Los astrónomos han descubierto una de las galaxias más tenues que jamás hayamos observado hasta la fecha. Puede ser tentador pensar que debe estar muy lejos, si apenas podemos verla, pero lo cierto es que está en nuestro vecindario cósmico. De hecho, orbita alrededor de la Vía Láctea…

Refuerza nuestra teoría sobre el origen de las galaxias

La Vía Láctea, vista desde la Estación Espacial Internacional. Crédito: NASA/Reid Wiseman

La Vía Láctea, vista desde la Estación Espacial Internacional.
Crédito: NASA/Reid Wiseman

En la actualidad, las teorías existentes sobre cómo se forman las galaxias plantean que aquellas de gran tamaño, como la Vía Láctea, se forman a partir de colisiones entre galaxias mucho más pequeñas. Eso implica que, alrededor de nuestra galaxia, sin ir más lejos, debería haber centenares orbitándola, que serían los restos de las galaxias que, eventualmente, terminaron dando origen a la nuestra. Sin embargo, hasta ahora los astrónomos sólo habían encontrado medio centenar.

La nueva galaxia, llamada Virgo I, es el satélite más reciente que se ha descubierto. Fue hallada por un equipo de astrónomos japoneses, de la Universidad Tohoku, de Sendai (Japón), que examinaron el cielo con la ayuda de una nueva cámara instalada en el telescopio Subaru, de 8,2 metros de diámetro, que se encuentra en Hawái (y que es operado por Japón, a pesar de encontrarse en Estados Unidos).

Una galaxia muy tenue

La Gran Nube de Magallanes (que no la podemos ver desde el Hemisferio Norte) Crédito: NASA

La Gran Nube de Magallanes.
Crédito: NASA

Virgo I podría ser la galaxia más tenue que hemos observado hasta la fecha. Emite la mitad de luz que Segue 1, otra galaxia satélite de la Vía Láctea que, hasta ahora, destacaba también por su falta de brillo. Una única estrella luminosa de la Vía Láctea, sólo una, emite más luz que todas las estrellas de Virgo I juntas. Su descubrimiento es interesante porque, de momento, los astrónomos no saben cuál es el límite inferior de brillo de una galaxia.

Para ponerlo en perspectiva, la Vía Láctea tiene un diámetro aproximado de 150.000 años-luz, mientras que Virgo I apenas tiene un tamaño de unos pocos centenares de años, pero que es, inconfundiblemente, una galaxia (un cúmulo estelar con ese mismo brillo sería mucho más pequeño). Emite muy poca luz porque tiene muy pocas estrellas, que en conjunto sólo brillan con 180 veces la intensidad del Sol.

En cualquier caso, hay que mencionar que la luminosidad no está del todo definida. Los astrónomos sólo pueden ver las estrellas más luminosas de Virgo I, y por tanto puede que intentar encontrar la galaxia más tenue conocida sea algo absurdo. A fin de cuentas, una galaxia de este tipo puede perder una cantidad de brillo considerable cuando una de sus estrellas en fase de gigante roja se convierte en enana blanca. El año pasado se encontró un objeto aun más tenue en la constelación de la ballena, pero parece que se trataría de un cúmulo de estrellas más que de una galaxia.

No sólo es tenue, está lejos

Las dos Nubes de Magallanes (Grande y Pequeña) son dos galaxias enanas irregulares. Crédito: ESO/S. Brunier - ESO

Las dos Nubes de Magallanes.
Crédito: ESO/S. Brunier – ESO

Hay algo en lo que Virgo I sí gana a otras galaxias satélite de la Vía Láctea. Está a 280.000 años-luz de distancia, casi el doble de lo que nos separa de la Gran Nube de Magallanes que, dicho sea de paso, es la galaxia satélite más brillante de nuestra galaxia. Si Virgo I siempre ha estado así de lejos, entonces parece que podemos descartar la idea de que el motivo esté en que la Vía Láctea le haya ido robando estrellas.

En su lugar, es posible que estas galaxias comiencen así, siendo increíblemente tenues, en lugar de perder brillo a causa de que sus estrellas sean capturadas por otras galaxias. La distancia que nos separa de Virgo I también explica por qué las búsquedas anteriores (en las que se utilizaban telescopios más pequeños), nunca llegaron a observarla. Por eso, no es descabellado pensar que en los próximos años, a medida que los astrónomos siguen explorando el firmamento, encontremos muchas más como ésta. Hasta ahora, sólo han cubierto 1/400 parte del cielo… ¿cuántas galaxias satélite podría tener la Vía Láctea?

El paper del estudio, «A New Milky Way Satellite Discovered In The Subaru/Hyper Suprime-Cam Survey» está disponible en arXiv.

Referencias: New Scientist