Un investigador plantea que la evolución del idioma, en un futuro lejano, cuando el ser humano viaje a otras estrellas, podría ser dramático. No es un planteamiento descabellado, si prestamos atención a lo que explica. A fin de cuentas, esos viajes podrían ser muy largos…

La evolución del idioma en una nave

Imaginemos un futuro muy lejano. Uno en el que el ser humano se haya convertido en una especie interestelar. Capaces de viajar más allá del Sistema Solar, a otros mundos colonizados. Eso sí, solo en viajes en naves generacionales. Es decir, viajando a velocidades muy inferiores a la de la luz. De tal modo que, en esas naves, generaciones enteras de seres humanos nacerán, vivirán y morirán. No solo eso, también, con ellos, cambiará el idioma que usan con el paso del tiempo. Hasta el punto de poder convertirse en un problema.

La evolución del idioma durante un viaje espacial
Concepto artístico de varias naves Starship alrededor de un asentamiento en Marte. Crédito: SpaceX

Esa evolución del idioma podría provocar, por ejemplo, que la siguiente expedición en llegar a un nuevo mundo, sea incapaz de comunicarse con sus anfitriones. O que puedan ser incapaces de comunicarse con aquellos que permanecen en la Tierra. Por ello, Andrew McKenzie y Jeffrey Punske, los autores de este estudio, tienen una sugerencia clara. En esas misiones, debería haber un lingüista. O, por lo menos, personal que sea capaz de entender cómo podría producirse esa evolución del idioma. Así como de qué manera adaptarse.

En el estudio, explican cómo cambia el concepto del idioma con el paso del tiempo. Tenemos multitud de ejemplos en nuestra propia historia. En el caso de los investigadores, naturalmente, ponen ejemplos del habla inglesa, pero los encontramos también en cualquier otra lengua. Mencionan, por ejemplo, cómo cambio el idioma de los exploradores de las islas de Polinesia a lo largo del tiempo. En las últimas décadas también se ha visto cómo ha evolucionado el idioma. Lo podemos ver, a pequeña escala, en qué expresiones se usan hoy en día. Muchas han caído en desuso.

El idioma está tan vivo como la civilización

Los investigadores explican que, en inglés, en las últimas décadas se ha popularizado el uptalk, terminar la frase con una entonación alta. Es algo propio de las preguntas, pero que, en realidad pretende indicar educación. Inicialmente empezó como algo popular entre jóvenes americanos y australianos, pero se ha expandido a la mayoría del mundo angloparlante. Con el paso del tiempo, añaden, puede haber formas gramáticas que reemplacen a las anteriores. Esto nos lleva a un punto que podemos trasladar a nuestro idioma.

Si intentásemos hablar con Cervantes, encontraríamos que nos resulta especialmente complicado. El idioma, en estos 400 años, ha cambiado de una forma muy profunda. Extrapolemos eso, ahora, a una nave generacional. Generaciones enteras de seres humanos que se desarrollarán en un contexto muy específico. En un lugar en el que tendrán conceptos propios de la vida en una nave. Donde surgirán problemas sociales diferentes. Un escenario en el que habrá que crear expresiones nuevas para definir problemas que no podemos imaginar.

Eso afectará a la evolución del idioma hablado en la nave. Hasta el punto de que habría vocabulario propio de la nave. La población de la Tierra nunca lo conocería, salvo que se le comunicase intencionadamente. Además, a medida que se aleje la nave, probablemente haya menos motivos para mantener el contacto con el planeta. Salvo, quizá, para indicar que todo procede en orden. Pero además de cambiar el idioma de la nave, también cambiará el de la Tierra. Y, por supuesto, también evolucionará el idioma de la colonia a la que viajen.

¿Cómo mantener el contacto pese a la evolución del idioma?

Así que no es difícil imaginar un escenario que resulta problemático. La tripulación que llegue a la colonia, tras cientos o miles de años de viaje, hablará un idioma diferente al de la colonia. Quizá hasta el punto de encontrarnos con algo similar a intentar hablar con Cervantes utilizando el idioma moderno. Los investigadores añaden, además, que el lenguaje de signos también tendrá que adaptarse. Porque, sin duda, habrá personas que sean sordas. Sin personal encargado de controlar cómo cambia el lenguaje, los problemas son innumerables.

Recreación de un atardecer en el exoplaneta Gliese 667Cc. La estrella más cercana es la enana roja Gliese 667 C, en la derecha aparecen Gliese 667 A y Gliese 667 B, las tres forman parte de un sistema solar triple. Crédito: ESO/L. Calçada

Al llegar a su nuevo hogar, incapaces de comunicarse con sus compañeros, podrían verse aislados. Puede que durante generaciones, hasta que aprendan el idioma local. A menos que se pueda establecer contacto de antemano. De esa forma, en la recta final del viaje, la tripulación podría aprender el idioma de la colonia. Así, de esa manera, evitarían verse aislados. Los investigadores explican que, en el fondo, este escenario es inevitable. Suponiendo, claro está, que llegue un día en el que nos convirtamos en una civilización interestelar.

Desde el punto de vista de los investigadores, la presencia de un lingüista en la nave sería tremendamente útil. Podría, en cada nave, documentar cómo ha evolucionado el idioma. Pero, sea como fuere, este estudio es también un recordatorio de que la ciencia ficción no siempre acierta. Aunque la idea de un idioma universal pueda resultar muy tentadora, parece poco probable. A fin de cuentas, cada sociedad tendrá sus propias expresiones para explicar situaciones que son únicas para ellos. ¿Cómo serán las comunicaciones en el futuro? Parece que, en ningún caso, serán sencillas…

Estudio

El estudio es McKenzie A. y Punske J.; «Language Development During Interstellar Travel». Publicado en la revista Acta Futura de la Agencia Espacial Europea, el 10 de abril de 2020. Puede consultarse en este enlace.

Referencias: Phys