China ha completado la primera prueba (con anclajes) de su aterrizador lunar Lanyue. Es un paso más para conseguir llevar a cabo una misión tripulada a nuestro satélite en la década de 2030. Por ahora solo se trata de una breve prueba, pero demuestra que la intención del país es de avanzar desde ya mismo.
El aterrizador lunar Lanyue está todavía en sus primeros pasos
La prueba se completó el pasado 6 de agosto, en una instalación en la provincia Hebei, en el norte de China. Tuvo una duración de apenas 30 segundos. La prueba con anclajes ha permitido comprobar la integración y rendimiento de los sistemas clave, simular un descenso, comprobar el sistema de guiado, así como el control y apagado del motor. Esta sería la parte crítica de una misión lunar tripulada. Es la primera prueba por parte de China para conseguir un aterrizador para las misiones tripuladas planeadas en el futuro.

En este sentido, Huang Zhen, de la Agencia Espacial China, explicaba que «para nuestras misiones tripuladas, debemos garantizar que los astronautas aterrizan en la superficie lunar de manera muy suave. Algo que requiere de estándares muy altos para el rendimiento y amortiguación del aterrizador. Cada gramo de peso tiene un papel que desempeñar en diferentes funciones». El aterrizador está compuesto por una fase de propulsión inferior y una fase de propulsión superior que alberga el módulo de tripulación. Es una configuración que nos resultará familiar.
A fin de cuentas, la estructura es muy parecida a la del Módulo Lunar que la NASA utilizó durante el programa Apolo. Lanyue, por cierto, significa abrazar la Luna en chino. La intención de la Agencia Espacial China es que el aterrizador lunar Lanyue transporte a dos astronautas chinos a la superficie lunar. Servirá también como campamento base para estancias cortas en nuestro satélite. La configuración de aterrizador y orbitador es similar a la que China ya ha empleado con éxito en las misiones Chang’e-5 y Chang’e-6, de retorno de muestras.
Todavía queda mucho por delante
La diferencia es que el aterrizador lunar Lanyue también llevará la fase de propulsión a la superficie lunar. Es diferente a lo visto en las misiones Chang’e, donde permaneció en la órbita lunar. Al igual que en los últimos aterrizadores del programa Apolo, Lanyue también llevará un róver, acoplado a la pared externa del módulo. La nave Mengzhou (nave de los sueños) cumplirá con la función de módulo de mando para llevar a la tripulación desde la Tierra hasta la Luna (y el regreso). Lanyue tiene una masa de 26 000 kilos al aterrizar en la superficie de la Luna.
Contrasta con los 10 330 del módulo lunar de Apolo. La nave HLS Starship (la versión modificada para poder enviar seres humanos a la superficie) de SpaceX será capaz de llevar hasta 100 000 kilos. Seguramente, el cohete Long March-10 de la Agencia Espacial China (que se espera que comience a volar en 2027) será el que se use en las primeras misiones tripuladas de China a la Luna, a principios de la década de 2030. Hasta ese entonces, el aterrizador lunar Lanyue tiene muchas pruebas por delante tanto en la Tierra como en el espacio.
Hay muchos pasos que cumplir antes de que se pueda enviar una tripulación a la Luna. El programa Apolo también pasó por un proceso muy largo en los años 60, antes de que el módulo LM-1 realizase su primer vuelo no tripulado en la órbita baja de la Tierra, en enero de 1968, en la misión Apolo 5. El programa Chang’e ha sido un gran éxito y seguirá con la misión Chang’e-7. Su objetivo es estudiar la superficie lunar en 2026. China, además, también ha llevado a cabo la misión Tianwen-1 en Marte, en 2020 y 2021. La misión incluía un orbitador, aterrizador y róver.
China tiene una guía bien marcada
Su gran ambición, con Marte, es llevar a cabo una misión de retorno de muestras. Se trata de Tianwen-3, prevista para 2028. Además, la agencia ya ha lanzado su primera misión de retorno de muestras de asteroide (y encuentro con un cometa), Tianwen-2, en este mismo año. Además, la compañía privada Space Epoch ha llevado a cabo su primer aterrizaje de una primera fase, sobre el agua, con éxito. La industria privada aeroespacial china está creciendo a buen ritmo y hay diferentes compañías implicadas en todo tipo de actividades.

Por otro lado, en la órbita baja de la Tierra, China mantiene su presencia tripulada en la Estación Espacial Tiangong. A principios de 2026, el país lanzará su propia respuesta al telescopio espacial Hubble. Se trata de Xuntian, que se mantendrá en una órbita similar a la de Tiangong. Esto permitirá que sea posible repararlo y mejorarlo a lo largo de su vida útil. Es otro ejemplo de lo mucho que está creciendo su programa especial y lo bien que está avanzando el gigante asiático. China está en un momento muy interesante en su programa espacial.
Todavía habrá que esperar unos años, pero estamos cada vez más cerca de ver la primera misión tripulada rumbo a la Luna, en la próxima década. Teniendo en cuenta la situación actual de NASA, es inevitable preguntarse si podría llegar esa misión antes que Artemisa III. SpaceX sigue desarrollando su nuevo cohete, Starship, y la versión modificada que se utilizará todavía está, consecuentemente, en una fase temprana. ¿Es posible que se retrase tanto que China pueda llegar a enviar astronautas antes de Artemisa III? Habrá que esperar y ver…
Referencias: Universe Today