Marte podría tener en su órbita los restos de un mini-planeta. Al menos, esa es la conclusión más probable tras analizar algunos de los asteroides que se encuentran en su órbita. Entender ese origen podría ayudarnos a comprender mejor la formación del Sistema Solar…

Los asteroides troyanos de Marte

Un nuevo estudio indica que los troyanos en el punto L5 de Marte tienen un origen común.
Crédito: NASA

Ya he hablado en alguna ocasión de los asteroides troyanos. Cuando hablamos de troyanos, nos referimos a aquellas rocas que comparten la misma órbita que los planetas. Júpiter es el que mayor cantidad tiene (podría haber hasta un millón, según algunas estimaciones). Venus, la Tierra, Marte, Urano y Neptuno también tienen sus propias poblaciones de asteroides troyanos. Se encuentran en algo que llamamos puntos de Lagrange (concretamente los puntos L4 y L5, es decir, 60º por delante y por detrás en la órbita del planeta).

Ahora, un equipo de astrónomos, ha conseguido determinar el origen de los asteroides troyanos de planeta rojo. Se trataría de los restos de un mini-planeta que fue destruido en una colisión hace miles de millones de años. El hallazgo será publicado en la revista The Monthly Notices of the Royal Astronomical Society en este mismo mes de abril. Por suerte, no será necesario esperar a su publicación para conocer más detalles.

El equipo de investigadores está dirigido por Galin Borisov y Apostolos Christou, del Armagh Observatory and Planetarium, en Irlanda del Norte. Para determinar el origen de estos asteroides troyanos han analizado su composición. Para ello, han utilizado los datos de espectro obtenidos gracias al espectrógrafo XSHOOTER, uno de los instrumentos del Very Large Telescope. También han utilizado los datos fotométricos del telescopio de dos metros del National Astronomical Observatory en Bulgaria, y el telescopio William Herschel.

La familia Eureka

Este es un diagrama de Júpiter y el interior del Sistema Solar. Se muestran los troyanos de Júpiter y Marte (verde claro) y el Cinturón de asteroides (turquesa).
Crédito: Wikipedia Commons/AndrewBuck

Marte tiene nueve asteroides troyanos conocidos. De ellos, uno se encuentra en el punto L4, mientras los restantes están en el punto L5. Esos ocho asteroides restantes forman lo que conocemos como la familia Eureka. Todos reciben su nombre a partir del primer asteroide troyano descubierto en la órbita de Marte: 5261 Eureka. Como todos los troyanos, creemos que este grupo de asteroides ha estado en su órbita desde la formación del Sistema Solar.

De hecho, hace tiempo que los astrónomos sospechan que los troyanos de Marte podrían ser supervivientes. Eso sí, no de algún conflicto interestelar, si no del propio proceso de formación del Sistema Solar. Estos asteroides podrían ser restos de los planetesimales a partir de los que se formaron los planetas interiores del Sistema Solar. Cuando hablamos de un planetesimal nos referimos al material en el disco protoplanetario de una estrella recién formada. En un proceso de millones de años, esos planetesimales se condensan y dan lugar a los planetas. No todos los planetesimales terminan uniéndose, y parece que la familia Eureka podría estar compuesta por eso, rocas que nunca llegaron a condensarse junto a otras.

De hecho, los asteroides Eureka son especiales por otros motivos. En el cinturón de asteroides hay multitud de familias de asteroides. Sin embargo, ninguna está formada por asteroides ricos en olivino. Además, tienen un tamaño inferior a dos kilómetros, más pequeño que lo que podemos ver en otras rocas. Aunque hay que tener en cuenta que también influye el encontrarse mucho más cerca de la Tierra. Además, es la familia de asteroides más cercana al Sol que conocemos.

Los restos de un mini-planeta

Fobos es uno de los satélites de Marte. También se ha especulado con la posibilidad de que sea un planetesimal superviviente de la formación del Sistema Solar.
Crédito: NASA / JPL-Caltech / University of Arizona

Pero, ¿cómo llegaron a la conclusión de que la familia Eureka podría proceder de los restos de un mini-planeta? Los investigadores combinaron los datos espectrográficos y fotométricos de los asteroides. Así, vieron que son ricos en olivino, un mineral muy importante. De hecho, este silicato de hierro y magnesio es el componente principal del manto de la Tierra. Creemos que también lo es del resto de planetas terrestres.

Lo más interesante es que al comparar la composición con 5261 Eureka, pudieron ver que también tiene una composición rica en olivino. Como todos los asteroides Eureka comparten una órbita muy similar, la conclusión de los investigadores parece lógica. Es muy probable que el resto de asteroides de la familia (recuerda, no se han estudiado todos) tengan la misma composición. Eso quiere decir que, por fuerza, tienen que tener un origen común.

A bote pronto, es posible que parezca un hallazgo más bien anecdótico. ¿Qué importancia podría tener descubrir que estos asteroides son ricos en olivino? Sin embargo, algo tan simple puede tener un valor muy importante. No sólo para comprender el origen de los asteroides troyanos de Marte. La familia Eureka nos podría ayudar a comprender mucho mejor cuál es el origen de los planetas interiores del Sistema Solar.

El proceso de formación de Marte

Imagen de Marte.
Crédito: NASA/JPL-Caltech

La presencia de asteroides con olivino en su superficie indica que los eventos que llevaron a la formación de Marte siguieron un orden concreto. El olivino se forma en objetos que crecieron lo suficiente para tener una corteza, manto y núcleo. Por tanto, debieron formarse antes que el planeta y estuvieron disponibles para su formación. Para exponer el olivino, es necesario que los objetos se rompan en colisiones.

Los investigadores indican que, por los resultados de su trabajo, parece poco probable que esas colisiones sucediesen después de que el Sistema Solar tuviese la configuración actual. Por tanto, durante el proceso de formación del planeta tuvo que haber un período de intensas colisiones. Para que nos entendamos, podríamos estar ante la materia prima de Marte. Si el planeta rojo se formó a partir de diferentes tipos de materiales, estos asteroides podrían ser muestras de esa materia prima.

Con más observaciones, los científicos serán capaces de comprender el proceso que dio lugar a la formación de Marte. Es más, permitirá descubrir más cosas sobre la formación de la Tierra y del resto de planetas terrestres. La misión Lucy, de la NASA, que será lanzada en octubre de 2021, también irá en esta dirección. Entre los años 2027 y 2033, esa sonda estudiará los asteroides troyanos de Júpiter. Obtendrá información sobre la geología, superficie, composición, masa y densidad de seis de sus asteroides. Nos ayudará a descubrir su origen y, quizá, comprender también cómo se formó el planeta más grande del Sistema Solar…

El estudio es G. Borisov; A. Christou et al.; «The olivine-dominated composition of the Eureka family of Mars Trojan asteroids». Será publicado en la revista The Monthly Notices of the Royal Astronomical Society a lo largo del mes de abril.

Referencias: Universe Today