Las muestras del asteroide Ryugu ya están siendo analizadas. En un estudio, publicado recientemente, se explica la detección de materia orgánica en la muestra analizada. Algo que apunta, una vez más, en la dirección que plantea que los bloques de la vida pudieron tener su origen en el espacio…

Las muestras del asteroide Ryugu permiten plantear cuál pudo ser el origen de la vida

Las muestras de polvo del asteroide Ryugu fueron recogidas por la sonda Hayabusa2 y traídas de vuelta a la Tierra en 2020. La misión tuvo una duración de seis años, visitando el asteroide, a 300 millones de kilómetros de la Tierra. Ahora, los investigadores están comenzando a comprender sus secretos. Están realizando los primeros estudios sobre pequeñas muestras de los 5,4 gramos que se recogieron. Está formada por polvo y pequeños fragmentos rocosos oscuros. En un estudio, publicado recientemente, se ha anunciado el descubrimiento de aminoácidos y materia orgánica.

Las muestras del asteroide Ryugu y la búsqueda de vida
Concepto artístico de los rovers MINERVA-II en la superficie de Ryugu. Crédito: JAXA

Su presencia podría dar más información sobre cuál fue el origen de la vida en nuestro planeta. El descubrimiento de aminoácidos es muy importante, explican los investigadores, porque Ryugu no ha estado expuesto a la biosfera terrestre. Algo que no sucede en el caso de los meteoritos. Por lo que su detección muestra que, como mínimo, algunos de los bloques de la vida pudieron formarse en entornos espaciales. En total, los investigadores han encontrado veintitrés tipos diferentes de aminoácidos. Su material es muy primitivo.

Las muestras fueron recogidas después de que un pequeño proyectil golpease la superficie de Ryugu. Su material tiene las características más primitivas que se han observado en cualquiera de las muestras naturales que se han recogido. Ni siquiera los meteoritos, según explican desde la Agencia Espacial Japonesa, muestran un material tan primitivo como el que se puede observar en este caso. No solo eso, los investigadores han logrado determinar cuándo se pudo crear parte de este material, así como las condiciones de su formación…

Un material que nunca se calentó en exceso

La estimación es que el material se formó apenas cinco millones de años tras el nacimiento del Sistema Solar. Su temperatura, en ningún momento, ha superado los 100 grados. En otro estudio, se explica que la composición química del material es la que más se parece a la fotosfera del Sol, en comparación a otras muestras. El hallazgo podría ser tremendamente valioso. Una de las grandes preguntas, en los últimos años, es cuál es el origen de la materia orgánica. Se han planteado diferentes orígenes a lo largo del tiempo.

Por un lado, es posible que esa materia orgánica (y los aminoácidos) se creasen en nuestro planeta. La atmósfera primitiva, y los impactos de rayos, tras el enfriamiento del planeta, podrían haber proporcionado un entorno apropiado para que se pudiesen formar los bloques de la vida. La otra posibilidad es que, en realidad, ese material llegase desde otros lugares del Sistema Solar. La presencia de aminoácidos, en la muestra, es un motivo para pensar que su origen podría estar, realmente, en el espacio exterior. Aunque no es una respuesta definitiva.

A fin de cuentas, también es posible que el origen de la materia orgánica esté en ambos lugares. Es decir, que se formase en la Tierra y, a su vez, también llegase gracias al impacto de asteroides en aquellos primeros millones de años de este rincón de la galaxia. Hay que recordar, además, que no es la primera vez que se detectan aminoácidos en muestras de asteroides. Si el origen extraterrestre se convierte en la principal fuente, también afectará a la perspectiva que tenemos sobre la posible abundancia de vida en otros lugares del universo…

Las muestras seguirán siendo estudiadas

A fin de cuentas, si el origen más probable es el espacio exterior, entonces nos encontramos con una situación muy interesante. En el Sistema Solar, no solo la Tierra tuvo posibilidades de ser un planeta habitado. Venus y Marte, en su infancia, se cree que fueron mundos muy parecidos al nuestro. Por lo que, también, debieron tener las condiciones apropiadas para que la vida pudiese llegar a aparecer. Al igual que la Tierra, también sufrieron impactos de asteroides en su juventud. Por lo que, en principio, quizá tuvieron todo lo necesario…

Concepto artístico de Marte poco después de su formación, con agua líquida en su superficie. Crédito: NASA/GSFC

Esto no implica, ni mucho menos, que la vida llegase a aparecer en alguno de ellos. Del mismo modo, también podemos extrapolar este mismo mecanismo al resto de la Vía Láctea. Muchos otros planetas, en el conjunto de la galaxia, habrán sufrido el impacto de asteroides que, como Ryugu, pudiesen transportar consigo los bloques de la vida. Sería un mecanismo universal que permitiría plantear que la vida pudo tener muchas oportunidades para aparecer en el conjunto de la galaxia. De todos modos, por ahora solo hay suposiciones.

El estudio de muestras de asteroides, como Ryugu, y de lugares como Marte, ayudarán a seguir completando la imagen sobre la historia y aparición de la vida en la Tierra. Las muestras del asteroide seguirán siendo analizadas en los próximos años, por lo que probablemente nos esperan más descubrimientos al respecto. Asimismo, se espera que a finales de esta década, si no hay retrasos, se lleve a cabo la misión de retorno de muestras de Marte. El estudio del material del planeta rojo podría ayudar a encontrar nexos comunes entre ambos lugares…

Referencias: Phys