Elon Musk ha explicado en la red social X que quiere retirar la Estación Espacial Internacional tan pronto como sea posible. De hecho, ha especificado que su deseo es que tenga lugar en tan solo dos años. Algo que supondría poner fin al funcionamiento de la estación antes de lo previsto…
Elon Musk quiere retirar la Estación Espacial Internacional en dos años
En su tweet, Elon Musk explicaba que «es el momento de comenzar los preparativos para desorbitar la estación. Ha cumplido su propósito. Hay muy poca utilidad incremental. Vamos a Marte«. Tras las preguntas sobre si se refería a acelerar los planes actuales, que contemplan retirar la Estación Espacial Internacional en 2030, ha dicho que «la decisión depende del Presidente, pero mi recomendación es que suceda tan pronto como sea posible. Recomiendo que sea en dos años a partir de ahora«. Una retirada que dependerá de SpaceX.

Es la compañía de Elon Musk la que tiene el contrato para construir un vehículo que desorbite la estación. Se utilizará una versión modificada de la cápsula Dragon para ello. Aunque también tiene varios viajes tripulados pendientes a la estación espacial para NASA y otros socios comerciales. Además, cada año, SpaceX lanza dos misiones de suministros a la Estación Espacial Internacional. La decisión dependerá de uno de los amigos del propio Musk. Se trata del multimillonario Jared Isaacman, al que Donald Trump ha nominado para dirigir la agencia espacial en el futuro.
Elon Musk lleva ya un tiempo intentando que NASA centre su atención en perseguir su sueño para construir una colonia en Marte, así como el futuro del programa Artemisa. Sus planes, a corto plazo, siguen centrados en volver a la Luna, pero hay muchas dudas sobre qué va a hacer Donald Trump y cuáles son sus intenciones. Boeing, que construye la fase central del cohete SLS (que se ha diseñado para el programa Artemisa), ya se ha preparado para despedir hasta a 400 empleados si se diese el caso de que los planes de Artemisa cambien.
Boeing es uno de los grandes perjudicados
Boeing también saldría perjudicada si la Estación Espacial Internacional es desorbitada antes de 2030. Supondría que su cápsula Starliner no llegue a volar (o realice muy pocos viajes) con tripulación a la estación. Un servicio que, en principio, iba a compartir con la cápsula Crew Dragon cada año. Si la estación se retira antes de 2030, la compañía se verá perjudicada al no tener la oportunidad de llevar a cabo ese contrato. La empresa tiene un contrato para realizar hasta seis vuelos tripulados, siempre y cuando consiga certificar su cápsula.
Sin embargo, si la estación espacial se retira en 2027, como quiere Elon Musk, entonces la NASA no necesitaría la inmensa mayoría de esas misiones. Hasta la fecha, SpaceX ha lanzado diez misiones tripuladas a la estación espacial para NASA, así como otras tres para la compañía Axiom Space. Lo ha hecho utilizando cuatro cápsulas Crew Dragon. El próximo vuelo para NASA está programado para mediados de marzo. También hay otro vuelo tripulado para la compañía Axiom Space, que debería tener lugar en algún momento de la primavera de 2025.
La gran pregunta, sin duda, es qué sucederá si Elon Musk consigue que NASA centre su atención en Marte, en lugar de la Luna. El programa Artemisa, de entrada, supondría una gran cantidad de trabajo perdido. Si la agencia espacial decidiese centrarse por completo en el planeta rojo, y abandonar todo lo hecho hasta ahora, el programa espacial tripulado sufriría un duro revés, al tener que comenzar de nuevo de cero. Además, aunque la intención de Musk o Trump puede ser llevar a cabo misiones tripuladas en esta misma década, el panorama es muy diferente.
Una misión tripulada a Marte sigue siendo algo inviable
Incluso en el panorama más optimista, en el que Starship entrase en funcionamiento a nivel comercial en este mismo 2025, es difícil pensar que una misión tripulada pueda convertirse en realidad a corto plazo. Es cierto que la NASA es la que establece los requisitos para enviar una misión tripulada. Es decir, la propia agencia podría decidir que, a partir de este momento, una nave solo necesita conseguir la certificación para realizar misiones tripuladas. En el presente no es así, tras entrar en funcionamiento a nivel comercial, una nave (o cápsula) debe realizar varios vuelos con éxito.

Es solo a partir de ese momento cuando se valoran las misiones tripuladas. Pero, incluso si esa política cambiase, sigue siendo necesario resolver cuestiones como el propio viaje: la tripulación necesitará suministros para el viaje de ida, la permanencia en Marte y el viaje de vuelta. No solo eso, el momento idóneo para el lanzamiento de una misión tripulada se da cuando Marte está en oposición. En ese entonces, es cuando la distancia entre ambos planetas es la menor posible. Es decir, el tiempo de viaje es más corto y la misión es más asequible (en todos los aspectos).
La próxima oposición de Marte tendrá lugar en 2027. Es decir, esa sería la siguiente oportunidad. Tras ella, habría que esperar ya a 2029 (y tendría lugar tras el final del mandato de Donald Trump). Hay que considerar también todas las cuestiones que quedan por resolver desde el punto de vista de la salud mental y física de los astronautas. Son muchos factores los que hay que tener en cuenta para garantizar el éxito de una misión tripulada a Marte. Habrá que esperar a que Jared Isaacman se convierta en administrador de NASA para descubrir sucederá…
Referencias: Phys