La Agencia Espacial Europea ha anunciado que el telescopio James Webb estudiará el asteroide 2024 YR4. Algo que permitirá refinar los datos que se han recogido hasta ahora. El observatorio ayudará a entender mejor qué podría suceder en los próximos años y determinar si realmente existe posibilidad de colisión…

El telescopio James Webb estudiará el asteroide 2024 YR4 próximamente

El telescopio James Webb permitirá a los astrónomos tener una imagen mucho más detallada de qué es lo que podría suceder con el asteroide 2024 YR4, que ha copado multitud de titulares desde hace unos días. Hay que recordar que el asteroide 2024 YR4 fue descubierto el 27 de diciembre de 2024. En estos momentos, 10 de febrero de 2025, tiene un 98% de posibilidades de esquivar la Tierra el próximo 22 de diciembre de 2032. Los astrónomos están trabajando para reducir la incertidumbre sobre la órbita que describe este asteroide.

El telescopio James Webb estudiará el asteroide 2024 YR4
Concepto artístico del asteroide más pequeño visto por el telescopio James Webb. Crédito: N. Bartmann (ESA/Webb), ESO/M. Kornmesser and S. Brunier, N. Risinger (skysurvey.org)

Por ello, el telescopio James Webb estudiará el asteroide en las próximas semanas. Así, se podrá descartar cualquier posibilidad de impacto. El motivo por el que se utilizará este telescopio es que, a partir de abril, se desvanecerá del campo de visión de la Tierra. Por lo que cabe la posibilidad de que esa pequeña posibilidad de impacto perdure hasta que vuelva a ser visible en 2028. La posibilidad de impacto es muy pequeña y el asteroide es lo suficientemente pequeño como para que el efecto de un posible impacto sea reducido.

Solo se sentiría en escala local, pero esto no impide que la situación sea lo suficientemente importante como para merecer la atención de la comunidad global de defensa planetaria. ¿Qué se podrá aprender de este estudio? Los astrónomos de todo el mundo están recurriendo a los telescopios más potentes del mundo para medir la órbita del asteroide con la máxima precisión posible. Al conocer su órbita se podrá determinar si el asteroide podría llegar a chocar con la Tierra. Eso sí, no bastará con determinar esto…

La duda sobre el tamaño de 2024 YR4

Para poder entender lo significativo que sería ese impacto, es necesario determinar la amenaza que supone el asteroide 2024 YR4. La forma de hacerlo es determinando su tamaño con precisión. Ahora mismo, la estimación sigue estando entre los 40 y 90 metros (con 54 metros siendo la última estimación). No ha cambiado mucho desde que se descubriese por primera vez en diciembre de 2024, a pesar de que se han realizado cientos de observaciones. Esto se debe a que los astrónomos están limitados a estudiar el asteroide por medio del espectro visible.

Es decir, solo se puede estudiar la luz del Sol reflejada por su superficie. En general, cuánto más brillante sea el asteroide, más grande será. Sin embargo, esta relación depende enormemente de lo reflectante que sea la superficie del asteroide. Para entenderlo, podemos plantearlo desde otra perspectiva, 2024 YR4 podría medir 40 metros y tener una superficie muy reflectante o, por el contrario, medir 90 metros y no ser muy reflectante. Naturalmente, el escenario de una colisión en función de un tamaño u otro varía mucho.

Los planes de preparación son muy diferentes si el asteroide mide 40 metros (donde seguramente se optaría por la evacuación) o si mide 90 metros (que obligaría a plantear, seguramente, una misión para desviar su órbita). El telescopio James Webb estudiará el asteroide 2024 YR4 en el espectro infrarrojo. Es decir, estudiará el calor emitido por el propio asteroide, en lugar de la cantidad de luz que refleja. Las observaciones en infrarrojo resultan mucho más útiles porque ofrecen una mejor estimación del tamaño que tiene el asteroide.

El instrumento MIRI será clave

Concretamente, se va a utilizar el instrumento MIRI para obtener una estimación más precisa del tamaño del asteroide. Esto, a su vez, lo utilizarán la Agencia Espacial Europea, la NASA y otras organizaciones para evaluar con más certeza el nivel de amenaza y la respuesta necesaria. Las observaciones que se tomen con el instrumento NIRCam, también del telescopio Webb, complementarán los datos térmicos de MIRI y proporcionarán datos adicionales. Permitirá determinar la posición del asteroide una vez esté fuera del alcance de los telescopios en la superficie del planeta.

La Tierra vista en el espectro infrarrojo por la sonda MESSENGER. Crédito: NASA/Johns Hopkins University Applied Physics Laboratory/Carnegie Institution of Washington

La primera ronda de observaciones tendrá lugar a principios de marzo, cuando el asteroide será observable por el telescopio James Webb y, además, estará en su momento de mayor brillo. La segunda ronda de observaciones tendrá lugar en mayo. Se utilizarán para estudiar cómo ha cambiado la temperatura de 2024 YR4 al moverse y alejarse del Sol. En estos momentos, el asteroide se aleja hacia su afelio (el punto más lejano de su órbita alrededor del Sol). Esa ronda será la última hasta que el asteroide vuelva a ser visible en 2028.

Cada año, el telescopio James Webb tiene una pequeña cantidad de tiempo para observaciones que queda a ‘discreción del director’. Este tiempo se puede emplear para observaciones de nuevos descubrimientos o que son críticas en el tiempo y no pueden esperar al siguiente ciclo de propuestas de objetos que observar. Un equipo de astrónomos internacional ha enviado la propuesta para utilizar parte de ese tiempo de estudio. Ahora, la propuesta ha sido aceptada y el tiempo total de observación será de unas cuatro horas. Los datos recogidos estarán disponibles para todo el público.

Referencias: ESA