La Tierra es un planeta habitable… que podría serlo todavía más si la órbita de Júpiter cambia. Es algo que resulta tan desconcertante como intrigante. Por extraño que pueda parecer, teniendo en cuenta que nuestro planeta está habitado, es posible que haya mundos incluso más habitables…

La Tierra sería más habitable si Júpiter describiese una órbita diferente

De todos los planetas conocidos, la Tierra es el único capaz de albergar vida. Lo sorprendente es que, según un nuevo estudio, si la órbita de Júpiter cambiase, nuestro planeta sería incluso más habitable que en el presente. Cuando un planeta tiene una órbita perfectamente circular alrededor de su estrella, la distancia entre astro y planeta nunca cambia. La mayor parte de planetas, sin embargo, tienen órbitas excéntricas alrededor de sus estrellas. Es decir, tienen forma de óvalo (que puede ser más o menos pronunciado).

La Tierra sería más habitable si la órbita de Júpiter cambiase
La Tierra vista desde el espacio. Crédito: NASA

Cuando el planeta se acerca a la estrella, recibe más calor. Al alejarse, naturalmente, recibe menos. Esto afecta al clima terrestre. Con la ayuda de modelos detallados, del Sistema Solar tal y como lo conocemos, un grupo de investigadores ha creado un sistema solar alternativo. En este sistema, puramente teórico, han observado que si Júpiter describiese una órbita mucho más excéntrica, provocaría grandes cambios en la órbita de la Tierra. Es decir, la distancia de Júpiter al Sol sería la misma, pero su órbita sería mucho más ovalada que la del planeta real.

En ese escenario, los investigadores explican que la Tierra sería mucho más habitable. Pero ¿por qué sería más habitable? Entre 0 y 100ºC, la superficie de la Tierra es habitable para diferentes formas de vida. Si Júpiter hiciese que la órbita de la Tierra se volviese más excéntrica, habría partes del planeta a veces más cerca del Sol. Las regiones de la superficie, que ahora mismo están bajo cero, se volverían más cálidas. Esto provocaría un aumento de las temperaturas dentro de la franja habitable. El resultado resulta tremendamente llamativo.

Un planteamiento que va contra lo que se suponía

El estudio pone patas arriba dos suposiciones que se realizaban desde hace tiempo sobre el Sistema Solar. Por un lado, que nuestro planeta es el ejemplo ideal de un planeta habitable. Por otro, que cualquier cambio en la órbita de Júpiter, siendo tan masivo como es, solo podría ser negativo para la Tierra. Ambas suposiciones resultan ser falsas si nos apoyamos en lo que publican los investigadores en este estudio. El próximo paso, que tienen en mente, es aplicar este conocimiento a la búsqueda de planetas habitables en torno a otras estrellas.

Lo primero que se suele revisar, en la búsqueda de exoplanetas, es si está en la zona habitable. Es decir, la franja, en torno a una estrella, en la que un planeta podría tener agua en estado líquido en su superficie. En su órbita, diferentes regiones de un planeta reciben más o menos rayos directos. Es decir, tiene diferentes estaciones. Durante una estación, una zona de ese planeta puede ser agradable. En otra, sin embargo, puede ser extremadamente cálida o fría. Tener agua en la superficie, por tanto, es un primer paso demasiado simple.

Porque, continúan los investigadores, no tiene en cuenta la forma de la órbita del planeta, ni las variaciones estacionales que podría experimentar. Los telescopios existentes pueden determinar la órbita de un planeta. Sin embargo, hay otros factores que podrían afectar a la habitabilidad. Aspectos como la inclinación de su eje. La parte del planeta inclinada en dirección opuesta recibiría menos energía, por lo que sería más fría. Es este mismo hilo de razonamiento el que permite llegar a la importancia de la órbita de Júpiter.

Un Júpiter más cercano serían malas noticias porque la Tierra sería menos habitable

¿Qué sucedería si Júpiter estuviese mucho más cerca del Sol? Provocaría que el eje de la Tierra tuviese una inclinación extrema. En consecuencia, grandes regiones del planeta estarían constantemente en temperaturas bajo cero. El mayor inconveniente es que, en el estudio de exoplanetas, es mucho más difícil medir la inclinación del eje o la masa del planeta. Así que los autores del estudio quieren trabajar en métodos que les ayuden a estimar esos factores. En definitiva, es importante tener en cuenta el impacto de los planetas gigantes.

Júpiter visto por la sonda Cassini. Crédito: NASA/Johns Hopkins University Applied Physics Laboratory/Southwest Research Institute – National Aeronautics and Space Administration

Es algo vital para realizar predicciones sobre la habitabilidad de planetas en otros sistemas de la Vía Láctea. También ayudará a entender la influencia de Júpiter en nuestro sistema solar. Especialmente, entender qué impacto ha podido tener en el clima de la Tierra a lo largo de su historia, así como qué efecto ha tenido su órbita en nuestro planeta. Y, por supuesto, cómo podría cambiar su órbita en el futuro y, en consecuencia, afectar a la Tierra. Este estudio, al igual que otros, nos recuerda que la Tierra no es un sistema aislado.

Forma parte del conjunto del Sistema Solar y los cambios que tienen lugar, en este rincón de la galaxia, afectan a nuestro planeta. En algún lugar de la galaxia, si los investigadores están en lo cierto, es posible que haya un planeta que tenga incluso mejores condiciones para ser habitable. Pero, del mismo modo, también es posible que haya algún planeta que, sin la influencia de un gigante gaseoso similar, podría tener las condiciones para ser más habitable. La influencia de un planeta tan masivo puede ser tanto beneficiosa como perjudicial…

Estudio

El estudio es P. Vervoort, J. Horner, S. Kane et al.; «System Architecture and Planetary Obliquity: Implications for Long-term Habitability». Publicado en la revista The Astronomical Journal el 8 de septiembre de 2022. Puede consultarse en este enlace.

Referencias: Phys