El gigante asiático ha desvelado que un grupo de astronautas chinos está entrenando para varias misiones tripuladas. En total, este año deberían ser cuatro. El objetivo es continuar el trabajo para completar la primera estación orbital permanente del país, que supondrá un gran paso en su exploración del espacio…

Una docena de astronautas chinos para las próximas misiones

El gran objetivo de China, en las próximas misiones, es completar su próxima estación espacial. Esta, a diferencia de Tiangong-1 y Tiangong-2, será permanente. O, por lo menos, todo lo permanente que puede ser una estación espacial, ya que evidentemente tendrá fecha de caducidad. El módulo principal de la estación, llamado Tianhe, podría lanzarse en el mes de abril, según la Administración Espacial Nacional de China. El gigantesco cohete Long March-5B Y2, y su cargamento, ya están en el Centro de Lanzamiento Espacial de Wenchang, en Heinang.

Los astronautas chinos se preparan para viajar al espacio
Ilustración de la estación espacial china y sus módulos. Crédito: Saggitarius A/Wikimedia Commons

Allí se desarrollarán las pruebas y el ensamblaje. El lanzamiento, una vez se produzca, será el primero de once misiones que, en los próximos dos años, tendrán como objetivo terminar la construcción de la estación. Algo que se espera completar hacia finales de 2022. Tras Tianhe, se lanzarán otros dos módulos. Así como cuatro misiones de suministros con Tianzhou, y, aún más interesante, cuatro misiones Shenzhou tripuladas. La Administración Espacial Nacional de China ha proporcionado una lista de 12 astronautas chinos para las misiones tripuladas.

Entre ellos se encuentran veteranos de vuelos anteriores de Shenzhou así como astronautas nuevos, incluyendo mujeres. No ha trascendido, sin embargo, si esta lista es completa. Podría haber más astronautas que no estén en el listado que se ha facilitado. Sea como fuere, una vez instalado, el módulo central de la estación tendrá la capacidad de albergar una tripulación de hasta tres personas. El módulo contará con diferentes escotillas para permitir el acoplamiento de diferentes módulos. Incluyendo módulos científicos que se lanzarán posteriormente.

Tiangong-1 y Tiangong-2 como primeros pilares del programa chino

Esta no es la primera incursión de China en el campo de las estaciones espaciales. Ya cuentan con la experiencia de Tiangong-1 y Tiangong-2. Con ellas han llevado a cabo mediciones para encuentros en órbita, acoplamientos y sistemas de soporte vital. La estación espacial permanente, una vez completada, debería ser capaz de albergar tripulaciones en misiones que se prolonguen entre cuatro y seis meses. No es muy diferente de la duración clásica de las misiones de la Estación Espacial Internacional, que es de unos seis meses.

El objetivo de China, según algunas informaciones, es que la estación espacial se utilice durante quince años. De ser así, podría terminar su funcionamiento después de que lo haga la Estación Espacial Internacional. Si bien esta última, en realidad, habrá estado durante mucho más tiempo activa, ya que ha cumplido veinte años en operaciones. De todos modos, hay que tomar el dato con una dosis de precaución. La estación bien podría funcionar durante más tiempo. Veremos cómo avanza en el futuro y qué cuentan desde China en ese sentido.

Hay que recordar que la Estación Espacial Internacional cuenta con el respaldo de Estados Unidos, Rusia, Japón, Europa y Canadá, entre otros. China no se incorporó, entre otros motivos, por la insistencia de Estados Unidos, que no quería compartir tecnología con el programa chino. No ha sido un impedimento para la nación asiática, que ha estado avanzando en su programa espacial a muy buen ritmo. En 2003 pusieron en órbita de la Tierra a su primer astronauta. En los últimos años, están explorando la Luna con el programa Chang’e.

China también trabaja en otras misiones tripuladas

A eso podemos sumarle la misión Tianwen-1, que llegó recientemente a Marte. Próximamente, intentarán hacer descender un róver a la superficie del planeta rojo. Si lo consiguen, será el segundo país, tras Estados Unidos, que logra posarse en la superficie de otro planeta. A esto le podemos sumar, en el horizonte, una nave espacial reutilizable, una misión tripulada a la Luna y la construcción de una base permanente en nuestro satélite. En este último, aunque no ha habido nueva información desde hace años, podría colaborar con la Agencia Espacial Europea.

Este concepto artístico muestra la estación Tiangong-1 en el espacio. Crédito: CMSE

Sea como fuere, la estación espacial permanente de China parece predestinada a ser uno de sus grandes centros de atención. Tendrá una masa de entre 80 y 100 toneladas. Aproximadamente, tendrá la quinta parte de la masa de la Estación Espacial Internacional y un tamaño similar al de la vieja estación espacial rusa Mir. Al igual que ambas, será una estación modular. Es decir, los diferentes componentes de la estación se irán lanzando por separado y serán ensamblados en el espacio. El sistema será similar al método de ensamblaje empleado por Rusia.

Es posible que veamos cooperación internacional entre China e Italia, ya que firmaron un acuerdo en este sentido en 2017, pero no deberíamos esperar que haya cambios en la relación entre NASA y CNSA. Al menos no a corto plazo. Como en todo lo referente a la exploración espacial china, habrá que prestar atención a qué se va publicando próximamente. Desde occidente no siempre es fácil encontrar información fiable. Pero, sea como fuere, es muy interesante ver cómo una nación más del mundo da un paso hacia la exploración tripulada del espacio…

Referencias: Phys