Los viajes espaciales, tarde o temprano, tendrán que ser inclusivos para todo el mundo, sin importar si tienen discapacidades. Pero ¿es posible que alguien con, por ejemplo, problemas de visión o movilidad limitada, pueda desenvolverse en el espacio? Es algo que se está explorando…
En busca de crear un entorno accesible a todo el mundo
A medida que el viaje al espacio sea más accesible, mucha gente querrá aventurarse más allá de la superficie de nuestro planeta. Esto ha provocado que, poco a poco, comiencen a surgir preguntas importantes. Por ejemplo, ¿cómo se desenvuelve una persona que tenga visión parcial, o movilidad reducida, en el reducido espacio de una estación espacial? A medida que se van produciendo avances en el vuelo espacial, y se empieza a pensar en la posibilidad de, en un futuro no muy lejano, vivir más allá de nuestro planeta, ¿cómo hacer que sea posible para todo el mundo?
El proyecto AstroAccess tiene como objetivo, precisamente, intentar responder a esas preguntas. El pasado 17 de octubre, de 2021, llevaron a cabo un vuelo parabólico que ya es histórico. Un grupo de 12 científicos, veterano, estudiantes, atletas y artistas, con diferentes discapacidades, volaron en un entorno de microgravedad. Es un primer paso para comprender qué es necesario para conseguir que los viajes espaciales sean inclusivos. El objetivo del proyecto, según explican, es demostrar que el vuelo espacial es seguro para todo el mundo.
En este primer vuelo, se buscaba demostrar que la tripulación es capaz de cumplir diferentes tareas. Desde navegar en todas direcciones hasta comunicarse de forma precisa. Así como ser capaces de moverse hasta un punto en concreto. El objetivo es que el espacio sea más accesible. No en vano, en Estados Unidos, por ejemplo, el 26% de la población tiene algún tipo de discapacidad. Sin embargo, tan solo el 8,4% de ese grupo son científicos o ingenieros. El objetivo de AstroAccess es que la ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas lleguen a más gente.
Haciendo que los viajes espaciales sean inclusivos sin importar las limitaciones
El objetivo de AstroAccess es entender qué hace falta para lograrlo. Por ello, planean llevar a cabo una serie de vuelos parabólicos en el futuro, tras el vuelo inaugural de octubre. Serán llevados a cabo por la compañía Zero Gravity Corporation (Zero-G). Se trata de un avión equipado con una sección espacial, acolchada, que alcanza una altura de 10 kilómetros y desciende rápidamente. En ese descenso se crea un efecto de microgravedad que dura unos 30 segundos. Después, el avión vuelve a elevarse hasta una altura estable y repite el proceso.
En el caso del vuelo realizado el 17 de octubre, el proceso se repitió en 15 ocasiones. Entre los 12 tripulantes, o embajadores, como los denomina AstroAccess cuatro son ciegos o tienen una visión muy reducida. Otros dos son sordos o una capacidad auditiva muy baja. Los otros seis embajadores tienen diferentes grados de movilidad reducida. Todos ellos llevaron a cabo diferentes tareas y retos en ese entorno de microgravedad. Se buscaba comprobar que todos podían llevar a cabo tareas básicas. Cosas como desplazarse hasta una máscara de oxígeno.
También comprobaron si es posible usar indicadores acústicos para que las personas ciegas, o con visión reducida, puedan orientarse. Así como la efectividad del uso de dispositivos hápticos para comunicar comandos. Asimismo, también están estudiando de qué manera se vería afectado, por la microgravedad, el uso del lenguaje por señas estadounidense. En el vuelo ha participado, como jefe médico, Eric Viirre, que cuenta con amplia experiencia e información. De hecho, no era su primer vuelo, ya fue jefe médico en el vuelo de microgravedad de Stephen Hawking, en 2007.
Mucho que aprender todavía, pero prometedor
Viirre ha actuado como jefe médico, desde entonces, en varios vuelos de microgravedad con personas con diferentes tipos de discapacidad. En sus palabras, todavía queda mucho por aprender sobre los viajes en el espacio, pero allí es donde considera que se encuentra nuestro destino. Junto a él, y muchas otras personas, también se encuentra Brenda Williamson, que ha trabajado en los aspectos de preparación del vuelo. Su trabajo, a grandes rasgos, es garantizar que todo funciona correctamente, ocupándose de cosas como el transporte o la alimentación.
Su objetivo, según explica, es conseguir que cualquier persona pueda viajar al espacio exterior. Busca que sea posible sin necesidad de ser un astronauta con un entrenamiento espectacular y unas condiciones físicas fuera de serie. Explica que ha crecido viendo Star Trek y que la idea de que cualquier persona pueda explorar el espacio es muy importante. Sea como fuere, el objetivo de AstroAccess no solo es admirable, es tremendamente útil. Es algo que, seguramente, también beneficiará al ciudadano medio cuando sea posible viajar al espacio con más facilidad.
Este proyecto se suma a una lista, cada vez más larga, de compañías y personas que están trabajando en conseguir que el viaje al espacio sea cada vez más fácil. Se busca que los viajes espaciales sean inclusivos para todos. Ya no solo a nivel de preparación y economía, también para que cualquier persona, incluso si tiene algún tipo de impedimento, pueda disfrutar de uno de los grandes objetivos y sueños de la humanidad. El de poder viajar más allá del entorno protector de la Tierra y aventurarse a otros lugares del Sistema Solar y de la galaxia…
Referencias: Phys