Todavía no hemos llegado a Marte, y ya hay quien está pensando en una misión tripulada a Saturno. ¿Cuándo podemos esperar ver una misión tripulada al gigante gaseoso? Lo cierto es que se puede extrapolar en base a los plazos que se plantean para las próximas misiones tripuladas…

Un cálculo para determinar cuándo podríamos enviar una misión tripulada a Saturno

Tarde o temprano, el ser humano será capaz de expandirse por el resto del Sistema Solar. La pregunta, por tanto, solo es cuándo sucederá, y no tanto si llegaría a suceder. Un grupo de investigadores ha publicado un estudio (pendiente de ser revisado) en el que intentan estimar en qué momento podría producirse una misión tripulada a Saturno. Aunque es muy teórico, es posible que sea mucho más preciso que estimaciones anteriores. Su objetivo es dar una idea razonable de en qué momento el ser humano podría expandirse al sistema solar exterior.

¿Cuándo veremos una misión tripulada a Saturno?
Esta imagen de Saturno y sus anillos fue creada a partir de imágenes tomadas por la sonda Cassini en 2013. Crédito: NASA/JPL-Caltech/Space Science Institute/G. Ugarkovic

Creen que, como máximo, esa misión a Saturno podría tener lugar en 2153. El cómo llegar a esa cifra es complejo, pero parte del cálculo. Para entender cuándo podríamos llegar al sistema solar exterior, los investigadores utilizan dos variables: la distancia y el tiempo. En este caso, la distancia es, simplemente, la distancia a la que los seres humanos se han alejado de la Tierra. El tiempo, por otro lado, se define desde el inicio de la carrera espacial, en 1957. Hasta ese momento, ningún ser humano había abandonado nuestro planeta.

Otro dato importante es la llegada del ser humano a la Luna, en 1969. A una distancia de 0,0026 UAs (unidades astronómicas) no es adentrarse mucho en el Sistema Solar. Pero no deja de ser un inicio. El siguiente paso en la exploración, ahora mismo, todavía es una especulación. Los autores definen dos escenarios sobre cuándo llegará el ser humano a Marte. Teniendo en cuenta las ventanas de lanzamiento, calculan que, de manera realista, podemos esperar que los seres humanos lleguen allí en 2038. Es lo que planea la NASA con el programa Artemisa.

Sin embargo, los retrasos…

Por otro lado, también tienen en cuenta que la exploración espacial tripulada ha sufrido muchos retrasos. Por lo que, si se tienen en cuenta, puede que esa misión se retrase hasta 2048. Utilizando esta fecha como otro punto de inicio, desarrollan una secuencia de eventos para los siguientes pasos en la exploración del sistema solar. Cada paso es exponencial, por lo que su impacto es muy grande en las fechas de objetivos posteriores. Alcanzar Marte no es el único factor importante para determinar la exploración del resto del Sistema Solar.

Los autores, en este punto, usan otras dos variables. Por un lado, el presupuesto de la NASA. Por otro, el nivel tecnológico de la exploración espacial. Recurrir únicamente al presupuesto de la NASA puede parecer algo sesgado. A fin de cuentas, no es la única agencia espacial del mundo. Pero puede servir para hacerse una idea. Usar el presupuesto de NASA en la ecuación, permite obtener una relación lineal entre el tiempo y el presupuesto (sin ajustarlo para la inflación). El desarrollo tecnológico es mucho más difícil de medir.

Los autores utilizan un modelo sobre la cantidad de estudios que se publican, cada año, mencionando la exploración espacial. Es una aproximación para intentar determinar el nivel de tecnología necesario para poder completar esas misiones. Así, determinan que la relación entre la cantidad de estudios publicados, y el tiempo transcurrido, es exponencial. Hasta el punto de que, en los últimos años, se han llegado a ver hasta 2000 estudios, por año, relacionados con la exploración espacial. Algo que, por otro lado, resulta muy llamativo.

La primera misión tripulada a Saturno llegará en algún momento…

Con todo esto en mente, los investigadores obtienen una ecuación que puede resolverse utilizando diferentes estimaciones. Basta con incluir los datos sobre distancia, momento del inicio de la carrera espacial, el aterrizaje en la Luna y el primer viaje tripulado a Marte (este último todavía por suceder). A partir de ahí, es posible obtener fechas de los grandes pasos en la exploración espacial del futuro. Por ejemplo, el ser humano podría enviar sus primeras misiones tripuladas, al cinturón de asteroides, hacia 2073. El sistema de Júpiter se iría al siguiente siglo.

Júpiter visto por la sonda Cassini. Crédito: NASA/Johns Hopkins University Applied Physics Laboratory/Southwest Research Institute – National Aeronautics and Space Administration

Esa misión, para llevar astronautas al sistema joviano, tendría lugar hacia el año 2103. Finalmente, una misión tripulada a Saturno se desarrollaría solo unas décadas después. Podría tener lugar en 2132. Sin embargo, estas fechas pueden verse afectadas enormemente en función de la misión tripulada a Marte. Si esa misión se retrasa, todas estas fechas se retrasan y lo hacen de una manera exponencial. Sea como fuere, la tendencia general es que cada vez se lleve a cabo más exploración espacial tripulada. Siempre y cuando se mantengan las condiciones actuales.

Es decir, nuestro nivel actual de avance tecnológico (del que siempre se puede decir que, a lo mejor, puede aumentar en el futuro) y presupuestario. Este último es un punto muy variable. Probablemente habrá años que resultarán muy beneficiosos para el desarrollo de misiones tripuladas. Otros, sin duda, serán un paso atrás y provocarán retrasos. Lo que sí está claro, y no hay ninguna duda al respecto, es que el ser humano quiere ir cada vez más lejos. Puede que, realmente, el siglo que viene sea el siglo de una misión tripulada a Saturno y Júpiter…

Estudio

El estudio es P. Rosen, D. Zhang, J. Jiang et al.; «Impact of Economic Constraints on the Projected Timeframe for Human-Crewed Deep Space Exploration». Disponible en arXiv para su consultar, en este enlace.

Referencias: Universe Today