Con la llegada de las misiones tripuladas a la Luna, en esta próxima década, una de las grandes preguntas es qué hora es en nuestro satélite. En la próxima década hay multitud de misiones planeadas. La Agencia Espacial Europea está contribuyendo a diferentes misiones… y también a medir el paso del tiempo.

Cómo decidir la hora en la Luna

La llegada de la Plataforma Orbital Lunar, o las misiones tripuladas, así como el aterrizador Argonaut, de la ESA, plantean diferentes necesidades. En no muchos años, habrá multitud de misiones funcionando en la Luna, que necesitarán comunicarse entre sí, y fijar sus posiciones sin depender de la Tierra. Es decir, será necesario que la Luna tenga su propia hora. Por ello, algunas organizaciones ya han comenzado a debatir sobre cómo medir el paso del tiempo en nuestro satélite. La primera reunión tuvo lugar en noviembre de 2022.

¿Qué hora es en la Luna?
Concepto artístico del aterrizador Argonaut, de la Agencia Espacial Europea. Crédito: ESA

El objetivo es alcanzar un acuerdo sobre la creación de la arquitectura común para la comunicación y servicios de navegación lunares, en algo denominado LunaNet. Según han explicado, es un marco de trabajo con estándares, protocolos y requisitos bien definidos. Permitirá que las próximas misiones puedan trabajar de manera conjunta. La medición del tiempo es una pieza muy importante. En aquella reunión, se determinó que era importante definir una referencia común de tiempo en la Luna. Algo que sea aceptado internacionalmente.

Todos los sistemas lunares, y usuarios, podrían usarlo. Ahora, está en marcha una colaboración internacional para conseguir establecer esa hora lunar. Hasta ahora, cada misión a la Luna utilizaba su propia escala de tiempo, exportada de la Tierra, con antenas de espacio profundo para poder sincronizar sus cronómetros con la hora de la Tierra. Esto permite establecer comunicaciones en dos sentidos. En el entorno lunar, con muchas más misiones, este sistema no es sostenible. El panorama va a ser muy diferente.

La Plataforma Orbital Lunar, Artemisa…

Una vez esté terminada, la Plataforma Lunar Orbital estará abierta a la permanencia de astronautas. Los diferentes lanzamientos de Artemisa se encargarán de enviar suministros. Todo esto, permitirá que haya misiones tripuladas a la superficie lunar. El objetivo es trabajar hacia establecer una base cerca del polo sur lunar. Al mismo tiempo, también tendrán lugar muchas misiones no tripuladas. En cada misión Artemisa, por ejemplo, se desplegarán muchos CubeSats. La Agencia Espacial Europea también desplegará su róver Argonaut.

Estas misiones no solo van a estar en la Luna a la vez. También interactuarán a menudo entre sí, comunicándose y realizando operaciones conjuntas. A través del programa Moonlight, la Agencia Espacial Europea está desarrollando un servicio de navegación y comunicación. Esto permitirá que las misiones mantengan conexión con la Tierra, y que puedan guiarse alrededor de la Luna y su superficie. Será imprescindible para que puedan cumplir con sus objetivos de misión. Además, Moonlight también necesitará un sistema de medición del tiempo común.

De esa manera, las misiones podrán conectarse y será más simple determinar posiciones. A Moonlight se le unirá el equivalente de la NASA (el Lunar Commnuications Relay and Navigation System). Para maximizar la interoperabilidad, ambos sistemas emplearán la misma escala de tiempo, junto a las misiones (tripuladas y no tripuladas) a las que darán servicio. Es algo que en la Tierra ya se ha llevado a cabo. Hoy en día, gracias a los sistemas satelitales de navegación global, los smartphones son capaces de determinar la posición del usuario con una precisión de hasta menos de un metro.

Las particularidades de la Luna

En el caso de la Luna, hay algún matiz. Habrá que tener en cuenta que el tiempo pasa de una manera diferente, debido a la gravedad y velocidad del satélite. Para poder tener un sistema de navegación preciso, es necesario tener un sistema de medición del tiempo muy detallado. En la Tierra, el sistema es UTC (Tiempo Universal Coordinado), es el que se usa en Internet, bancos o aviación, así como en experimentos científicos precisos. El UTC se determina gracias a una colección de relojes atómicos repartidos por todo el mundo.

Concepto artístico de la estación Lunar Gateway en órbita de la Luna. Crédito: NASA

Entre las cosas que se están debatiendo, una es si debería ser una única organización la que se encargue del sistema del paso del tiempo o, por el contrario, deberían ser varias. Además, también se debe decidir si el tiempo lunar se establecerá de manera independiente o estará sincronizado con el de la Tierra. No será una decisión fácil. Los relojes en la Luna van más rápido que los terrestres. Ganan alrededor de 56 milisegundos por día (si bien el ritmo exacto depende de la ubicación en la Luna, ya que varía entre órbita y superficie).

El sistema tendrá que ser útil también para los astronautas. Algo que será un reto teniendo en cuenta que un día en la Luna dura 29 días y medio. Por último, será necesario tener un marco de referencia selenocéntrico, imprescindible para poder realizar mediciones precisas entre puntos distantes en el satélite. Todo esto son solo algunos de los ejemplos de todo lo que implica el nuevo panorama de exploración de la Luna. En los próximos meses, y años, tendremos más noticias sobre qué decisiones se toman finalmente…

Referencias: Agencia Espacial Europea