Grandes noticias para el programa Artemisa. La NASA ha elegido a SpaceX, la compañía de Elon Musk, para enviar astronautas a la superficie de la Luna. Habrá que esperar, como mínimo, hasta 2024 para ver estas misiones convertidas en realidad, pero es un paso de gigante hacia el regreso de misiones tripuladas a nuestro satélite…
La NASA ha elegido la experiencia de SpaceX
En 2024, la NASA va a regresar a la Luna con el programa Artemisa. Para convertirlo en realidad, va a necesitar la colaboración de diferentes socios, algo que ya sucedió hace más de cinco décadas en el programa Apolo. Una de las piezas fundamentales del programa Artemisa es el SLS (por las siglas en inglés de Space Launch System, Sistema de Lanzamiento Espacial). El cohete más potente, desde el Saturno V, que llevó a los astronautas del programa Apolo a la Luna, y la nave Orión. Pero esto será solo para llegar a la órbita de la Luna.
Ahí es donde entran en escena los socios comerciales de la agencia espacial estadounidense. El objetivo es desarrollar el HLS (por las siglas en inglés de Human Landing System, Sistema de Aterrizaje Humano). Después de muchas consideraciones, la agencia ha anunciado que ha elegido a SpaceX para que continúe trabajando en su concepto de aterrizador lunar. Cuando vuelvan los astronautas estadounidenses a la Luna, por primera vez en más de cincuenta años, lo harán en una versión modificada de la nave Starship de la compañía de Elon Musk.
El concepto presentado era uno de los tres finalistas que la NASA ya seleccionó en abril de 2020. Dentro de ese mismo programa se encontraban las compañías Blue Origin y Dynetics, cuyas propuestas han quedado finalmente descartadas. Las tres empresas recibieron contratos por valor de 967 millones de dólares, y un período de 10 meses para seguir avanzando en sus propuestas. SpaceX ha logrado ahora un contrato en firme, y con un precio fijo, de unos 2890 millones de dólares. Para SpaceX, es un paso adelante muy significativo.
Una nave similar a Starship
El concepto de HLS de SpaceX plantea un vehículo completamente integrado. Será muy parecido en su diseño a Starship, la nave que están desarrollando actualmente y que será sucesora de los cohetes Falcon 9 y las cápsulas Dragon. Especifícamente, el diseño es parecido a la fase superior de Starship, que es el elemento orbital del cohete completo (formado por dos fases). Durante el período de trabajo, en estos últimos meses, en el HLS, los ingenieros de la compañía han estado trabajando de forma conjunta con diferentes expertos de NASA.
El objetivo era crear un diseño que encaje con los requisitos de rendimiento necesarios por parte de NASA, y garantizar que cumplen con los estándares humanos. La Starship HLS se apoya en los motores Raptor, que la compañía ya ha puesto a prueba, así como su experiencia con los vehículos ya existentes. Su trabajo en Falcon 9, Falcon Heavy y las cápsulas Dragon no ha pasado ni mucho menos desapercibido. En esa versión de Starship habrá una espaciosa cabina para cuatro astronautas y dos escotillas para permitir el desarrollo de paseos lunares.
Este será el primer paso de lo que se espera sea una nueva etapa en la exploración tripulada de la Luna. El objetivo, en esta ocasión, no es permanecer solo unos pocos días en la superficie. Se busca, a más largo plazo, poder establecer una presencia permanente en nuestro satélite. Ya se está hablando de planes, para la década de 2030, de construir una base lunar que estará habitada constantemente. Esto será, a su vez, un paso previo hacia la expansión de misiones a otros lugares del Sistema Solar, como una misión tripulada a Marte.
Artemisa III cada vez más cerca
La misión Artemisa III será la primera tripulada del programa. En estos momentos, su lanzamiento está previsto para octubre de 2024. El SLS y la nave Orión enviarán cuatro astronautas a la órbita de la Luna, en un viaje que durará varios días. Una vez allí, dos miembros se trasladarán al HLS para realizar el viaje de descenso a la superficie lunar. Tras una semana en la superficie, explorando la Luna, regresarán a la cápsula Orión y volverán a la Tierra. Aunque la misión podría retrasarse hasta 2028, cuando suceda será un hito histórico.
No solo porque será la primera misión tripulada a la Luna en el siglo XXI, y la primera desde Apolo 17, que tuvo lugar en diciembre de 1972. También porque uno de los dos astronautas que aterrizará en la Luna será una mujer. Otro objetivo del programa Artemisa es incluir a la primera persona de color que camine sobre la superficie lunar. Sea como fuere, la NASA también planea seguir trabajando con posibles socios comerciales. Esta vez, centrados en el servicio de transporte de tripulaciones en la superficie de nuestro satélite.
La compañía de Elon Musk, además, va a seguir muy relacionada con la NASA. A fin de cuentas, a principios de 2021, la NASA anunció que ha elegido a SpaceX para proporcionar los servicios de lanzamiento para los elementos centrales de la futura Estación Lunar Gateway. El lanzamiento de ambos componentes todavía está lejos, porque tendrá lugar no antes de mayo de 2024. Pero, en cualquier caso, poco a poco nos vamos acercando a que el programa Artemisa se convierta en una realidad, y veamos misiones tripuladas a la Luna…
Referencias: Universe Today
