El radiotelescopio FAST, en China, es el más potente, en su género, que ha entrado en funcionamiento en los últimos tiempos. Ahora, un grupo de investigadores apunta a que podría ser una pieza muy importante en el campo de la búsqueda de vida extraterrestre.

El radiotelescopio FAST ya es muy fructífero

El radiotelescopio FAST entró en funcionamiento por primera vez en 2016. Tras aquella prueba inicial, llegó un largo proceso dep ruebas y, finalmente, arrancó las operaciones de forma oficial en enero de 2020. En este tiempo, ya ha descubierto más de un centenar de púlsares. Pero ahora, un equipo de investigadores, liderado la Academia China de Ciencias, apunta a que FAST también tendría otra gran utilidad: la búsqueda de vida extraterrestre. En su estudio, detallan algunas de las formas en las que podrá ayudar en este campo.

El radiotelescopio FAST y la búsqueda de vida
Imagen del telescopio FAST en el último día de montaje, el 3 de julio de 2016, cuando se instaló su último disco. Crédito: Xinhua

El tamaño del radiotelescopio FAST, con un diámetro de 500 metros, y una apertura de 300 metros, es el radiotelescopio más grande del mundo y, también, puede observar una región del cielo mucho más grande que el radiotelescopio de Arecibo. Según explican los investigadores, ese tamaño le convierte en el mejor receptor de la banda L (en la que está la emisión de hidrógeno neutral) y su tecnología le proporciona la mejor amplificación de puntos de fuentes. Es decir, señales individuales (como las que se espera encontrar en la búsqueda de vida extraterrestre).

Tampoco resulta sorprendente si tenemos en cuenta que, en realidad, el radiotelescopio FAST fue diseñado considerando la posibilidad de que pudiese utilizarse en este campo. Por eso, en 2016, la iniciativa Breakthrough Listen, que tiene como objetivo detectar posibles señales de vida extraterrestre, llegó a un acuerdo con los observatorios de la Academia de ciencias de China. El objetivo era que, en futuras colaboraciones, se pudiese incorporar a FAST a la red de radiotelescopios que utiliza el proyecto en sus observaciones.

El beneficio para Breakthrough Listen

Hay que recordar que Breakthrough Listen es un proyecto, de 10 años de duración y 100 millones de dólares de presupuesto, para llevar a cabo una búsqueda de vida extraterrestre muy detallada. Se apoya principalmente en los telescopios Green Bank, Parkes y el Automated Planet Finder. El radiotelescopio FAST tiene una capacidad de observación superior tanto a la del radiotelescopio de Arecibo como de Parkes, y es aun más eficiente, que ambos, a la hora de excluir las interferencias producidas por las frecuencias de radio terrestre.

Además, cuenta con software y hardware mucho más reciente y es capaz de llevar a cabo múltiples tareas. Los investigadores han probado un modo de observación que permite recoger datos con diferentes fines. Según explican, han conseguido, por primera vez, que un radiotelescopio sea capaz de recoger datos, de púlsares e hidrógeno, en una observación a gran escala. Esa tecnología les permitirá diseñar una nueva observación, a la que han llamado Comensal Radio Astronomy FAST Survey (CRAFTS).

Su objetivo será analizar diferentes fuentes de radio. Púlsares, ráfagas rápidas de radio, galaxias e hidrógeno… a la vez. Cuando FAST esté equipado con la instrumentación adecuada, se cree que debería ser capaz de dedicar una buena porción de su tiempo de observación a la búsqueda de vida extraterrestre, sin que eso disminuya su capacidad de llevar a cabo las misiones principales para las que FAST fue diseñado. Además, parece que ya tienen claro, también, cuáles deberían ser los objetivos del radiotelescopio en este terreno.

En qué se fijará el radiotelescopio FAST

En el estudio, los investigadores sugieren algunos posibles objetivos para el radiotelescopio. Cosas como observaciones de exoplanetas ya descubiertos por telescopios como TESS, de la NASA, con la esperanza de detectar algún tipo de señal de actividad extraterrestre. También se podría analizar la galaxia de Andrómeda y hacer una búsqueda a ciegas. Según sus previsiones, FAST debería ser capaz de detectar tecnologías, similares a las nuestras, en los exoplanetas que observe TESS. En el caso de Andrómeda algo más avanzado.

La galaxia de Andrómeda. Crédito: Lorenzo Comolli

En la galaxia grande más cercana a la Vía Láctea, esperan que se pueda detectar la presencia de civilizaciones de tipo II o, lógicamente, superior. Si están en lo cierto, todo esto indica que podría ser una gran herramienta para detectar la presencia de civilizaciones en otros lugares. No solo en nuestra propia galaxia, también en nuestro Grupo Local. Hay que recordar que, a día de hoy, no se ha encontrado señal de vida en otros lugares. Aunque hay muchos motivos para sospechar su presencia, no se puede confirmar todavía.

El radiotelescopio FAST podría ser clave, en ese sentido, si los investigadores aciertan en sus previsiones. Podría ayudarnos a descubrir si, realmente, hay alguna civilización ahí fuera. Lo más interesante es que podrá hacerlo mientras sigue centrándose en sus objetivos principales. Así que todo el mundo sale ganando. La única pregunta, ahora, es si realmente será capaz de encontrar algo. Habrá que prestar atención a lo que suceda en los próximos años. Quizá no estemos lejos de saber si estamos solos en el universo… o en compañía.

Estudio

El estudio es D. Li, V. Gajjar, P. Wang et al.; «Opportunities to Search for Extra-Terrestrial Intelligence with the Five-hundred-meter Aperture Spherical radio Telescope». Está disponible para su consulta en la plataforma arXiv.

Referencias: Universe Today