China ha lanzado su misión Tianwen-1 rumbo a Marte. Lo hace justo después de Emiratos Árabes Unidos, y apenas unos días antes de que Estados Unidos envíe su róver Perseverance. Todos ellos aprovechan la cercanía de Marte y la Tierra, para que sus viajes al planeta rojo sean más breves…
Tianwen-1 es una misión muy completa
El lanzamiento de Tianwen-1 tuvo lugar el jueves 23 de agosto de 2020. El nombre hace referencia a un poema clásico que contiene diferentes menciones al cosmos, y que se traduce aproximadamente como Preguntas para el cielo. Para llevar a cabo esta misión, se empleó el cohete Long March 5, el más potente del que dispone el gigante asiático. El lanzamiento se llevó a cabo desde la isla de Hainan, en unas condiciones favorables. Es la primera misión que llevan a cabo rumbo a Marte, con el objetivo de entender mejor cómo es el planeta.
Por lo que ha llegado a través de diferentes agencias de noticias, los portavoces de la misión han insistido en que el objetivo de la misión es explorar el universo pacíficamente y estudiar sus misterios. No tienen la intención de enzarzarse en una competición con ningún otro país. Algo que en los últimos tiempos se ha insinuado especialmente con Estados Unidos. Sin embargo, no debemos verlo como la carrera espacial propiciada por la Guerra Fría. Sucedió en un marco diferente, en un contexto de enfrentamiento y, además, China sí colabora con otras agencias espaciales del mundo.
Pero sea como fuere, la misión incluye un orbitador, una nave que estará en órbita del planeta; un aterrizador, una nave que se posará en la superficie; y, finalmente, un róver. Es el lanzamiento más pesado llevado a cabo hasta ahora rumbo a Marte. Para saber si la misión es un éxito, y entra en órbita de Marte, habrá que esperar hasta febrero de 2021. Será en ese momento, tras recorrer 34 millones de kilómetros, cuando llegue el momento clave. Si consiguen entrar en su órbita, serán la 4ª o 5ª nación del mundo en lograrlo.
Concentración de misiones a Marte
Además de Tianwen-1, en estas fechas también se lanzan las misiones Hope Mars, de Emiratos Árabes Unidos, que ya está en camino al planeta rojo, y Perseverance, de Estados Unidos. Emiratos y China serán las 4ª y 5ª naciones en lograr poner una nave en órbita de Marte (si lo consiguen). El orden dependerá de qué misión llegue antes allí. Pero, sea como fuere, sirve para comprobar que cada vez hay más interés en la exploración del planeta rojo y, por extensión, del espacio. El lanzamiento de Tianwen-1 permite a China unirse a la lista de exploradores de Marte.
Perseverance, en muchos sentidos similar al róver Curiosity, partirá el 30 de julio, salvo cambio de última hora, en buscas de señales de posible vida microbiana pasada. También recogerá rocas y muestras que serán traídas de vuelta a la Tierra. Pero eso sucederá en una misión muy posterior, en 2031. Será una tripulación la que se encargue de traerlo de vuelta. El orbitador y el róver de Tianwen-1 se comunicarán con la Tierra para enviar los datos de sus observaciones. Estudiará el planeta rojo desde diferentes ángulos y aspectos.
Así, se centrará en analizar su morfología, estructura geológica, distribución de hielo, variación de su clima y su estructura interna. Según han explicado desde Estados Unidos, la misión es comparable a la que la NASA llevó a cabo en 1975 y 1976 con la sonda Viking. Pero sería un error pensar que van a ir a la zaga. El país ha invertido miles de millones de dólares en su programa espacial, y está avanzando a pasos agigantados. En 2003 enviaron un ser humano al espacio. En los últimos años han investigado (y seguirán haciéndolo) la Luna.
La Luna también estará muy presente en los próximos años
Aunque toda la atención está puesta en Marte en estas semanas, nuestro satélite sigue siendo el gran foco de atención. En 2022, China planea construir una estación espacial en la órbita de nuestro planeta. La misión Chang’e 4, a la Luna, se convirtió en la primera que aterrizaba en la cara oculta de la Luna. Esas misiones han servido para obtener mucha experiencia sobre la operación de naves más allá de la órbita de la Tierra. La gestión de Tianwen-1 es un salto más en dificultad, porque la distancia que nos separa de Marte es todo un reto.
A pesar de lo rápida que es, incluso a la velocidad de la luz tenemos un retraso de minutos (cuántos depende exactamente de dónde estén Marte y la Tierra en cada momento). Por lo que no se puede dar órdenes de forma directa a la nave en tiempo real. Además, las señales que se reciben de las misiones allí presentes son mucho más débiles que desde la Luna. Quizá por eso no sorprenda recordar que muchas de las misiones que se han enviado hasta allí, desde 1960, han terminado en fracaso. De hecho, es lo esperable en casos como Tianwen-1 y Hope Mars.
Tan solo India logró poner su primera nave en órbita de Marte. Así que si no lo logran ni Emiratos Árabes Unidos, o China, no será una sorpresa. Si bien es cierto que no es la primera misión de China al planeta rojo. La anterior, en 2011 en colaboración con Rusia, terminó en fracaso tras un fallo en el lanzamiento. Ahora lo intentan por su propia cuenta y sus objetivos parecen muy modestos. Según se ha explicado a través de los medios chinos, si la nave aterriza en la superficie de Marte, y envía su primera imagen, se podrá considerar un éxito. Para saber si es así, habrá que esperar a 2021…
Referencias: Phys