El asteroide Apofis, descubierto en 2004, ha dado mucho que hablar a lo largo de los años. Durante un tiempo, llegó a existir la posibilidad de que chocase con nuestro planeta en 2029. Aunque era un porcentaje tremendamente pequeño, causó gran alarma. Ahora, se dice que podría suceder en 2068, pero…

El asteroide Apofis nos visitará en las próximas décadas

Apofis es un asteroide de 340 metros que se descubrió inicialmente en 2004. Pasará cerca de nuestro planeta en 2029, 2036 y 2068. En un primer momento, se temió que en 2029 pudiese existir un riesgo alto de colisión. Sin embargo, los estudios y observaciones posteriores permitieron determinar que pasará a unos 30 000 kilómetros de nuestro planeta. Es decir, más cerca que los satélites geoestacionarios. Llegará a ser visible a simple vista desde algunos lugares del mundo. En 2036 pasará a mayor distancia y no será un problema.

El asteroide Apofis podría chocar con la Tierra en 2068
La incertidumbre en la posición del asteroide Apofis en su paso en 2029 (según los datos que se tenían en 2005). Crédito: Wikimedia Commons/Marco Polo

En 2068, sin embargo, siempre ha existido más incertidumbre. Todo depende de cómo sean las aproximaciones de 2029 y 2036 y de la combinación de diferentes factores. Por eso, recientemente, el investigador David Tholen ha explicado que, junto a su equipo, han estado analizando la ruta del asteroide y la posibilidad de que golpee a la Tierra. Ha contado que, en las primeras investigaciones, no se tenía en cuenta la influencia del efecto Yarkovsky en el asteroide. Es un efecto menor, con poco impacto a corto plazo, pero que puede ser crucial.

El efecto Yarkovsky es el fenómeno que se produce cuando un hemisferio es más cálido que el otro. La radiación del hemisferio iluminado empuja al asteroide, ya que los fotones liberan energía en dirección opuesta. Es un efecto mínimo, que tiene un impacto muy pequeño en la escala de planetas. Sin embargo, en la escala de asteroides, y en una escala de tiempo lo suficientemente grande, puede provocar que la órbita se vea alterada de forma significativa. De forma que una trayectoria que parecía inofensiva podría convertirse en una de impacto.

El riesgo de colisión sigue siendo muy pequeño

En el caso del asteroide Apofis, los investigadores han calculado que el efecto Yarkovsky provoca que su órbita varíe en unos 170 metros al año. Al aplicarlo a su órbita, vieron que está provocando que se vea modificada de forma que, poco a poco, se acerca a la Tierra. Sin embargo, no hay señal alguna de colisión ni en 2029 ni 2036, pero sí podría haberla en 2068. Por lo que habrá que mantener la atención en el futuro para ver qué sucede. Lo importante será ver cómo se comporta el asteroide tras acercarse a nuestro planeta, cuando ya esté en trayectoria de salida.

La Tierra vista desde el espacio. Crédito: NASA

Será muy importante observar los pasos de 2029 y 2036 para ver qué impacto tiene en la órbita de Apofis. A partir de ahí, habrá que tener en cuenta el impacto del efecto Yarkovksy, porque podría ser el causante de que se acerque al planeta en 2068. Pero, de todos modos, hay que poner en perspectiva la noticia ante la que nos encontramos. Esa aproximación no sucederá hasta dentro de 48 años. Habrá que esperar a 2029 para ver cómo afecta a Apofis la aproximación al planeta. Desde ahí, quedarán todavía 39 años hasta la visita de 2068.

Incluso tras el paso de 2036, quedarían 32 años, por lo que habrá tiempo de sobra para entender el comportamiento de Apofis en las décadas posteriores. Lo más importante será que, ya sin el efecto de la gravedad de nuestro planeta, será más sencillo determinar cómo evolucionará Apofis en los años posteriores y entender si ese riesgo de colisión, que es pequeño, resulta ser correcto o no. Lo más probable es que, en 2068, Apofis pase lejos de la Tierra. Pero si no fuese así, tampoco hay por qué alarmarse, porque queda mucho tiempo.

Se podría reaccionar contra Apofis

En cualquier caso, hay que recordar que la NASA lleva ya unos años trabajando en planes para desviar asteroides, de forma que nos podamos librar de lo que, de otro modo, sería una colisión segura. En 2022 tendrá lugar la misión DART, que enviará una nave al asteroide Didymos. Allí, intentará cambiar la órbita del asteroide Dimorphos, una pequeña luna de ese asteroide. Ese mismo concepto se puede aplicar a cualquier asteroide que se acerque a nosotros. Especialmente si se reacciona a tiempo y se puede actuar tan pronto como sea posible.

Modelo del posible aspecto del asteroide Apofis. Crédito: Astronomical Institute of the Charles University: Josef Ďurech, Vojtěch Sidorin

A fin de cuentas, si se puede desviar a Apofis de su órbita en, por ejemplo, 2045, habrá más de 20 años para que ese pequeño movimiento permita que el asteroide pueda esquivar nuestro planeta, pasando a miles de kilómetros. Evidentemente, cuanto más cerca estemos de un posible impacto, más difícil será poder desviarlo y evitar la colisión. En este caso, se trataría de una posible colisión que, de suceder, todavía tardará más de 4 décadas. Hay tiempo más que suficiente para reaccionar. E incluso aunque no se pudiese, Apofis no es completamente letal.

Con 300 metros de diámetro, no es lo suficientemente grande como para poder acabar con el ser humano, de una forma similar al cometa que, hace 65 millones de años, acabó con los dinosaurios (y que medía unos 10 kilómetros). Apofis, si chocase con la Tierra, provocaría destrucción regional. Si no se tomasen medidas de evacuación, podría acabar con millones de personas. Además, el polvo expulsado por la colisión provocaría que los años posteriores fuesen muy complejos en aspectos como el de la agricultura. Pero, sea como fuere, de momento el riesgo es muy pequeño y hay que esperar…

Referencias: Phys, IFLScience