El IPCC (siglas en inglés de Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático) ha presentado un nuevo informe sobre el calentamiento global. Las perspectivas no son nada positivas y analizan el impacto de la actividad humana y qué medidas se pueden tomar…

El nuevo informe del IPCC es parte de la sexta revisión

En 2014, el IPCC publicó el quinto informe de evaluación (AR5). En él, se incluían los últimos hallazgos, sobre el calentamiento global, por parte de expertos en disciplinas muy diferentes, así como proyecciones para el futuro cercano. El 9 de agosto de 2021, el IPCC presentó un nuevo informe. En él se combinan los últimos avances en climatología y los últimos hallazgos. El cuadro que presenta no es especialmente halagüeño para lo que queda de siglo XXI. Al mismo tiempo, también presenta algunas medidas y estrategias para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero.

El nuevo informe del IPCC sobre el calentamiento global no es positivo
Hielo flotante en el glaciar Kangerdlugssuaq, en Groenlandia. Crédito: NASA/Michael Studinger.

Es, en realidad, la primera parte del sexto informe de evaluación, que se completará, y publicará, en 2022. Como en ocasiones anteriores, presenta un resumen sobre las tendencias del calentamiento global y el posible impacto por región. En esta ocasión, sin embargo, se centra en recomendaciones para reducir la emisión de dióxido de carbono (CO2) y otros gases de efecto invernadero. Es algo que no resulta sorprendente si tenemos en cuenta las predicciones que se presentan en este último informe.

En total, 234 autores, de 66 países, han participado en la creación del informe, junto a 517 autores que han realizado diversas contribuciones. Aunque originalmente se esperaba que se presentase en abril de 2021, el informe se ha visto retrasado unos meses por el impacto de la pandemia de COVID-19. Al igual que sucedió en informes anteriores, el AR6 se basa en observaciones mejoradas, del calentamiento histórico, y avances en el estudio de la respuesta de la Tierra a las emisiones antropogénicas (es decir, por acción humana) de gases de efecto invernadero.

El mejor escenario es un aumento de 1,5ºC…

Como en los últimos informes, se establece que el mejor escenario posible es aquel en el que, para 2100, la temperatura media de la Tierra haya aumentado 1,5 grados. También se enfatiza, una vez más, que hay que evitar el escenario en el que el aumento llegaría hasta los 2ºC. No es el peor escenario posible que se puede plantear. Porque, a fin de cuentas, el mejor y peor escenario posible depende de las emisiones producidas por la actividad humana cada año. Pero ¿qué implicación tiene un escenario de 1,5ºC frente a uno de 2ºC?

La luna llena fotografiada sobre un bosque nevado. Crédito: Frank Cone/Pexels

Bastante más de la que podría parecer. Bajo un aumento de 1,5ºC, los días más calurosos serán unos 3ºC más (de lo habitual) en latitudes medias. En latitudes más altas, las noches más frías serán 4,5ºC más cálidas. En el Ártico, las temperaturas serán 5,5ºC más cálidas y los episodios fríos serán más breves. Incluso en el mejor escenario posible, el impacto será considerable y provocará desde una mayor cantidad de incendios y sequías a inundaciones severas y la subida del nivel del mar. Todos ellos son fenómenos que ya se están observando.

El informe comienza explicando cómo la temperatura media global ha aumentado aproximadamente 1,1ºC desde el período de 1850-1900, de forma directamente atribuible a la actividad humana y el aumento de las emisiones de gases. El informe proporciona nuevas estimaciones sobre la posibilidad de cruzar la barrera de 1,5ºC en las próximas décadas. Concluye que, a menos que haya reducciones inmediatas, rápidas y a gran escala, en las emisiones de gases de efecto invernadero, será imposible alcanzar ese objetivo.

Las consecuencias pueden ser devastadoras

Va todavía más allá, porque plantea que una subida media de 2ºC será inevitable. Algo que implicaría consecuencias más severas. En este escenario, las temperaturas cerca del ecuador subirán hasta 4ºC. En latitudes más altas, y en el Ártico, las subidas serán de hasta 6 y 8º respectivamente. Esto creará bucles de retroalimentación positiva más importantes. Al derretirse el hielo ártico y el permafrost, se liberarán grandes bolsas de metano. Sea como fuere, de forma resumida, el nuevo informe del IPCC establece los impactos de ambos aumentos.

