En Los mundos del Cosmos 1×27 hablamos del telescopio Kepler y su trayectoria. Desde su lanzamiento y su exitosa misión principal, a la llegada de la misión K2, por necesidad, tras los fallos de sus ruedas de reacción. Además, en YouTube, hablamos de las dudas sobre la detección de posible vida en el exoplaneta K2-18b…
Los mundos del Cosmos 1×27: El telescopio Kepler
El telescopio Kepler es, sin duda, uno de los grandes observatorios de la historia de la astronomía. Por méritos propios, está ya entre los grandes telescopios de nuestra historia. No en vano, es responsable del descubrimiento de, aproximadamente, la mitad de exoplanetas conocidos. Sus observaciones fueron esenciales para comenzar a comprender cómo son los mundos que podemos encontrar lejos del Sistema Solar. Sus datos permitieron realizar estimaciones como, por ejemplo, la existencia de unos 40 000 millones de exoplanetas similares a la Tierra.

O, más concretamente, 40 000 millones en torno a estrellas similares al Sol y enanas rojas. También permitió descubrir mundos gaseosos en órbitas muy cercanas a sus estrellas. Es decir, los llamados júpiteres calientes. El telescopio Kepler estuvo en funcionamiento desde 2009 a 2018. En su andadura, hubo problemas de todo tipo. Desde el comienzo, por ejemplo, se entendió que era necesario alargar la misión principal. El telescopio no obtenía datos con tanta nitidez como se esperaba, por lo que era necesario alargar la misión para cumplir con lo esperado.
En 2012, para complicar las cosas todavía más, el telescopio sufrió varias averías en las ruedas de reacción. Son esenciales para permitir que el telescopio pueda apuntar constantemente en la misma dirección. Al perder esa capacidad, fue necesario replantear la misión y buscar una alternativa. Esto fue lo que llevó al nacimiento de la misión K2. Sin la capacidad de observar siempre la misma región del cielo, había que plantear algo diferente. De esto, y mucho más, hablamos en Los mundos del Cosmos 1×27. Disponible en la app de iVoox en iOS y Android; en la web, en este enlace, o aquí mismo:
YouTube: Las dudas sobre K2-18b siguen adelante
Además, en YouTube, hablamos del exoplaneta K2-18b y la posibilidad de que pueda contener vida. En los últimos días han comenzado a surgir estudios que ponen en duda lo afirmado por los investigadores. El principal foco no está en si el exoplaneta pudiera tener vida. En realidad, la atención se está poniendo en la afirmación de que hay muy pocas dudas sobre que la detección de dimetilsulfuro y/o dimetildisulfuro sea buena. Según los investigadores del estudio original, la incertidumbre era extremadamente pequeña (inferior al 1%).

Sin embargo, un grupo de investigadores ha publicado un nuevo trabajo en el que se centra en la capacidad del telescopio James Webb para captar este tipo de compuestos en exoplanetas lejanos. No podemos olvidar que K2-18b está a 124 años-luz del Sistema Solar. Aunque el telescopio James Webb es muy potente, sigue siendo un observatorio con una capacidad relativamente limitada para detectar este tipo de compuestos. En este nuevo estudio se explica que, probablemente, habrá que esperar a un observatorio posterior que pueda ir más allá.
Esto quiere decir que, por tanto, es apresurado suponer que la detección sea tan robusta como se cree. El primer paso será conseguir demostrar que, realmente, la atmósfera de K2-18b contiene dimetilsulfuro o dimetildisulfuro. Si no fuese así, el resto del argumento de que este exoplaneta contuviese vida, naturalmente, se viene abajo. Si, por el contrario, sí se demostrase, entonces quedará mucho trabajo por delante para entender su origen. De esto, y mucho más, hablamos en el vídeo de esta semana. Puedes verlo en este enlace o al principio del artículo.