2020 promete ser un año especial en el campo de la exploración espacial. La próxima década puede ser clave para determinar si hubo vida (o incluso si podría haberla en el presente en Marte), para regresar a la Luna, o para ver a más naciones dar el salto al espacio…
La Luna estará muy presente en la exploración espacial de 2020
2020 promete ser un año muy importante para la agencia espacial NASA. Los estadounidenses quieren regresar a la Luna en 2024, con una misión tripulada, y para ello están llevando a cabo el programa Artemisa. Será en este año cuando, por fin, den el primer paso significativo, con el estreno del Sistema de Lanzamiento Espacial (SLS) y la cápsula tripulada Orión volando por primera vez conjuntamente. Sucederá con la misión Artemisa 1, aunque la cápsula Orión no llevará tripulación alguna en esta ocasión, en noviembre de 2020 (si no hay retrasos).
Tendrá una duración de tres semanas, durante los que la cápsula Orión viajará hasta la Luna, pasará 6 días en órbita retrógrada (es decir, en sentido opuesto a la rotación del satélite) y regresará a la Tierra. El objetivo no podría ser más sencillo: comprobar que los sistemas de Orión y el SLS están en perfecto estado para llevar misiones tripuladas a cabo. Si todo sale bien, le seguirá la misión Artemisa 2, en 2022 o 2023. Esta segunda misión si será tripulada, y llevará a los astronautas a dar una vuelta alrededor del satélite. Pero depende del éxito de Artemisa 1.
Además, 2020 va a suponer un nuevo paso en la exploración espacial de China, que regresará a la Luna con la sonda Chang’e 5, que será lanzada en algún momento del año (todavía no tiene una fecha concreta). Al igual que Chang’e 4, explorará la superficie del satélite. Pero, lo más interesante, es que será también la primera misión china que intentará traer una muestra de material de vuelta desde nuestro satélite. Junto al resto de misiones del programa Chang’e, el objetivo más importante es lograr llevar a cabo una misión tripulada hacia la Luna…
La exploración de asteroides en el próximo año
En los próximos 366 días, además, tendremos dos momentos importantes, por motivos diferentes, para dos misiones relacionadas con la exploración de asteroides cercanos a la Tierra. Por un lado, la misión Hayabusa2, de JAXA (la Agencia Espacial Japonesa) regresará a nuestro planeta a finales de 2020 tras su visita al asteroide Ryugu. Llegó a su destino en junio de 2018 y, durante casi un año y medio, exploró su superficie y su entorno con la ayuda de pequeños aterrizadores. También recogió muestras de su superficie, que llegarán en ese retorno.
Esas muestras permitirán, a los investigadores japoneses, y a quien lo solicite desde otras naciones, estudiar esos fragmentos en busca de comprender los orígenes y evolución del Sistema Solar desde sus primeras etapas. La misión en sí misma no llegará a su fin en 2020. La sonda sobrevolará la Tierra, entregará su muestra (que caerá en una cápsula en el desierto australiano) y continuará su viaje por el espacio. Todavía tiene combustible para poder llevar a cabo alguna otra misión a otro asteroide, si bien no se ha anunciado nada todavía.
Pero 2020 también será un año importante para OSIRIS-REx, la sonda de la NASA que fue lanzada en septiembre de 2016 rumbo a otro asteroide cercano a la Tierra, Bennu. Será en julio cuando la misión alcance uno de los momentos más importantes, al producirse la máxima aproximación al asteroide. Será entonces cuando descenderá a su superficie y recogerá una muestra del asteroide. Después, siguiendo los pasos de misiones como Hayabusa2, también volverá a nuestro planeta. Pero habrá que esperar hasta 2023 para recibir sus muestras.
La omnipresencia de Marte en la exploración espacial de 2020
El planeta rojo va a volver a ser uno de los principales focos mediáticos, en lo referente a la exploración espacial en 2020, por diferentes motivos. Por un lado, los Emiratos Árabes Unidos llevarán a cabo su primera misión hacia Marte con Hope Mars. Es una sonda que tendrá como objetivo estudiar la atmósfera del planeta rojo, en busca de comprender mejor su clima, los fenómenos meteorológicos que pudiesen darse en diferentes lugares, las variaciones estacionales, y otros fenómenos como sus potentes tormentas de arena.
