Hace algún tiempo, la compañía Gateway Foundation dio que hablar al proponer la construcción de un puerto espacial. Una estación en rotación, que podría cumplir diferentes funciones y que estaría en la órbita de la Tierra. Ahora, han contado cómo planean llevarlo a cabo…
Una idea que no ha dejado de aparecer a lo largo del tiempo
Gateway Foundation se fundó en 2012 con el propósito de construir la primera estación giratoria en órbita. Ya hablamos de ese concepto cuando plantearon la estación Von Braun. Para construir una instalación así, es necesario disponer de la infraestructura apropiada en órbita. También habrá que crear pequeños prototipos que permitan poner a prueba el concepto. Es en esto último en lo que se han embarcado, con el objetivo de ponerlo a prueba para su estación de clase Voyager. Una estructura giratoria con diferentes niveles de gravedad.
En los últimos meses, la Orbital Assembly Corporation (OAC), que fue fundada en 2018 por Gateway Foundation, comenzó a trabajar en un componente llamado DSTAR. Es uno de los aspectos de lo que ha hablado el director de OAC, John Blincow. Según ha explicado, en las próximas semanas su equipo y él llevarán a cabo una demostración en directo. El diseño de la estación está inspirado en la propuesta de Wernher von Braun, un científico aeroespacial alemán. A su vez, su inspiración vino de otros conceptos, como el planteado por Konstantin Tsiolkovsky.
Este último, en 1903, publicó un tratado, tiutlado Exploración del espacio exterior con cohetes. Entre otras cosas, el libro contenía una descripción de una estación espacial que se apoyaría en la energía solar, un sistema de invernadero cerrado y que rotaría para generar gravedad artificial. En 1929, el ingeniero aeronáutico Herman Potocnik publicó El problema del viaje espacial, que contenía una ilustración detallada de una estación espacial circular en la órbita de la Tierra. El concepto también dio lugar a la estación espacial de la película 2001.
Los planes de Gateway Foundation
Todos estos conceptos plantean el uso de la fuerza centrípeta para simular la sensación de gravedad. Algo que permitiría que un ser humano pueda pasar largos períodos en el espacio sin necesidad de preocuparse por los efectos de la microgravedad. A lo largo de los años, los economistas, analistas y amantes de la exploración espacial han hablado de la comercialización de la órbita baja de la Tierra. Un lugar en el que, se ha dicho, tarde o temprano veremos estaciones espaciales, hoteles, instalaciones de minería de asteroides e incluso turismo espacial.
Para que todo esto se pueda convertir en realidad, sin embargo, es necesario que el coste de lanzamiento sea lo más barato posible. Hoy en día se puede decir que ya es así. Pero también es necesario tener una industria, de construcción en órbita, que sea capaz de sostenerse a sí misma. Aquí es donde entra en escena el Structure Truss Assembly Robot (STAR), que se utilizará para fabricar rápidamente el marco de las estaciones de clase Voyager y Gateway. Aunque, para ello, primero será necesario construir un prototipo.
Una versión, a pequeña escala, que pueda ser puesto a prueba. Aquí nos encontramos con DSTAR, una versión en miniatura, con un tamaño un 40% menor. Un prototipo construir en la Tierra, con los robots STAR que serán responsables de la construcción de la estructuras de esas futuras estaciones. En febrero de 2021, Gateway Foundation usará DSTAR para crear un marco del tamaño de un campo de fútbol, en tan solo 90 minutos. Algo que permitirá mostrar que el diseño es válido y que podrá construir rápidamente en órbita.
Habrá otros prototipos de Gateway Foundation
Si todo sale bien, el siguiente paso que tienen planeado es construir un prototipo en vuelo. Lo han denominado PSTAR. Servirá para demostrar la capacidad del constructor robótico, creando un marco circular en órbita. Este marco será la base del Gravity Ring Program. Una versión, con un 40% del tamaño, del marco en forma de anillo que usará la estación de clase Voyager. La intención de OAC es utilizar este Gravity Ring para reducir el riesgo que conlleva diseñar y fabricar la estación Voyager. También será todo un reclamo para inversores.
