La Tierra pierde más calor por un hemisferio del planeta que otro. Es un hallazgo que resulta muy curioso, y que nos ofrece una buena oportunidad para hablar del proceso de enfriamiento del planeta. No es nada que vaya a afectar a la habitabilidad de nuestro planeta a corto plazo…

La Tierra pierde calor desde su formación

Al igual que muchos objetos del Sistema Solar, de la Vía Láctea y del universo, por extensión, la Tierra se enfría. Los planetas, asteroides, cometas, planetas enanos, etc., se enfrían desde su formación, al no tener una fuente de energía que la mantenga en marcha. La velocidad del proceso depende de diferentes parámetros, como el tamaño del objeto del que estemos hablando. En algunos casos, tienen un efecto fácilmente perceptible. Es lo que sucede en la Luna o en Marte. Al enfriarse, se encogen y se producen pequeños movimientos sísmicos.

La Tierra pierde más calor en un hemisferio que otro
Concepto artístico de la estructura interna de la Tierra. Crédito: Kelvinsong/Wikimedia Commons

Naturalmente, la Tierra también se enfría, al igual que el resto de planetas. El proceso es extremadamente lento y se desarrolla en una escala de miles de millones de años, pero es un mecanismo importantísimo. El hecho de que nuestro planeta tenga un núcleo parcialmente fundido es lo que permite que sea capaz de generar un campo magnético. El núcleo sólido, en el centro de la Tierra, está rodeado por el núcleo líquido (ambos son la parte interior y exterior, respectivamente, del núcleo terrestre). Es el movimiento de la parte líquida la que genera el campo magnético.

Esto nos permite trasladarnos a lugares como Marte. El planeta rojo perdió su campo magnético cuando su núcleo se enfrío. Al ser un planeta con menor masa y densidad, el proceso fue mucho más rápido que en la Tierra. La pérdida del campo magnético propició, por si no fuese suficiente, que el Sol pudiese arrancar la atmósfera del planeta. Lo convirtió en un lugar inhabitable, a pesar de que tras su formación era un lugar mucho más parecido a la Tierra. Durante sus primeras etapas, Marte era un planeta habitable, hasta que todo se fue al traste…

Las particularidades de la Tierra

Ahora, un grupo de investigadores ha descubierto indicios que indican que la pérdida de calor es más pronunciada en un hemisferio del planeta que en otro. En su estudio, han explicado la creación de modelos que representan la pérdida de calor en los últimos 400 millones de años, en busca de ver qué resultados obtienen. En investigaciones anteriores ya se ha observado que el calor interno de la Tierra llega hasta la superficie. Allí se disipa. El calor interno del planeta procede de la degradación de los elementos radiactivos que contiene.

Así como el calor producido por las colisiones entre los objetos que llevaron a la formación de nuestro planeta en la formación del Sistema Solar. Ahora, los investigadores han observado que el calor interno no escapa de forma uniforme por toda la superficie. Algo que podría haberse visto ayudado por el período de tiempo analizado. En estudios anteriores, los modelos de pérdida de calor de la Tierra se remontaban hasta hace unos 240 millones de años. En este nuevo estudio, los investigadores han creado modelos remontándose a 400 millones de años.

En este tiempo, la faz de nuestro planeta ha cambiado radicalmente. Desde Pangea, el último supercontinente de la Tierra, hasta la configuración de continentes que conocemos en la actualidad. Así que, para tener todo en orden, los investigadores comenzaron calculando cuánto calor se ha perdido en el período que querían estudiar. Determinaron que, aproximadamente, es de 149 Kelvin por mil millones de años de enfriamiento. También han añadido datos para describir cuánto calor se desplaza a través de las diferentes superficies.

La cantidad de calor que pierde la Tierra varía según el tipo de corteza

Esos datos, junto a los correspondientes al movimiento de los continentes, permite tener una imagen muy completa. El calor se mueve de una forma mucho más eficiente a través de la corteza bajo los océanos que bajo la corteza continental. El modelo muestra que la Tierra pierde más calor en las zonas cubiertas con grandes océanos. Más concretamente, el Océano Pacífico. Esto les ha permitido observar que, si se dividiese el planeta en dos, a través de la longitud de 60 grados, la diferencia de calor perdido era tremendamente pronunciada.

Concepto artístico de la Tierra poco después de su formación. Crédito: Public Domain Pictures

En un hemisferio nos encontramos, principalmente, el océano Pacífico. En el otro tenemos principalmente África, Europa y Asia. El hemisferio del océano Pacífico deja escapar mucho más calor. Los cálculos muestran que, aproximadamente, el hemisferio del océano Pacífico se ha enfriado 50 grados más que el hemisferio de África en los últimos 400 millones de años. Es una observación intrigante, en cuanto a que permite entender cómo afecta la distribución de masa continental a la pérdida de calor del planeta. Sin embargo, no tiene un impacto destacable.

Es decir, la Tierra se viene enfriando desde su formación. Se podría pensar que el ritmo al que lo hace es el mismo en toda su superficie, pero resulta que no. Es una curiosidad que ayuda a comprender mejor cómo es nuestro mundo y cómo funciona este proceso. No afecta al ritmo de enfriamiento. Es decir, la Tierra tardará miles de millones de años en enfriarse hasta el punto de poder perder su campo magnético. De hecho, nuestro planeta dejará de ser habitable mucho antes de que el campo magnético pueda desaparecer…

Estudio

El estudio es K. Karlsen, C. Conrad, M. Domeier et al.; «Spatiotemporal Variations in Surface Heat Loss Imply a Heterogeneous Mantle Cooling History». Publicado en la revista Geophysical Research Letters el 24 de febrero de 2021. Puede consultarse en este enlace.

Referencias: Phys