Todo ello persigue entender mejor cómo se está perdiendo el hidrógeno y el oxígeno de la atmósfera, así como por qué cambió su clima de una manera tan pronunciada en su pasado. A ellos se les unirá, también, China, con la misión HX-1, que busca enviar un aterrizador y un róver a Marte. El lanzamiento se producirá en julio o agosto de 2020 y llegará a su destino en febrero de 2021. Una vez allí, estudiará el entorno en busca de posibles señales de vida (pasada o presente) junto a las misiones que están llevando a cabo la NASA y la Agencia Espacial Europea.
Ambas también lanzarán nuevas misiones a Marte en 2020. La NASA lo hará con Mars 2020, un róver, similar a Curiosity en muchos aspectos, que buscará evidencias de vida en el planeta rojo. El lanzamiento se producirá el 17 de julio de 2020, llegando a Marte el 18 de febrero de 2021. Su destino será el cráter Jezero, el antiguo delta de un río, donde se cree que podría haber restos fósiles de la vida que hubo una vez en el planeta rojo (suponiendo que llegase a aparecer). Recogerá, también, muestras para enviarlas de vuelta a la Tierra.
Europa vuelve a explorar Marte
Pero, a diferencia de misiones como Hayabusa2 u OSIRIS-REx, las muestras que recoja Mars 2020 permanecerán en el planeta rojo hasta algún momento de la década de 2030. Porque será entonces cuando se traigan de vuelta a la Tierra, gracias a una misión tripulada, que sigue planificada para aquel entonces. Cabe destacar que este róver llevará muchos instrumentos que ya forman parte de Curiosity, pero también algunas novedades, entre las que destaca la inclusión de un pequeño dron (con el objetivo de entender como funcionan estas naves allí).
Para la Agencia Espacial Europea, este año será importante porque supone dar un paso más en el programa ExoMars. Se trata del róver ExoMars 2020, que ha sido renombrado como Rosalind Franklin, en honor a la célebre química británica, cuyo trabajo permitió entender la estructura y funcionamiento del ADN, ARN y virus (entre otros). El nombre no podría ser más apropiado. La misión, al igual que otras, persigue también intentar determinar si hubo vida alguna vez en el planeta rojo. El lanzamiento tendrá lugar en julio de 2020.
Una vez en su destino, utilizará la nave Trace Gas Orbiter, parte también del programa ExoMars, como sistema de comunicación con la Tierra. Irá acompañado del aterrizador ruso Kazachok. El róver buscará posibles evidencias de vida en la superficie del planeta rojo, mientras que el aterrizador será el encargado de analizar la atmósfera. Salvo cambios de última hora, aterrizarán en la Oxia Planum, una llanura a unos 3000 metros de altura sobre el nivel medio de Marte, que contiene rocas con una edad estimada de 3900 millones de años.
SpaceX e Internet desde el espacio
En los próximos meses, seguiremos viendo el crecimiento de la constelación StarLink, de SpaceX, con la que la compañía de Elon Musk espera ofrecer servicios de conexión a Internet, con el lanzamiento de 720 satélites adicionales. No serán los únicos, porque la compañía británica OneWeb espera comenzar a ofrecer sus servicios con el lanzamiento de 300 satélites que formarán parte de su futura constelación. Esperan que, para finales de año, sean 600 los que estén en órbita. Si todo va según lo previsto, supondrá la llegada de los servicios de Internet por satélite.
Pero, al margen de esto, SpaceX sigue enfrascada en sus objetivos de exploración espacial, tanto a largo plazo como en la década de 2020. En este año, se espera que se lleve a cabo la primera misión tripulada con la nave Dragon 2. Si todo sale según lo previsto, permitirá que se lleven a cabo lanzamientos, tripulados, desde suelo estadounidense. Algo que no sucede desde que se retirase el transbordador espacial en 2011. En noviembre, también, seguirán las pruebas de la nave Starship y el cohete Super Heavy, en las primeras pruebas a gran altura.
Según cómo se desarrollen, es posible que en este mismo año veamos las pruebas orbitales de Starship Mk. 3. Todo ello permitirá que SpaceX pueda conseguir aterrizar en la Luna en 2022 y llevar a cabo la misión #dearMoon en 2023. Así como enviar tripulaciones a nuestro satélite en 2024. Todo ello con la vista todavía puesta en Marte. Porque Elon Musk no ha olvidado su gran objetivo de construir una base en el planeta rojo. Sea como fuere, los próximos 366 días podrían dejarnos algunos de los avances más significativos de los últimos tiempos…
Referencias: Universe Today