Este 2017, que apenas acaba de comenzar, ya nos ha dejado una noticia muy interesante para España. Una start-up española, PLD Space, ha recibido el apoyo de la Agencia Espacial Europea para convertirse en la primera, en suelo europeo, en fabricar un cohete reutilizable…

Primer proyecto en Europa

Maqueta a tamaño real del cohete suborbital Arion 1, en PLD Space. Crédito: PLD Space

Maqueta a tamaño real del cohete suborbital Arion 1, en PLD Space.
Crédito: PLD Space

Gracias al apoyo de la Agencia Espacial Europea, bajo el programa Future Launchers Preparatory Programme, esta compañía, ubicada en el Parque Científico de la Universidad Miguel Hernández, de Elche, recibirá 750.000 euros para su proyecto de Recuperación de Fase de Propulsión Líquida. Con estos fondos, PLD Space será capaz de llevar a cabo pruebas terrestres y en vuelo, y madurar sus tecnologías para poder realizar su primer lanzamiento espacial, que por ahora está previsto para 2018. En esta aventura, contarán con la compañía de COMET Ingeniería (ubicada en Valencia) y centro de tecnología Tecnalia, en el País Vasco.

Es la primera vez que este proyecto, construir un cohete comercial completamente reutilizable, se va a llevar a cabo en Europa. El objetivo es conseguir un diseño innovador que permita romper con la práctica habitual en el sector aeroespacial, en el que los cohetes son desechados tras un único lanzamiento en el que ponen en órbita el satélite de turno (o lo que sea). Estos cohetes reutilizables, que más pronto que tarde serán una realidad (ya vengan de esta empresa o de otra), reducirán significativamente el coste del acceso al espacio con fines científicos y comerciales.

Siguiendo los pasos de SpaceX y Blue Origin

Imagen del momento en el que se posa la primera parte del cohete Falcon 9 de SpaceX después de su lanzamiento. Crédito: SpaceX

Imagen del momento en el que se posa la primera parte del cohete Falcon 9 de SpaceX después de su lanzamiento.
Crédito: SpaceX

En Estados Unidos, las dos empresas, SpaceX y Blue Origin, ya llevan algún tiempo trabajando en el desarrollo de esta misma tecnología. En diciembre de 2015, y por primera vez en la historia, SpaceX, de Elon Musk, logró aterrizar su Falcon 9, un cohete de 70 metros de altura con un peso de 550 toneladas en el momento de despegue. Este logro tecnológico se vio acompañado, en ese mismo año, por el aterrizaje del cohete no tripulado New Shephard, de la compañía Blue Origin, de Jeff Bezos, mejor conocido por ser una de las mentes detrás del gigante Amazon. Ambas compañías han contado con el apoyo tecnológico y financiero de la NASA.

En la actualidad, los miembros de PLD Space están centrados en la fase de desarrollo de la tecnología, con la intención de tener un cohete reutilizable en 2018. Al menos esa es la intención de su fundador, Raúl Torres, que comenta que este proyecto es el inicio del apoyo de la ESA para su compañía y, en general, para las tecnologías de lanzamiento de pequeños cohetes comerciales. Aunque es fácil caer en la tentación de pensar que es un mercado muy pequeño (el que va a querer utilizar este tipo de cohetes), lo cierto es que se espera que esté valorado en unos 7.000 millones de dólares en 2020.

Perspectiva de Futuro

New Shepard, el cohete suborbital (y reutilizable) de Blue Origin. Crédito: Blue Origin

New Shepard, el cohete suborbital (y reutilizable) de Blue Origin.
Crédito: Blue Origin

PLD Space ya está preparando la siguiente fase de su proyecto en el Parque científico de la Universidad Miguel Hernández. Su objetivo es abrir, en Elche, la que será la primera planta europea de ensamblaje y manufacturación de cohetes suborbitales y orbitales pequeños. Si todo va según lo previsto, se convertirá en el primer parque tecnológico europeo del sector y, obviamente, atraerá la atención de los mejores profesionales del sector.

Al margen de todo esto, la compañía también tiene una pequeña presencia en el aeropuerto de Teruel, donde tienen una zona de pruebas, y pretenden construir dos más para poder cumplir con las necesidades de su programa de desarrollo. Estas zonas de pruebas les permitirán probar los motores de sus cohetes antes del vuelo, así como llevar a cabo pruebas estáticas de los cohetes ya ensamblados, una técnica que les permitirá garantizar su fiabilidad y que el lanzamiento sea exitoso.

Habrá que permanecer atentos a lo que suceda en los próximos meses, pero lo cierto es que es una noticia positiva, no solo para Europa, si no para España y en concreto tanto para Elche como para Teruel (una de las regiones más despobladas de España). Por el momento toca esperar y desear que logren sus objetivos, aunque la fecha de lanzamiento de 2018 parece un tanto ambiciosa…

Referencias: R&I World