Esta semana, en Astrobitácora 2×18, hablamos de cómo se da nombre a los objetos celestes, y cómo descifrar algunos de esos nombres tan crípticos. En YouTube, además, hablamos de algunos de los sistemas de propulsión que se están explorando para usar en un futuro no muy lejano…
Astrobitácora 2×18: Los nombres de los objetos celestes
No es fácil poner nombre a miles de millones de estrellas, así como asteroides, planetas enanos, exoplanetas… Por ello, a lo largo del tiempo, y a medida que ha ido aumentando nuestro conocimiento de la Vía Láctea, se han creado diferentes sistemas para dar nombre a las estrellas. Primero, a las que se podían ver a simple vista desde la Tierra. Después, a las que se iban descubriendo con la ayuda de telescopios. Finalmente, a las que se están descubriendo gracias a misiones tan ambiciosas como la de la sonda Gaia. Además, con mucha libertad a la hora de dar nombres…
A esto hay que sumarle, por supuesto, los nombres de planetas, cuyo origen se remonta a la época romana, principalmente. O el complejo sistema utilizado para las designaciones de asteroides. Algo que resulta interesante porque, en medio de todo ese aparente galimatías, podemos encontrar mucha más información de lo que se podría pensar en un primer vistazo. No podemos olvidarnos también de la necesidad de dar nombre a las diferentes estrellas que forman parte de un mismo sistema. Por ejemplo: Sirio es, en realidad, dos astros: Sirio A y B.
Por si no fuera suficiente, también es necesario dar nombre a los exoplanetas que se van descubriendo en torno a otras estrellas de nuestra galaxia. Así que podemos encontrarnos con nombres tan extraños como Gliese 667 Cc. Algo que, sin embargo, nos indica el sistema (Gliese 667), la estrella (C, por tanto, la tercera) y el exoplaneta (c, siendo el segundo, ya que para el primero se usa la b). En definitiva, no es tan caótico como podría parecer. Como siempre, puedes escuchar Astrobitácora 2×18 en iVoox, tanto en su aplicación como en la web, y aquí mismo:
YouTube: Los sistemas de propulsión del futuro
En YouTube, además, hablamos de los sistemas de propulsión que se están investigando y que podríamos ver en funcionamiento en los próximos años. En algunos casos, ya estamos viendo variantes en funcionamiento en estos momentos. Sea como fuere, es imprescindible encontrar un sustituto a los cohetes químicos. Este sistema de propulsión es muy útil para poder poner cargas en el espacio, desde la Tierra. Sin embargo, una vez lejos de nuestro planeta, hay otros métodos más eficientes que se pueden utilizar, para generar más empuje.
Estamos hablando de planteamientos como el uso de reactores nucleares (en miniatura), motores eléctricos… cada uno plantea sus ventajas y desventajas. En algunos casos, como los motores de iones, ya estamos familiarizados con su funcionamiento en modelos de poca potencia. Sin embargo, el objetivo es conseguir desarrollar versiones más potentes, que se puedan utilizar en otros contextos. Así como, por ejemplo, sistemas de propulsión como velas solares, que permitirían viajar por el Sistema Solar sin necesitar combustible.
Son solo algunas de las ideas que se están planteando, que permitirán que, a medida que crece nuestra presencia en el espacio, tanto en la órbita baja de la Tierra, como en otros lugares del Sistema Solar. El objetivo no es solo poder viajar con menor cantidad de combustible, también más rápidamente. Algo imprescindible para poder alcanzar lugares como Marte, con una misión tripulada, en el mínimo tiempo posible. Como siempre, puedes ver el vídeo en el canal de YouTube, en este enlace, o, si lo prefieres, al principio de este artículo.