Esta semana, en Astrobitácora 4×02, hablamos de algo conocido como el desierto de los Neptunos cálidos, además de cómo funciona la distribución de masa de las estrellas. En YouTube, también, hablamos de qué provocó el oscurecimiento de Betelgeuse a finales de 2019 y principios de 2020…

Astrobitácora 4×02: La falta de Neptunos cálidos

Con el paso de los años, la cifra de exoplanetas descubierta aumenta cada vez más rápido. Desde hace algún tiempo, las cifras son lo suficientemente altas como para poder comprobar estimaciones teóricas y ver qué observamos en el mundo real. Así, se ha visto que los llamados Neptunos cálidos son menos frecuentes de lo esperado. Es decir, planetas con un tamaño similar al de Neptuno, pero en órbitas cercanas a sus estrellas. Es algo que, lógicamente, da pie a intentar explicar por qué sucede, y a dar importancia a nuevos hallazgos.

Neptuno, observado por la sonda Voyager 2. Crédito: NASA

En ese marco, recientemente, se ha anunciado el descubrimiento de un Neptuno cálido en torno a una estrella similar al Sol. De hecho, tiene la misma masa y temperatura. Su edad es de algo más de 4500 millones de años. A esto le podemos sumar otros factores. En torno a las estrellas más brillantes, la presencia de Neptunos cálidos es todavía más difícil de comprobar. Así que se ha planteado que las condiciones en estos sistemas, simplemente, podrían ser demasiado duras como para que un planeta de estas características aguante en una órbita pequeña.

Todo esto es una excusa perfecta para, en Astrobitácora 4×02, hablar de los exoplanetas, su estudio y la relación de la masa de las estrellas con la abundancia de según qué planetas. Además, hablamos de por qué la distribución de masa de las estrellas parece que no cambia sin importar en qué lugar de la galaxia nos encontremos. De todo esto, y muchas otras cosas, hablamos en el podcast de esta semana. Está disponible en iVoox, en las aplicaciones de iOS y Android, así como en este enlace y, por supuesto, aquí mismo:

YouTube: La violencia del oscurecimiento de Betelgeuse

En YouTube, además, hablamos de Betelgeuse y del oscurecimiento que tuvo lugar a finales de 2019 y principios de 2020. Desde entonces, la estrella muestra un comportamiento diferente. Su variación de brillo, que era tremendamente regular antes del episodio, tenía un ciclo de 400 días. Tras aquel episodio, ya no se observa esa regularidad. Lo interesante es que se puede deducir por qué, en base a lo que sucedió. Betelgeuse, literalmente, expulsó una parte de su superficie al espacio. Es un fenómeno tremendamente violento.

Betelgeuse, observada por el telescopio Alma. Crédito: LMA (ESO/NAOJ/NRAO)/E. O’Gorman/P. Kervella

Se conoce como una eyección de masa superficial y es mucho más potente que las eyecciones de masa coronal. Es un fenómeno que no está bien entendido. Hasta el punto de que no se sabe si podría ser similar a las eyecciones de masa coronal del Sol o, por el contrario, su mecanismo es completamente diferente. A fin de cuentas, no podemos olvidar que el Sol expulsa pequeñas partes de su atmósfera. Lo interesante, por tanto, es que estamos ante un fenómeno poco conocido y una oportunidad de estudiar estrellas como Betelgeuse.

Es decir, estrellas más masivas que el Sol que, además, están en las últimas etapas de su vida. El estudio de Betelgeuse permite, por tanto, estudiar casi en tiempo real cómo se desarrollan las últimas etapas de este tipo de astros. Resulta muy interesante por las oportunidades que presenta, al margen de que vaya a convertirse en supernova en más o menos tiempo. De esto, y de muchas otras cosas, sobre la evolución y particularidades de Betelgeuse, hablamos en el vídeo de esta semana. Está disponible en este enlace y al principio del artículo.