha querido enfrentarse al concepto de la zona habitable. En su lugar han utilizado un concepto más fundamental, el de la computación. Plantean que la mejor posibilidad de encontrar señales de vida estará allí donde sea más fácil acceder a la computación. Los investigadores sugieren que la zona computacional requiere de tres características. Primero, debe existir la capacidad de computación, lo que implica que haya un rico conjunto de química disponible.

Segundo, debe haber una fuente de energía, como luz solar o fuentes hidrotermales. Por último, la computación necesita de un sustrato. Es decir, algo en donde se pueda realizar esa computación. La visión tradicional de la zona habitable, en este contexto, puede verse como un pequeño conjunto de un concepto mucho más grande, y general, de zona computacional. Allá donde hay vida tal y como la entendemos, como en la Tierra, se está desarrollando computación. Este marco de trabajo permite desarrollar diferentes estrategias de búsqueda.

Da la posibilidad de desarrollar búsquedas para conceptos de vida que se alejen de la que sí conocemos. Por ejemplo, si estudiamos sistemas individuales, desde la perspectiva de la capacidad computacional, es posible descubrir qué sistemas son más apropiados para estructuras que recojan energía de manera artificial. Es decir, para estructuras como las esferas de Dyson. Otra opción es analizar cómo las nubes de gas, en torno a estructuras por debajo de la escala de estrellas, pueden cumplir con las condiciones necesarias para la computación.

La zona computacional plantea una definición más general de vida

Es decir, cumpliría con las condiciones necesarias para una definición más amplia de la vida. La búsqueda de vida es uno de los campos más interesantes de la astronomía moderna. Los autores del estudio destacan que es importante mantener la mente abierta. Si bien es cierto que, por otro lado, el concepto parece muy general como para pensar en formas concretas de buscar vida lejos de nuestro planeta. En cualquier caso, es interesante ver que se sigue trabajando en plantear enfoques diferentes para la búsqueda de vida extraterrestre.

Concepto artístico de HD 21749c en primer plano y, en la distancia, HD 21749b. Crédito: Robin Dienel, courtesy of the Carnegie Institution for Science

La posibilidad de que exista vida, diferente a la que conocemos en la Tierra, no es ni mucho menos descabellada. Si bien es cierto que algunos aspectos serán comunes de todas maneras. Por ejemplo, el carbono parece el único elemento capaz de ofrecer una base adecuada para la vida. El silicio, a pesar de ser muy popular en la ciencia ficción, plantea problemas muy serios a la hora de pensar en cómo se comportarían esas criaturas. Por ejemplo, no tendrían manera alguna de poder deshacerse de los residuos que generan los seres vivos.

Sea como fuere, es evidente que todavía hay muchas cosas por comprender en cuanto a la búsqueda de vida extraterrestre. Este tipo de trabajos, aunque no tienen por qué ser los que den con la clave, sí ayudan a entender mejor qué planteamientos pueden ser interesantes. La zona computacional puede ser un concepto perfectamente válido o, en su defecto, servir para seguir refinando cuál es la dirección en la que realizar esa búsqueda…

Estudio

El estudio es C. Scharf, O. Witkowski; «Rebuilding the Habitable Zone from the Bottom Up with Computational Zones». Puede consultarse en la plataforma arXiv, en este enlace.

Referencias: Universe Today