Porque quieren demostrar que pueden controlar el funcionamiento de una estructura en rotación. Así como validar su proceso de fabricación y demostrar que es posible tener un alto grado de precisión. Ademas, entienden que será una herramienta muy interesante para agencias espaciales como NASA, ESA o JAXA. Las compañías privadas, universidades y otras instituciones también tendrán acceso a los datos. Permitirán analizar los beneficios de las estaciones espaciales giratorias, así como de las secciones giratorias de naves espaciales.
Además, creen que podría convencer a NASA para considerar construir estaciones giratorias, y no solo de microgravedad. Así, explican, podrían funcionar en conjunto. De tal manera que un astronauta podría pasar la mayor parte de su jornada en la estación de microgravedad. Al final del día, se desplazaría a la estación giratoria para comer, descansar, relajarse… Es una visión que les gustaría que se convirtiese en realidad en el futuro. Además, también piensan en cómo podría ayudar todo esto a la exploración del espacio profundo.
La utilidad de las estaciones giratorias
Desde Gateway Foundation han explicado que las estaciones, de clase Voyager y Gateway, están diseñadas con la capacidad de proporcionar diferentes niveles de gravedad artificial. En el caso de la primera, bastará con ajustar el ritmo de rotación. En el caso de la segunda, una serie de anillos concéntricos serán regulados de formas diferentes. Así, el anillo exterior podría tener una gravedad como la de la Luna (un 16% de la gravedad de la Tierra), mientras que el anillo interior tendría la gravedad de Marte (un 38% de la gravedad de nuestro planeta).
Además, plantean otras posibilidades que ofrecen las estaciones giratorias. Sería posible construir algo como el radiotelescopio de Arecibo en el espacio, con capacidad de giro y sin algunos de los aspectos negativos de estar en la superficie de la Tierra (como la interferencia de la ionosfera, que bloquea parte de las frecuencias bajas de radio. por debajo de 300 kHz, y que impide que pueda ser estudiado a fondo). Finalmente, también añaden las oportunidades comerciales que ofrecerían estas estaciones y la industria de construcción espacial.
Las estaciones podrían ofrecer instalaciones para apertura de hoteles. También podría disponer de instalaciones para entrenamiento de astronautas o, incluso, de repostaje. Por eso no sorprende que, desde Gateway Foundation, hayan dicho que esperan poder trabajar con SpaceX. La compañía de Elon Musk está trabajando en su nueva nave Starship, con el objetivo de enviar misiones de forma regular a Marte y la Luna. La estación de clase Voyager sería un gran lugar para almacenar combustible para su repostaje.
Tardaremos algún tiempo en ver algo en funcionamiento
A estos planes podemos sumarle otras posibilidades que han planteado. La creación de placas solares en el espacio, capaces de recoger la luz del sol de forma constante. Así como el empeño de Gateway Foundation por ayudar a EE. UU. a avanzar en su presencia espacial, en busca de convertirla en la nación líder en este aspecto. Han creado incluso un plan que detalla cómo el país podría comenzar a construir la infraestructura necesaria para que el ser humano se expanda a otros lugares del Sistema Solar. Pero, para todo esto, queda todavía mucho tiempo.
Lo cierto es que el objetivo más inmediato de la compañía es llevar a cabo las demostraciones de los prototipos DSTAR y PSTAR. También han dicho que el próximo 29 de enero harán un gran anuncio. Sin embargo, no han revelado más detalles, por lo que habrá que esperar hasta ese entonces. Sea como fuere, si todo va según lo prometido, Gateway Foundation será una pieza clave para que el ser humano pueda colonizar la órbita baja de la Tierra. Desde allí, actuar como trampolín rumbo a otros lugares del Sistema Solar.
La sensación, de todos modos, es que por ahora queda mucho camino que recorrer. La idea de tener una estación giratoria en el espacio, en el plazo de unos años, parece todavía muy lejana. Pero, si la demostración de los prototipos va cómo esperan en la compañía, es posible que descubramos que no es tan lejano como nos podría parecer. El desafío al que se quieren enfrentar es enorme. Pero el éxito, si lo consiguen, será toda una revolución en cuanto a la exploración espacial se refiere. Habrá que ver qué sucede en el futuro…
Referencias: Universe Today