La estación Lunar Gateway será una parte importante de la nueva visita a la Luna por parte de la NASA. El programa Artemisa no busca, simplemente, enviar astronautas a la superficie del satélite y regresar. La estación será una pieza importante, y está avanzando en sus pruebas…

La estación Lunar Gateway será una pieza clave

El objetivo del programa Artemisa es regresar a la Luna pero yendo más allá de permanecer en su superficie durante unos días. El objetivo es crear una infraestructura que sea capaz de soportar un programa de exploración lunar sostenible. Por ello, la estación Lunar Gateway es una parte muy importante. Será un hábitat en la órbita de nuestro satélite, que se utilizará para poder viajar desde y hasta la superficie. El primer paso para construir la estación será desplegar dos módulos esenciales. El módulo de Habitación y Logística y el Elemento de Energía y Propulsión.

La estación Lunar Gateway prueba el motor que usará
Concepto artístico del Módulo Lunar acoplado a la Plataforma Orbital Lunar Gateway. Crédito: Lockheed Martin

Por sus siglas en inglés, ambos módulos son HALO y PPE, respectivamente. Recientemente, la NASA ha llevado a cabo una prueba, junto a Maxar Techonologies y Busek Co., de encendido del subsistema de propulsión del módulo PPE. Es la primera de las muchas que serán necesarias para garantizar que ambos módulos, tanto HALO como PPE, estén listos para su lanzamiento en 2024. El sistema de propulsión es un clúster de motores a efecto Hall, que utilizan campos electromagnéticos para acelerar gas ionizado a través de las toberas del motor para generar impulso.

En este caso, el sistema del motor es un concepto de propulsión eléctrica solar de 6 kilovatios (kW), que incorpora el sistema electrónico desarrollado por Maxar y cuatro propulsores BHT-600 desarrollados por Busek. El sistema es un 30% más potente que cualquier sistema previamente fabricado por Maxar o Busek. Se combinará con propulsores a efecto Hall de mayor potencia para completar el sistema de 50 kW. Por supuesto, aprovechando la cita, no han faltado las alabanzas a los desarrollos de ambas empresas y el coste del sistema de propulsión.

Una prueba de diferentes escenarios de vuelo

La prueba de encendido ha sido posible gracias a la financiación de la NASA a través de sus programas. Cada año, conceden fondos a sus socios comerciales para fomentar el desarrollo de tecnologías que hagan avanzar la capacidad de la industria espacial comercial y, además, beneficiar a las misiones que la NASA lleve a cabo en el futuro. En 2018, Maxar fue seleccionada a través del programa Tipping Point para desarrollar La unidad de procesado que alimentará al propulsor de 6 kW. Busek es una compañía que lleva mucho tiempo colaborando con NASA.

En el pasado han participado en el desarrollo de sistemas de propulsión para los pequeños CubeSat, así como el sistema de propulsión ST7-DRS utilizado en la misión LISA Pathfinder. La prueba ha consistido en un encendido y apagado repetido del sistema, así como la prueba de diferentes escenarios de vuelo. El objetivo era demostrar el sistema de operaciones alrededor de la Luna. Esta prueba destaca por ser la primera vez que el hardware desarrollado por Maxar y Busek han trabajado como un sistema integrado único.

Algo que ha permitido validar el modo de operación y la capacidad de alcanzar los 6 kW y 600 voltios. Es solo el primer paso, como han contado desde las compañías implicadas, para demostrar que el sistema de propulsión cumplirá con lo necesario para la estación Lunar Gateway, permitiendo que sea una plataforma de exploración muy útil durante los 15 años que se espera que esté en funcionamiento. Una vez ensamblado e integrado, se tratará del sistema de propulsión eléctrico más potente que se haya instalado en una nave.

La estación Lunar Gateway permitirá una gran capacidad de exploración

Junto a un aterrizador reutilizable, la estación Lunar Gateway permitirá que se pueda explorar mucha más superficie lunar que en todas las misiones anteriores. En estos momentos, se espera que los módulos HALO y PPE se lancen en 2024, a bordo de una nave Falcon Heavy, de SpaceX, en preparación para la misión Artemisa III. A ellos, posteriormente, se añadirán otros módulos, que permitirán el repostaje, proporcionarán telecomunicaciones, más módulos de habitabilidad… Están siendo desarrollados por la Agencia Espacial Europea y JAXA (Agencia Espacial Japonesa).

Concepto artístico de una misión del programa Artemisa. Crédito: NASA

Junto a ellos está trabajando la compañía aeroespacial francesa Thales Alenia Space, y también están contribuyendo la NASA y la Agencia Espacial Canadiense (CSA). Estos módulos serán lanzados ya en 2026 y 2027 y se integrarán en la estación Lunar Gateway ya en la órbita de la Luna. La estación será una pieza esencial en el programa Artemisa, al proporcionar soporte vital para las misiones de larga duración en la superficie lunar. También facilitará la colaboración entre las diferentes agencias espaciales, como ya sucede en la Estación Espacial Internacional.

Junto al aterrizador, la estación Lunar Gateway permitirá la creación de un campamento base en la superficie de la Luna. Allí, los astronautas podrán llevar a cabo investigaciones esenciales en las condiciones de la Luna. Por último, pero no menos importante, también servirá como punto de apoyo para las misiones tripuladas que se dirijan a Marte. Utilizarán la estación como punto intermedio antes de emprender el viaje al planeta rojo. Aunque, para eso, tendremos que esperar ya a la década de 2030. Así que, por ahora, conformémonos con ver su puesta en órbita…

Referencias: Universe Today