Gracias a viejas imágenes del telescopio Hubble, es posible que se haya desvelado la presencia de un planeta errante. Un grupo de astrónomos ha recurrido a los datos del telescopio para investigar un fenómeno misterioso que podría apuntar a la existencia de un mundo que vaga entre las estrellas…
Un planeta errante desvelado gracias a datos antiguos
El descubrimiento, en realidad, se centra en un breve fenómeno astronómico, llamado OGLE-2023-BLG-0524, que se detectó en mayo de 2023 con la ayuda de telescopios terrestres. Tuvo una duración de ocho horas y fue provocado por una microlente gravitacional. Es el efecto que sucede cuando un objeto masivo actúa como lupa en el espacio, amplificando brevemente la luz de un objeto más lejano al pasar por delante suyo (desde nuestra perspectiva). Lo especial de este caso es que los astrónomos se dieron cuenta de que Hubble ya había observado esa misma región en 1997.

Fue algo completamente casual y sucedió durante otro episodio de microlente gravitacional. Esto permitió tener una base entre las imágenes originales y las recientes de 25 años. Mucho más de lo que se ha podido utilizar en otros estudios similares. La duración del fenómeno de 2023 apunta a que pudo deberse a un planeta errante. Son mundos que han sido expulsados de su sistema estelar original y ahora vagan por el espacio, orbitando en torno al centro de la Vía Láctea. Estos planetas pueden verse expulsados por diferentes mecanismos.
Puede deberse a interacciones con el resto de planetas de su sistema, encuentros con cúmulos estelares o incluso la muerte de su estrella anfitriona. Los planetas errantes son muy difíciles descubrir porque, generalmente, no emiten luz por sí mismos. Las microlentes gravitacionales son una de las pocas herramientas que pueden permitir descubrir su presencia. Sin embargo, es difícil distinguir entre un planeta errante y un planeta que, simplemente, orbita muy lejos de una estrella. Para ello es necesario conseguir más evidencias.
La ayuda del telescopio Hubble
Por suerte, las imágenes de archivo del telescopio Hubble pueden ser perfectas. En este caso, el equipo de investigadores recurrió a imágenes tomadas en 1997 de la misma región. Las utilizaron para buscar alguna estrella compañera que pudiese tener al planeta a su alrededor. Si el objeto amplificador fue un planeta en una órbita grande alrededor de una estrella, esta última debería ser visible en los datos de alta resolución del telescopio Hubble, incluso si la imagen se tomó hace 25 años. Su análisis no ha encontrado estrella alguna.
Así que en principio, OGLE-2023-BLG-0524 no parece ser un planeta que orbita en torno a una estrella. Al margen de esta suposición, los investigadores calculan que el planeta errante tiene una masa entre la de la Tierra y Saturno. Algo que depende de su ubicación y de si está en la región del bulbo central o en el disco. El estudio tiene además otro punto a favor muy interesante: demuestra el valor científico que tienen los datos de archivo de telescopios. Las observaciones de 1997 de Hubble se tomaron con un propósito diferente.
Se tomaron estudiando una microlente gravitacional diferente y, por suerte, capturó la misma región de la detección de 2023. Esto ha permitido que el equipo de investigadores tuviese una posibilidad de observación con la que no contaban. Sin embargo, la investigación también ha desvelado los límites de las capacidades de observación del telescopio Hubble. Las imágenes de 1997 son de alta resolución, pero la exposición (es decir, el tiempo de observación) era relativamente corto. Por lo que el equipo no puede descartar por completo esa estrella compañera.
Se podría haber desvelado un planeta errante o un planeta en un sistema estelar
Solo han podido descartar que fuese más brillante que la magnitud 21,7. Es decir, podría haber enanas rojas más tenues que no fuesen captadas en la observación. El trabajo, además, apunta a otros estudios más potentes en el futuro. La nueva generación de telescopios, incluyendo James Webb, con su gran sensibilidad y capacidad de observación en el espectro infrarrojo, podría detectar estrellas mucho más tenues. Algo que permitiría obtener respuestas definitivas sobre la naturaleza de estos fenómenos de microlentes gravitacionales.

El telescopio espacial Nancy Grace Roman, que se espera que se lance en 2027, llevará a cabo una gran encuesta astronómica de microlentes gravitacionales. Se espera que descubra miles de nuevos planetas errantes. En coordinación con las observaciones antiguas de otros telescopios, podrían desvelar la auténtica población de planetas errantes en la Vía Láctea. Algunos trabajos apuntan a que, como mínimo, podrían ser tan abundantes como las estrellas de nuestra galaxia. Otros van mucho más allá, diciendo que pueden ser mucho más abundantes.
En cualquier caso, el estudio de microlentes gravitacionales es tan intrigante como frustrante. Por su naturaleza, es muy difícil que se observe la misma microlente gravitacional más de una vez. Así que no es posible recurrir a diferentes observaciones para entender mejor la naturaleza del objeto descubierto. Es poco frecuente que sucedan episodios como éste, donde existen observaciones de momentos diferentes. Con la llegada de los observatorios Nancy Grace Roman y Vera Rubin se descubrirán muchas más microlentes gravitacionales…
Estudio
El estudio es M. Kapusta, P. Mroz, R. Yoon-Hyun et al.; «HST pre-imaging of a free-floating planet candidate microlensing event». Puede consultarse en arXiv, en este enlace.
Referencias: Universe Today