Esta madrugada, a eso de las 5:18 de la mañana (hora peninsular), la sonda Juno encenderá su motor principal. Funcionará durante 35 minutos y cuando haya terminado estará haciendo algo que ninguna misión de la NASA  ha hecho en muchos años… orbitará alrededor de Júpiter.

Profundizando en Júpiter

Concepto artístico de Juno acercándose a Júpiter. Crédito: NASA

Concepto artístico de Juno acercándose a Júpiter.
Crédito: NASA

El objetivo de la misión Juno es investigar el planeta, observando su atmósfera para determinar su composición, temperatura y estructura de nubes. También medirá la intensidad de su potente campo magnético y gravitacional, y nos enseñará cómo es el interior de un planeta gigante. En última instancia, el objetivo no podría ser más interesante: determinar cómo se formó y entender cómo ha ido cambiando a lo largo de miles de millones de años.

Para cumplir con su objetivo, Juno está equipada con una amplia variedad de instrumentos, incluyendo detectores de partículas, un magnetómetro, cámaras y otros. Uno de esos instrumentos, la JunoCam, está diseñada para tomar imágenes a color del planeta, incluyendo sus polos, que nunca antes han sido vistos desde encima. En el momento de mayor cercanía a Júpiter, la cámara podrá tomar imágenes con una resolución de 15 kilómetros por pixel. Podremos ver su atmósfera en todo detalle y, con algo de suerte, captar sus auroras.

El peligro de la radiación

Júpiter visto por la sonda Cassini. Crédito: NASA/Johns Hopkins University Applied Physics Laboratory/Southwest Research Institute - National Aeronautics and Space Administration

Júpiter visto por la sonda Cassini.
Crédito: NASA/Johns Hopkins University Applied Physics Laboratory/Southwest Research Institute – National Aeronautics and Space Administration

Esta misión es muy ambiciosa, pero se va a encontrar con la complicación del cinturón de radiación de Júpiter. El planeta tiene un campo magnético tremendamente potente, que ha atrapado partículas subatómicas del viento solar y las emitidas por su satélite Ío. Estas partículas, que están aceleradas a energías enormes, pueden dañar los componentes de la sonda. Sus piezas están reforzadas contra ello pero obliga a establecer un límite en la duración de la misión. La intención es que dure 36 órbitas del planeta para después terminar ardiendo en la atmósfera en 2018.

Hemos enviado naves a Júpiter en más de una ocasión, pero salvo por una excepción, todas han ido de paso. Esa excepción fue la sonda Galileo, que orbitó Júpiter pero sufrió un problema de hardware en su antena principal, impidiendo la descarga rápida de sus datos y limitando los objetivos de la misión. Aunque de manera limitada, continuó funcionando durante un tiempo.

También vale la pena recordar que la sonda Juno está propulsada por paneles solares, algo que hasta hace poco no había sido posible en las misiones hacia los planetas exteriores del Sistema Solar. La luz de nuestra estrella es más débil allí, y hasta esta misión no teníamos paneles solares que fuesen lo suficientemente eficientes para propulsar una sonda. Además, los instrumentos también son muy eficientes en el uso de energía, permitiendo que el requisito total de la nave sea bajo.

¿Qué podemos esperar de JunoCam?

Imagen de la Tierra tomada por la cámara JunoCam. Crédito: NASA / JPL / MSSS / Gerald Eichstädt

Imagen de la Tierra tomada por la cámara JunoCam.
Crédito: NASA / JPL / MSSS / Gerald Eichstädt

La sonda Juno no necesitaba una cámara para cumplir con sus objetivos científicos pero, por suerte, todos los participantes en la misión entendieron que sería un delito mandar una sonda a Júpiter y no incluir una cámara. Es un instrumento muy pequeño, con los componentes electrónicos basados en los mismos desarrollados para las cámaras científicas del rover Curiosity (que se encuentra en Marte). Tiene un aspecto muy similar, pero es bastante más pesada porque tiene protección adicional para hacer frente a la radiación.

Su campo de visión (58 grados) es lo suficientemente grande para permitir que pueda fotografiar todo el planeta cuando esté volando cerca de los polos, tanto una hora antes como una hora después de su mayor aproximación en cada órbita. Está montada en un lado de la sonda, que gira dos veces por minuto, y es capaz de tomar imágenes en color RGB, así como a través de un filtro infrarrojo sensible a la presencia de metano, que nos permitirá ver la estructura de las nubes.

Las fotos de Júpiter, en la mayor parte de las ocasiones, serán bastante pequeñas. La sonda sólo será capaz de obtener imágenes de una resolución superior a las de la astrofotografía amateur cuando esté a menos de un millón de kilómetros de distancia. Como su órbita es muy elíptica, la mayor parte del tiempo estará a una distancia mayor. Sólo podrá obtener imágenes con alta resolución durante los dos días en torno a cada aproximación, y las imágenes con un detalle mayor de lo que la sonda Cassini era capaz de fotografiar sólo podrán ser tomadas durante las dos horas alrededor del momento de mayor cercanía.

En la fase de inserción de este 5 de julio no habrá ninguna imagen porque todos los instrumentos de la sonda (incluida la cámara) estarán apagados hasta dos días después de la llegada al destino. El próximo momento en el que Juno estará a menos de un millón de kilómetros será el 27 de agosto. En esa fecha, todos los instrumentos estarán operativos, y es cuando esperamos que JunoCam pueda comenzar a tomar fotos.

La primera fecha en la que esperamos poder ver imágenes de alta resolución será allá por el 2 de noviembre, y todas las imágenes que se publiquen de manera automática estarán disponibles en esta página. ¡Habrá que prestar atención a la sonda durante los próximos meses para ver qué sorpresas nos esperan en el planeta más grande del Sistema Solar!

Referencias: Bad Astronomy, The Planetary Society