Esta semana, en Astrobitácora 6×02 y en YouTube, hablamos de los peligros de las conspiraciones desde dos vertientes diferentes. Por un lado, nos centramos en los daños que están causando a la hora de preservar nuestro propio legado, al alterar las historias de tribus indígenas. Por otro, de los daños que provocan al no tomarnos su impacto en serio…
Astrobitácora 6×02: El daño de las conspiraciones
Una de las conspiraciones más extendidas es la creencia de que, en el pasado remoto, los extraterrestres visitaban la Tierra. Aunque esta idea carece de fundamento, ya que, como hemos explicado en multitud de ocasiones, no hay forma alguna de que otras civilizaciones, si es que existiesen, pudiesen saber de nuestra presencia. Hace solo un siglo, aproximadamente, que el ser humano envió su primera señal tecnológica al espacio. En cualquier caso, ese ni siquiera es el quid de la cuestión en el asunto que nos ocupa en este programa.
Lo cierto es que, en un artículo publicado en The Conversation, se habla del impacto que esto está teniendo en las historias de las tribus indígenas. Es una de las pocas herramientas que existe en la actualidad que permita recuperar el conocimiento de nuestros ancestros más lejanos. Las historias que, hace 50 000 años, nuestros ancestros compartían sobre el cielo y la tierra. Una manera de comprender el mundo que, con el paso del tiempo, se ha perdido casi por completo. Ahora, las conspiraciones también han contaminado este terreno.
Esto ha provocado que algunas tribus hayan transformado sus historias, asegurando que, decenas de miles de años en el pasado, recibieron la visita de alguna criatura extraterrestre. La realidad, naturalmente, está muy alejada de ese escenario. Es un ejemplo del peligro de algo que, aparentemente, puede ser muy inofensivo. El daño en la herencia cultural del ser humano es muy palpable y está provocando que se pierda nuestro pasado. De esto, y mucho más, hablamos en Astrobitácora 6×02. Puedes escucharlo en la app de iVoox, en iOS y Android; en la web, en este enlace, o aquí mismo:
YouTube: El peligro de compartir las conspiraciones
En YouTube, en la línea de este mismo tema, hablamos de lo que sucede cuando decidimos compartir la publicación de un conspiracionista en nuestras redes. Aunque puede parecer completamente inofensivo, en el fondo lo que estamos haciendo es cumplir con su objetivo. Los conspiracionistas son plenamente conscientes de que sus ideas se difunden bajo un tono de burla y sorna. Pero, en realidad, eso es lo que esperan. Saben que, de esta manera, podrían llegar a personas que sí terminen creyéndose su conspiración y que permitan que se enriquezca.
No solo eso, desde hace tiempo, se sabe que es raro que una persona crea en una única conspiración. Por lo que, empezando por algo aparentemente inocente (como dudar de la forma de la Tierra), se puede terminar creyendo en algo mucho más dañino y peligroso, como lo son las conspiraciones antivacunas. Tristemente, todos los años nos encontramos con historias de padres que deciden no vacunar a sus hijos y, tarde o temprano, fallecen por causa de una enfermedad que, de haber sido vacunados, ni siquiera hubiera sido un problema.
Es un ejemplo fácil de cómo, en realidad, cualquiera de nosotros puede tener un impacto positivo (o negativo) en las personas que nos rodean. Eso sin entrar en el hecho de que, simplemente, al decidir compartir esas teorías, estamos siendo una parte activa a la hora de ayudar a que proliferen. A fin de cuentas, es la sociedad misma la que decide a qué quiere darle más o menos importancia, y cómo lo quiere difundir. De esto, y otros aspectos, hablamos en el vídeo de esta semana. Puedes verlo en el canal de YouTube, en este enlace, o al principio de este artículo.