Un aumento de 1,5ºC resultará en más olas de calor, estaciones cálidas más largas y estaciones frías más breves. Un aumento de 2ºC implicará que el calor extremo se acerque a menudo al límite soportable tanto para la agricultura como la salud. Aunque ninguno de los dos escenarios es especialmente agradable, el primero es soportable. El segundo es mucho más dramático porque implicaría que, en ciertas regiones del planeta, la vida lo tendría muy difícil. De hecho, el informe también hace un análisis del calentamiento por regiones.

El calentamiento continuado provocará que se intensifique el ciclo del agua del planeta. Es decir, habrá sequías y ondas de calor más intensas en muchas regiones del planeta. En otras, habrá lluvias más intensas asociadas con grandes inundaciones. El patrón de lluvias también se verá afectado. Habrá más precipitaciones en latitudes altas y menos en latitudes bajas. Especialmente, en grandes regiones de los trópicos y allá donde el monzón sea un factor importante. Las áreas costeras verán una subida del nivel del mar constante en ambos escenarios…

Muchos efectos muy repartidos por el planeta

Es decir, habrá una mayor frecuencia de inundaciones provocadas por tormentas en la costa. Provocarán que el agua desde la costa llegue al interior de forma regular. Algo que dañará las propiedades y que inundará los sistemas de drenaje. Asimismo, también implica que los eventos más extremos, a nivel del mar, que antes ocurrían una vez cada siglo, puedan llegar a ocurrir con una frecuencia anual. La pérdida de hielo y permafrost, y una menor cantidad de superficie cubierta por nieve, también afectará a cuánta energía del Sol llega a la tundra polar y al océano Ártico.

La luna (y una corona a su alrededor) en la Antártida. Crédito: LI Hang

Esto provocará que se liberen depósitos de metano en ambas regiones. El metano es un gas de efecto invernadero muy potente, que solo servirá para exacerbar el problema. El aumento de la temperatura de los océanos, las olas de calor marinas, la acidificación y una menor cantidad de oxígeno también afectarán a los ecosistemas oceánicos. Pero el efecto que todo esto tenga en el ser humano dependerá de dónde vivamos. A lo largo de este siglo se espera que haya una gran transformación en el lugar de residencia de gran parte de la población.

La mayoría de la población mundial se encontrará en grandes ciudades. Los efectos del cambio climático serán mayores en las zonas urbanas, ya que son más cálidas que su entorno. Las ciudades costeras serán vulnerables a la subida del nivel del mar y a las inundaciones. Pero, aunque todo parece muy oscuro y desesperanzador, el informe también presenta algunas posibles soluciones y recomendaciones. El objetivo es intentar limitar el calentamiento global todo lo posible, pero todo indica que tardaremos años en percibirlo…

Las recomendaciones que seguir en el nuevo informe del IPCC

Una reducción fuerte y sostenida, en la emisión de gases contaminantes será muy importante. Mejorará la calidad del aire (y la salud pública) de forma rápida. Pero harán falta entre 20 y 30 años para que la temperatura global se estabilice. El informe AR6 presenta información detallada de los impactos a nivel regional, con el objetivo de tomar decisiones bien documentadas en los próximos años. También ayuda a entender las implicaciones de los cambios en el clima (sequías, olas de calor, incendios, lluvias, etc.) para la sociedad y los ecosistemas.

El nuevo informe del IPCC es negativo, pero deja motivos para la esperanza...
Lluvia en la Tierra. Crédito: Bibhukalyan Acharya/Pexels

El informe destaca que nuestra comprensión del papel del cambio climático ha aumentado notablemente. En especial en lo relativo a fenómenos meteorológicos intensos. También enfatiza que tenemos la capacidad, como sociedad, de tener un efecto positivo o negativo. Podemos alterar el clima en ambas direcciones. Pero la lectura de fondo es inevitable. Los escenarios que se predicen para 2050 y el final del siglo XXI son negativos. El esfuerzo por realizar será enorme. No bastará con reducir las emisiones de una forma pronunciada.

Seguramente sea necesario pensar en reducir los niveles de carbono a gran escala. Es un proyecto tremendamente complejo, pero mucho mejor que la alternativa. Porque la realidad es que, ahora mismo, está en nuestras manos el conseguir que partes del planeta lleguen a ser inevitables para nosotros mismos. Un aumento de 1,5ºC en la temperatura global puede parecer poca cosa, pero al no producirse de manera uniforme, las consecuencias en diferentes lugares del planeta son tremendas. ¿Seremos capaces de reaccionar antes de que sea demasiado tarde?

El informe está disponible en la página del IPCC.

Referencias: Universe Today