Un grupo de investigadores ha descubierto tres exoplanetas rocosos en un sistema binario compacto. El hallazgo es de lo más interesante porque permitirá entender mejor la formación de planetas, y la estabilidad de sus órbitas, en sistemas que tengan dos estrellas muy cerca entre sí.
Tres exoplanetas rocosos en el sistema TOI-2267
Este trabajo será muy útil porque, durante mucho tiempo, se ha pensado que los entornos en sistemas binarios con estrellas cercanas entre sí era demasiado hostil. No era apto para el desarrollo de sistemas planetarios complejos. Los investigadores explican que su análisis «muestra una organización planetaria única: dos planetas están en tránsito en una estrella, mientras que el tercero lo está en torno a la otra». Lo explicaba Sebastián Zúñiga-Fernández, que es el autor principal del estudio y añadía que «TOI-2267 es el primer sistema binario conocido con planetas en tránsito en ambas estrellas».

Hay que recordar que un tránsito es el nombre que se le da al paso de un planeta por delante de su estrella, desde nuestra perspectiva en la Tierra. TOI-2267 es lo que se conoce como un sistema binario compacto. Las dos estrellas que lo componen están en una órbita pequeña entre sí. Esto crea un entorno gravitacionalmente inestable para la formación de planetas. A pesar de ello, los investigadores han encontrado tres planetas rocosos en órbitas cortas. Es un resultado sorprendente que desafía a varios modelos clásicos de formación de planetas.
Francisco J. Pozuelos, investigador del Instituto de Astrofísica de Andalucía (IAA-CSIC) y coautor del estudio, explica que su descubrimiento «rompe varios récords, porque es el par de estrellas más compacto y frío conocido que tenga planetas a su alrededor. También es el primero en el que se han observado planetas en tránsito en torno a ambas estrellas». El telescopio espacial TESS, de NASA, ha proporcionado los datos, pero la identificación inicial de dos de los tres planetas se consiguió con SHERLOCK, un software desarrollado por los astrónomos de IAA-CSIC y la Universidad de Lieja.
Un descubrimiento que permitió muchas observaciones
Ese descubrimiento, tan temprano, permitió que el equipo pudiese realizar observaciones posteriores con observatorios terrestres. Para confirmar que las señales observadas en los datos de TESS se correspondían con planetas, fue necesario llevar a cabo una campaña intensiva de observaciones. Entre ellos, se utilizaron los telescopios SPECULOOS y TRAPPIST. Son instalaciones que están optimizadas para el estudio de pequeños exoplanetas en torno a estrellas tenues y frías. Fueron clave para confirmar los planetas y estudiar las particularidades del sistema.
Zúñiga-Fernández también explica que «descubrir tres planetas de un tamaño similar al de la Tierra, en un sistema binario compacto, es una oportunidad única. Nos permite poner a prueba los límites de los modelos de formación de planetas en entornos complejos. Así como entender mejor la diversidad de posibles arquitecturas planetarias en nuestra galaxia«. Pozuelos también añade que «este sistema es un laboratorio natural para entender cómo pueden aparecer los planetas rocosos y sobrevivir bajo condiciones dinámicas. En un lugar donde, antes, se pensaba que su estabilidad estaría comprometida«.
Este descubrimiento plantea muchas preguntas sobre la formación de planetas en sistemas binarios y abre el camino para realizar nuevas observaciones. Entre las herramientas que se podrían utilizar, destacan especialmente el telescopio James Webb y la próxima generación de observatorios terrestres. Estos instrumentos permitirán medir con precisión la masa, densidad y, quizá, incluso la composición atmosférica de esos mundos lejanos. El descubrimiento también es importante porque destaca la utilidad de combinar misiones espaciales y observatorios terrestres.
Tres exoplanetas rocosos en un sistema muy compacto
¿Qué sabemos sobre el sistema TOI-2267 en sí? Está a 190 años luz del Sistema Solar. Las dos estrellas que lo componen (TOI-2267 A y B) están entre sí a, aproximadamente, ocho veces la distancia media entre la Tierra y el Sol. Es decir, a ocho unidades astronómicas. Si bien esta es la separación proyectada, y como explican desde IAA-CSIC, la distancia real podría ser algo mayor. Ambas son enanas rojas, estrellas mucho menos masivas que el Sol y con una vida mucho más larga. Sobre los planetas, por ahora, no hay mucha información.

El hallazgo es muy interesante porque ayudará a entender mejor cómo son las condiciones en este tipo de sistemas, donde se pensaba que los planetas no podrían formarse. La cercanía entre las estrellas, se creía, era demasiada como para que pudiese existir un entorno adecuado. Sin embargo, la presencia de estos tres exoplanetas rocosos en el sistema demuestra que el proceso de formación de planetas es perfectamente posible. Además, al menos en algunos casos, algunos de los planetas pueden terminar sobreviviendo en órbitas estables.
Esto no quiere decir, presumiblemente, que se deba esperar todos los sistemas compactos binarios vayan a tener planetas a su alrededor. Pero, como mínimo, a largo plazo, podría ayudar a que se decida poner la atención en este tipo de sistemas en busca de ejemplos que puedan resultar interesantes para poner a prueba lo que muestran los modelos de formación. Por lo comentado por los investigadores, podemos esperar tener muchos más datos y detalles sobre el sistema TOI-2267, que será analizado a fondo durante los próximos meses y años.
Estudio
El estudio es S. Zúñiga-Fernández, F. Pozuelos, M. Dévora-Pajares et al.; «Two warm Earth-sized exoplanets and an Earth-sized candidate in the M5V-M6V binary system TOI-2267». Publicado en la revista Astronomy & Astrophysics el 24 de octubre de 2025. Puede consultarse en este enlace.