Un nuevo estudio plantea que la región exterior de la galaxia (aunque no las más alejadas) podrían tener condiciones más adecuadas para que pueda haber estrellas que ofrezcan un entorno habitable a sus planetas. Es algo que resulta interesante porque podría ayudar a dirigir mejor la búsqueda de mundos habitables (¿y habitados?)…
La región exterior de la galaxia puede ser mejor para la habitabilidad
El concepto de zona galáctica habitable podría ser muy útil. Es una idea que plantea que ciertas regiones de la galaxia son más apropiadas para que pueda aparecer vida compleja y, naturalmente, evolucionar. ¿De qué manera puede ayudar esta idea a encontrar las estrellas que pudieran tener planetas habitables? Esto es lo que intenta responder un estudio que se ha aceptado para publicación en la revista Astronomy & Astrophysics. El objetivo del trabajo es encontrar una conexión entre la migración de estrellas, también llamada migración estelar, y los planetas habitables.

El estudio tiene la capacidad de ayudar a los científicos a entender mejor las características astrofísicas para encontrar planetas habitables más allá de la Tierra. Quizá también para encontrar vida que no se parece a la que conocemos. En el estudio, los investigadores han utilizado una serie de modelos por ordenador para simular la manera en que la migración estelar podría influir en la ubicación y los parámetros de la zona habitable galáctica. Los modelos incluían escenarios tanto con y sin la migración estelar para entender las diferencias.
Concretamente, querían entender la probabilidad estadística de que los planetas rocosos se formasen alrededor de estrellas a lo largo y ancho de la Vía Láctea. Los investigadores han utilizado un modelo de evolución química para evaluar la formación y evolución de la galaxia, centrándose especialmente en su espesor. Al final, los investigadores han determinado que la migración estelar influye en la formación de planetas habitables en la región exterior de la galaxia. Esto se debe a que la migración estelar redistribuye astros por toda la galaxia.
El impacto de la migración estelar
El equipo, de hecho, determina que hay cinco veces más posibilidades de que la migración estelar propicie la aparición de estrellas con planetas habitables, en comparación al escenario en el que la migración estelar no existe. Además, el equipo ha descubierto que los gigantes gaseosos pueden influir en la formación de planetas rocosos en las regiones interiores de la Vía Láctea. El estudio destaca en sus conclusiones que han expandido enormemente la exploración de la región que define hasta dónde llega la zona habitable galáctica.
Presentan una zona habitable galáctica que es mucho mayor de lo que se suele plantear en estudios anteriores. Sus hallazgos, añaden, son particularmente importantes pensando en las próximas misiones espaciales, como PLATO, Ariel y LIFE, todas de la Agencia Espacial Europea. Estas misiones permitirán obtener una gran cantidad de datos sobre propiedades de planetas, arquitectura de órbitas y la composición de atmósferas. La idea de la zona habitable galáctica es, en realidad, algo que se apoya directamente en el concepto de zona habitable estelar.
Esta última hace referencia a la distancia a la que un planeta debe estar de su estrella. Si la distancia es la adecuada, podrá tener agua líquida en su superficie. Esta idea se introdujo por primera vez en la década de 1950. Como todos los conceptos científicos, la idea de la zona habitable galáctica ha evolucionado con el paso del tiempo desde que se introdujese en los años 80. Pero, la idea general es que esta región está compuesta por elementos más pesados (hierro, silicio y oxígeno) que son los que permiten la formación de planetas rocosos como la Tierra.
La región exterior de la galaxia puede ser útil… ¿pero hasta qué distancia?
El propio estudio destaca que todavía hay muchos debates respecto a cuál es el tamaño exacto de la zona habitable galáctica. En lo que sí hay acuerdo es que la región central de la galaxia no forma parte de ella. En el centro de la Vía Láctea hay muchas supernovas y otros fenómenos que impedirían (o dificultarían enormemente) la formación de planetas en la zona habitable de las estrellas allí presentes. Por otro lado, la llegada de esas misiones de la Agencia Espacial Europea, en los próximos años, permitirán expandir nuestro conocimiento de la búsqueda de vida.

Ayudará a entender mejor dónde encontrar vida lejos de la Tierra. La misión PLATO, por ejemplo, está programada para lanzarse en diciembre de 2026 y su objetivo será estudiar un millón de estrellas. Buscará exoplanetas que crucen por delante de esas estrellas (algo a lo que se conoce como tránsito). Es uno de los métodos más comunes para descubrir exoplanetas. La misión Ariel, por su parte, se lanzará en 2029. El objetivo es estudiar, como mínimo, 1000 exoplanetas confirmados para entender mejor su composición química y su calor.
Por último, el concepto de la misión LIFE comenzó en 2017 con el objetivo de estudiar las atmósferas de exoplanetas rocosos para entender e identificar posibles señales de vida. Es decir, para profundizar en el estudio de las biofirmas. En cualquier caso, el planteamiento de que la zona habitable galáctica pueda ser más extensa de lo planteado (hacia el exterior) es intrigante. El objetivo por parte de los investigadores es claro, se busca entender mejor cuáles son los lugares más apropiados en la Vía Láctea. Esperemos que las misiones en el futuro ayuden a delimitar mejor esta región…
Estudio
El estudio es E. Spitoni, M. Palla, L. Magrini et al.; «Shaping Galactic Habitability: the impact of stellar migration and gas giants». Puede consultarse en arXiv, en este enlace.
Referencias: Universe Today