Esta semana, en Los mundos del Cosmos 1×13, hablamos de Betelgeuse, una de las estrellas más conocidas del firmamento. Hablamos de sus particularidades y de si, realmente, se convertirá en una supernova próximamente. En YouTube, de que la Tierra tuvo anillos en el pasado…
Los mundos del Cosmos 1×13: La intrigante Betelgeuse
Betelgeuse es, sin duda, una de las estrellas más intrigantes del firmamento. Es principalmente conocida porque, en un futuro «cercano» (en los próximos 100 000 años) se convertirá en supernova. Pero, además, es una supergigante roja. Es una estrella que ya está en la recta final de su vida y ha sido objeto intenso de estudio desde principios del siglo XX. En realidad, está presente en la sociedad desde mucho antes. A fin de cuentas, es una de las estrellas más brillantes del firmamento y destaca, por si no fuera suficiente, por su característico color rojizo.
La estrella ha estado presente en las historias de diferentes tribus y culturas de todo el mundo. Ya en la Antigüedad, de hecho, algunos astrónomos se dieron cuenta de que es una estrella variable. En tiempos mucho más recientes, Betelgeuse ha sido objeto de intenso estudio por diferentes motivos. Por sus características, es difícil determinar cosas como su tamaño, masa o incluso a qué distancia se encuentra de nosotros. Por eso, en función de qué fuente consultemos, puede que nos encontremos con datos más o menos diferentes.
Lo más importante, sin duda, es que, ya en el siglo XXI, se ha profundizado mucho en el estudio de la estrella en sí. Se ha observado su superficie, y sus ciclos de actividad están cada vez mejor entendidos. Además, en 2020 se convirtió en gran protagonista porque, súbitamente, perdió una buena parte de su brillo. Aunque, meses después, se encontró una explicación satisfactoria para este comportamiento. De esto, y mucho más, hablamos en Los mundos del Cosmos 1×13. Disponible en la app de iVoox en iOS y Android; en su web, en este enlace, y aquí mismo:
YouTube: La Tierra tuvo anillos en el pasado
En un nuevo estudio, un grupo de investigadores ha desvelado que la Tierra debió tener anillos hace unos 466 millones de años. Es decir, en la recta final del Ordovícico. Algo que, añaden, podría explicar qué desencadenó la glaciación del Hirnantiense. Fue uno de los períodos más fríos de los últimos 500 millones de años. Las principales evidencias están en una serie de cráteres que, en aquella época, estaba como máximo a 30 grados del ecuador. Es algo que encaja con la existencia de un sistema de anillos (del que su material se precipitaría al planeta).
En aquel entonces, la mayor parte de la masa continental estaba lejos del ecuador. Por lo que el primer paso, naturalmente, era asegurarse de que no se trataba de una enorme coincidencia. La presencia de estos anillos podría haber afectado al clima de nuestro planeta, y, también, a la vida. Cabe la posibilidad de que su evolución se viese afectada por otros sistemas de anillos que pudiesen haber existido en el pasado. Si están en lo correcto, esto abrirá un nuevo campo de estudio en la historia del planeta y en el desarrollo de la vida.
Además, invita a imaginar nuestro planeta de una manera que parecía reservada, únicamente, a la ciencia ficción. A fin de cuentas, aunque teóricamente sí cabía la posibilidad de que la Tierra pudiese tener anillos, hasta ahora no se había encontrado nada que permitiese pensar en esta dirección. Por ello, será interesante ver qué sucede en el futuro y qué hallazgos logran para determinar si esos anillos, realmente, llegaron a existir. De esto, y mucho más, hablamos en el vídeo de esta semana. Puedes verlo en este enlace o, si lo prefieres, al principio del artículo.