Esta semana, en Astrobitácora 3×14, hablamos de si el Gran Filtro podría ser el hecho de conseguir alcanzar un nivel tecnológico que permita no dañar el medioambiente. En YouTube, además, hablamos de las enanas naranjas, que podrían ser el mejor lugar para buscar vida…

Astrobitácora 3×14: La tecnología como Gran Filtro de la vida inteligente

Un grupo de investigadores plantea una idea muy interesante. Puede que el Gran Filtro sea, en realidad, el alcanzar un desarrollo tecnológico lo suficientemente alto. En este caso, lograr que nuestra tecnología no sea dañina para el planeta. El planteamiento va un paso más allá, al jugar con la idea de la inteligencia planetaria. En ningún momento sugieren, ni mucho menos, que el planeta pudiese tener inteligencia. Lo que plantean es que quizá sea necesario considerar el planeta como un conjunto de diferentes sistemas interconectados.

Las enanas naranjas y Astrobitácora 3x14
La actividad humana es uno de los principales factores de la contaminación del aire. Crédito: cherwell.org

Por un lado, tendríamos los procesos físicos del propio planeta (su atmósfera, litosfera, etc.). Por otro, la biosfera y cómo esta ha influido en el propio planeta. No podemos olvidar que, a fin de cuentas, la Tierra ha sido transformada, también, por el impacto de la vida que ha aparecido. La atmósfera sufrió un gran cambio durante la Gran Oxigenación. Así que lo que plantean los investigadores es que quizá podamos llevar ese razonamiento un punto más allá, y aplicarlo a la tecnología, que conformaría lo que denominan la tecnosfera.

El concepto resulta muy interesante, en cuanto a que plantea un Gran Filtro que no es completamente nuevo. A fin de cuentas, hemos escuchado en más de una ocasión que, quizá, el gran obstáculo para convertirse en una civilización interplanetaria sea, precisamente, lograr superar los peligros de nuestra propia tecnología. Aunque tradicionalmente se ha plasmado en cosas como el riesgo de guerra nuclear. Sea como fuere, puedes escuchar Astrobitácora 3×14 en iVoox, en su web, en las aplicaciones de iOS y Android, y aquí mismo:

YouTube: las intrigantes enanas naranjas

En YouTube, además, hablamos de las enanas naranjas. Se trata de estrellas de tipo K, no tan masivas como las estrellas de tipo G (enanas amarillas, como el Sol) pero más masivas que las enanas rojas. Sin embargo, las enanas rojas, aunque mucho más abundantes, ofrecen un entorno que resulta muy agresivo para el desarrollo de condiciones habitables. Las enanas rojas son estrellas muy violentas en su juventud. Tienen una actividad enorme en forma de llamaradas estelares, eyecciones de masa coronal… y emiten mucha radiación de rayos X y ultravioleta.

Esta región de la Gran Nube de Magallanes es una zona de formación de estrellas. Crédito: European Space Agency (ESA/Hubble)

Esto quiere decir que, para un planeta rocoso en la zona habitable, será muy difícil poder mantener su atmósfera. Es uno de los requisitos para poder tener condiciones habitables. Las enanas amarillas, a pesar de saber de un planeta habitado alrededor de una (el nuestro) tampoco son las más atractivas. En la escala astronómica, no son estrellas especialmente longevas, brillando durante unos 10 000 millones de años. Las enanas naranjas, sin embargo, pueden vivir de 15 000 a 45 000 millones de años, mucho más tiempo.

Además, son estrellas más abundantes que las enanas amarillas, aproximadamente tres veces más frecuentes. Por todo esto, y otros motivos, las enanas naranjas resultan estrellas muy atractivas. En los últimos años, la comunidad científica ha comenzado a centrar su atención en ellas. Algunos estudios apuntan, incluso, a que podrían ser el mejor tipo de estrella en torno al que encontrar vida. De esto, y de mucho más, hablamos en el vídeo de esta semana. Puedes verlo en el canal de YouTube o, si lo prefieres, al principio de este artículo.