Un grupo de investigadores ha confirmado el descubrimiento de un posible exoplaneta habitable. La confirmación es de lo más interesante porque este planeta ya se detectó hace dos años. Su confirmación abre la ventana al estudio, en el futuro, de exoplanetas similares a la Tierra…

Un posible exoplaneta habitable más masivo que la Tierra

El resultado ha sido posible gracias a más de dos décadas de observaciones, que han llevado a la posibilidad de entender cómo los exoplanetas similares a la Tierra. Mundos rocosos que podrían tener condiciones adecuadas para la vida. El nuevo exoplaneta se llama HD 20794 d, tiene una masa seis veces la de nuestro planeta y orbita en torno a una estrella similar al Sol. Está a 20 años-luz del Sistema Solar. Su órbita está en la zona habitable de su sistema. Es decir, a la distancia adecuada para poder tener agua en estado líquido en su superficie.

Descubren un posible exoplaneta habitable
Concepto artístico del exoplaneta rocoso HD 85512 b, una supertierra. Crédito: NASA

Es uno de los ingredientes clave para la vida tal y como la conocemos. La primera pista de la existencia de este exoplaneta se recogió en 2022. Se descubrió al analizar los datos archivados del espectrógrafo HARPS, en el Observatorio La Silla en Chile. Esos datos analizan la luz absorbida y emitida por los objetos. En aquel entonces, se captaron variaciones claras, periódicas, en el espectro de luz de la estrella HD 20794. Sin embargo, la señal era demasiado tenue, así que había dudas sobre cuál era la explicación correcta.

Había tres posibles escenarios: podía deberse al paso de un planeta, al comportamiento de la estrella en sí o por culpa de un error en los instrumentos. Para verificar la señal, un equipo analizó las mediciones, tremendamente precisas, registradas a lo largo de dos décadas por HARPS y también su sucesor, ESPRESSO. Este último también se encuentra en Chile. Estos instrumentos están entre los más avanzados del mundo para medir estas pequeñas variaciones en el espectro de luz. Los investigadores han trabajado en el análisis de datos durante años.

Un análisis de datos meticulosos

Poco a poco, han analizado y eliminado todas las fuentes de posible contaminación de los datos. Han necesitado métodos de procesado avanzados y un análisis muy meticuloso para lograr distinguir la señal del planeta frente al ruido de fondo y los efectos de los propios instrumentos. La confirmación llegó al combinar los datos de ambos instrumentos. Los investigadores explican que confirmar la existencia del planeta fue una alegría y un alivio. La señal original estaba al borde del límite de detección del espectrógrafo.

Así que fue difícil tener el convencimiento absoluto de que la señal era real. Lo más interesante es que es un exoplaneta cercano en la escala del Sistema Solar. Al estar a 20 años-luz, los telescopios espaciales que entren en funcionamiento en el futuro podrían obtener una imagen de ese mundo. Aunque el exoplaneta está en la zona habitable de su sistema, es demasiado pronto para saber si podría albergar vida. A diferencia de la mayoría de planetas, la órbita de HD 20794 d no es circular si no elíptica. La distancia a su estrella cambia mucho.

A lo largo de su órbita, el planeta pasa de estar en el borde exterior de la zona habitable a estar en el interno. En cualquier caso, HD 20794 d será un banco de pruebas muy útil para los futuros telescopios que se diseñen pensando en buscar señales de vida lejos del Sistema Solar. Entre ellos, nos encontramos con el Telescopio Extremadamente Grande, el Observatorio de Mundos Habitables y el Gran Interferómetro para Exoplanetas (LIFE, por sus siglas en inglés). Estos instrumentos permitirán llegar todavía más lejos en el estudio de mundos lejanos.

La incansable búsqueda de un posible exoplaneta habitable

Observarán la atmósfera de planetas cercanos, similares a la Tierra, en la zona habitable de sus estrellas, en busca de posibles biofirmas. Es decir, señales que indiquen la presencia de vida. Al estar en la zona habitable, y relativamente cerca de la Tierra, HD 20794 d podría tener un papel clave en las próximas misiones en las que se busque analizar las atmósferas de exoplanetas para encontrar biofirmas. En estos últimos años, estamos viviendo la transición del descubrimiento de exoplanetas al estudio de sus atmósferas y otras características.

Concepto artístico del Telescopio Extremadamente Grande. Crédito: ESO/L. Calçada/ACe Consortium

La búsqueda de exoplanetas, naturalmente, no ha terminado ni está cerca de hacerlo. En estos momentos estamos cada vez más cerca de los 6000 exoplanetas confirmados. Telescopios como TESS siguen recogiendo datos y permitiendo avanzar, siguiendo los pasos de Kepler y otros observatorios. Algo que no deja de ser importante porque la cantidad de exoplanetas descubiertos, que sean similares a la Tierra y en la zona habitable de sus estrellas, debe seguir aumentando. No todos serán fáciles de observar y de caracterizar.

Con algunos observatorios tendremos que esperar mucho tiempo para verlos en funcionamiento. El telescopio de Mundos Habitables, por ejemplo, no se lanzará hasta 2040 como pronto. Todavía hay muchos detalles en el aire sobre la misión y no está confirmado que se vaya a llevar a cabo. Con el telescopio LIFE sucede algo similar, pero sin tener, siquiera, una fecha de lanzamiento establecida. El Telescopio Extremadamente Grande, por su parte, comenzará sus observaciones mucho más pronto. Entrará en funcionamiento en 2028.

Estudio

El estudio es N. Nari, X. Dumusque, N. Hara et al.; «Revisiting the multi-planetary system of the nearby star HD 20794». Publicado en la revista Astronomy & Astrophysics el 28 de enero de 2025. Puede consultarse en este enlace.

Referencias: Phys