La agencia espacial japonesa, JAXA, va a enviar una misión muy ambiciosa a Fobos, uno de los satélites de Marte. De por sí ya sería algo muy interesante, pero además tiene un añadido muy atractivo. En la misión participará un róver, de fabricación europea, que estudiará el satélite desde su superficie…
Una misión de JAXA a Fobos en esta década
Japón y Alemania han colaborado en el mundo de la ciencia y la tecnología a lo largo del tiempo. Ambos países tienen un Comité Conjunto de Cooperación en Ciencia y Tecnología. Se han reunido en múltiples ocasiones a lo largo del tiempo. En esta ocasión, la cooperación se centra en la misión que JAXA quiere llevar a cabo en el satélite Fobos, de Marte. La misión Martian Moons eXploration (MMX) tiene como fecha de lanzamiento el año 2024. Es una misión que, en realidad, también visitará Deimos. En el caso de este último, será un sobrevuelo.
La atención recae en Fobos, buscando algo mucho más ambicioso. El objetivo es que una nave aterrice en su superficie, quizá hasta en dos ocasiones, y recoja muestras para su estudio posterior en la Tierra. Es algo en lo que la agencia espacial ya ha demostrado tener mucha experiencia y éxito. Por su parte, el Centro Aeroespacial Alemán (DLR, por sus siglas en alemán), va a incluir un róver en esa misión. Recibe el nombre de róver MMX. Será un vehículo pequeño, de apenas 25 kilos, que se posará en la superficie de Fobos.
El despliegue se realizará desde una altura de 50 metros. Como explican desde Alemania, el róver MMX supondrá una innovación tecnológica. Hasta ahora, nunca se ha realizado la exploración, con un vehículo con ruedas, de un objeto celeste pequeño, con la milésima parte de la atracción gravitacional de la Tierra. Llegar a la superficie de Fobos no es nada sencillo. El vehículo caerá a la superficie y, probablemente, rebotará y girará. Así que tendrá que enderezarse antes de poder comenzar a trabajar y cumplir con los objetivos definidos.
Los objetivos del róver MMX
El primer paso será conseguir que el róver se enderece de manera correcta. Después, desplegará sus paneles solares y podrá comenzar a funcionar. Su velocidad será de solo unos pocos milímetros por segundo, para asegurar que se mantiene el contacto con el suelo a pesar de la poca gravedad. Una vez todo esté listo, el róver utilizará sus dos instrumentos, un radiómetro y un espectro Raman, con los que realizará mediciones de la superficie del satélite. La elección de ambos instrumentos se debe a lo que se busca responder.
No está claro cuál es el origen de Deimos y Fobos. Se plantea que podrían ser asteroides, capturados desde el cinturón de asteroides o incluso desde el cinturón de Kuiper. También es posible que sean asteroides que se formaron en Marte. Las evidencias muestran que ambos están siendo destruidos por la gravedad de Marte. Se ha llegado a sugerir que podrían haber sido destruidos, en el pasado, y reformados de nuevo. También puede que sean el resultado de un impacto que envió parte del material de Marte a la órbita.
Una vez allí, ese material se acumuló y se convirtió en los satélites que tiene a su alrededor. El espectrómetro Raman desvelará la composición mineralógica. Es algo esencial para entender el origen de Fobos. Al igual que con cualquier otro objeto del Sistema Solar, su composición indica de dónde procede. Algunos elementos son comunes en el sistema solar interior (el entorno de los planetas rocosos). Otros se forman más allá de la línea de nieve. Es decir, del punto en el que la temperatura es suficientemente baja para que no se evaporen los elementos volátiles.
JAXA espera recoger una gran muestra de material en Fobos
El radiómetro, por su parte, medirá la potencia de la radiación electromagnética del satélite. Estará ajustado para analizar el espectro infrarrojo y medirá la temperatura de Fobos. Esto ayudará a entender la porosidad del satélite, permitiendo que se compare con la de otros objetos del Sistema Solar. Estos datos también ayudarán a entender mejor cuál es su origen. A todo esto hay que sumarle cuatro cámaras al róver. Dos para navegación y dos para monitorizar las ruedas. Pero lo más atractivo es la recogida de muestras.
JAXA quiere superarse y destronar a lo logrado con su misión Hayabusa 2. En esa ocasión, se trajeron muestras del asteroide Ryugu, que se ha determinado son ricas en carbono. Esas muestras ayudarán a determinar la fuente del agua y las moléculas orgánicas entregadas en la Tierra. Con la misión MMX, JAXA espera recoger una muestra de material mucho más grande en Fobos. Se espera que sea hasta 100 veces más grande. Por las condiciones en Fobos, sin embargo, la misión solo tendrá 90 minutos para recoger muestras.
Tras ese tiempo, la oscuridad vuelve al satélite y la nave tiene que abandonar la superficie. Si todo va bien, ese material se traerá de vuelta a la Tierra en 2029. El róver, por su parte, permanecerá en la superficie y allí se desactivará. Servirá de avanzadilla al ayudar a determinar el lugar de aterrizaje. Los datos que recoja también servirán para la nave que esté en órbita del satélite. Además de Alemania, España colabora en esta misión al ayudar en el desarrollo del espectrómetro Raman. Francia también está participando. Así que esperemos que sea un gran éxito…
Referencias: Universe Today