La NASA ha anunciado que busca empresas rivales que compitan contra SpaceX para su misión Artemisa III. La agencia espacial estadounidense ha sido muy clara. Sean Duffy, administrador en funciones de la NASA, ha reconocido que la compañía de Elon Musk va con retraso sobre lo previsto.
La NASA busca rivales de SpaceX para poder avanzar
Por primera vez, públicamente, la NASA ha admitido que SpaceX va con retraso para cumplir los plazos esperados y poder llevar a cabo la misión Artemisa III. Hay que recordar que la compañía de Elon Musk debe ser la encargada de proporcionar el vehículo que lleve a la cápsula Orión desde la órbita de la Luna a la superficie del satélite. Para ello, el vehículo elegido es una versión modificada de Starship, que se conoce como HLS Starship (HLS por las siglas de Human Landing System, sistema de aterrizaje tripulado). Pero Starship sigue en desarrollo.

La compañía ha llevado a cabo once vuelos de prueba hasta el momento con Starship. Todavía no ha probado sistemas como la captura de Starship por la torre de lanzamiento. Tampoco se ha probado el sistema de repostaje en la órbita baja de nuestro planeta. Un paso imprescindible para que la versión modificada de Starship pueda llegar hasta la Luna y cumplir con su misión. Quizá por eso, ahora la NASA ha decidido abrir un nuevo capítulo en su programa espacial. Duffy ha sido muy claro: «Vamos a tener una nueva carrera espacial».
Salvo que esta, como ha explicado, tiene que ver con compañías estadounidenses que competirán por ver «quién puede llevarnos de vuelta a la Luna antes que el resto». Por ello, va a abrir de nuevo el proceso de contrato para ver qué compañías podrían estar interesadas. Según Duffy, creen que Blue Origin es una de las empresas que, de presentarse la oportunidad, se lanzarán a ello. Pero también podría haber otras. Como mínimo, este movimiento provocará que SpaceX tenga que reaccionar y acelerar su desarrollo (si es que es posible).
¿Qué lo ha motivado?
Blue Origin es una de las principales rivales de SpaceX. La compañía, fundada por Jeff Bezos, ya tiene un contrato para llevar a cabo la quinta misión del programa Artemisa (es decir, Artemisa V). Para esa misión, la compañía será la encargada de aportar el vehículo que llevará a los astronautas a la superficie. Por lo que no es descabellado que puedan estar interesados en adelantar su participación a Artemisa III. Sean Duffy también ha enfatizado algo que ya sabíamos. Al igual que Donald Trump, considera que están en una carrera espacial contra China.
El objetivo es que se consiga regresar a la Luna antes de que termine el mandato de Trump (que finaliza en 2028). China, por su parte, quiere enviar astronautas por primera vez al satélite en 2030 como máximo. Durante el segundo mandato de Trump, la NASA ha visto cómo aumentaba la presión por parte de la Casa Blanca para acelerar su progreso. Sean Duffy ha llegado a afirmar en la red social X que EE. UU. está «en una carrera contra China, así que es necesario tener a las mejores compañías funcionando a una velocidad que nos permita llegar a la Luna primero».
De momento, el contrato sigue siendo de SpaceX, pero «la competición y la innovación son las claves para nuestro dominio en el espacio». Fue el propio Donald Trump quien, durante su primer mandato, anunció el programa Artemisa. El objetivo es regresar a la Luna con misiones tripuladas, tan pronto como sea posible, y posteriormente enviar una misión tripulada a Marte. Sin embargo, el programa se ha encontrado con diferentes contratiempos, que han retrasado las misiones tripuladas. Artemisa II, por ejemplo, llegará en 2026.
Un programa que sigue adelante pese a todo
Tras Artemisa II, si todo sale bien, en 2027 será el turno de la misión Artemisa III. Pero para que eso suceda, primero es necesario que la segunda misión transcurra sin sobresaltos. Servirá para poner a prueba los sistemas de soporte vital y muchas otras novedades de la cápsula Orión. Todo ello imprescindible para garantizar el éxito de la misión y garantizar la seguridad de la tripulación. Si algún sistema no funcionase correctamente, sería necesario retrasar la misión todavía más. Es decir, por la propia NASA, Artemisa III podría retrasarse hasta 2030 (o más).

Pero, por otro lado, la agencia espacial estadounidense podría retrasarse, simplemente, porque la compañía designada sea incapaz de cumplir con los plazos necesarios. Esa es la situación, precisamente, en la que se encuentra SpaceX en estos momentos. Starship acumula retrasos (y muchas dificultades a la hora de llevar algunos lanzamientos de prueba) y la sensación es que todavía queda mucho camino por recorrer. Tras las misiones de prueba, la NASA establece que un vehículo que vaya a utilizarse en misiones tripuladas, debe haber volado con éxito en misiones normales.
Si la intención de volar a mediados de 2027 con Artemisa III sigue adelante, es difícil imaginar que Starship pueda estar preparada. Todavía quedan muchos pasos en el programa de pruebas y, posteriormente, tienen que llegar las misiones comerciales. A ello habrá que sumarle, también, los vuelos de prueba de Starship con los sistemas de soporte vital y lo necesario para una misión tripulada. Por todo esto, no es sorprendente saber que la NASA busca rivales para competir con SpaceX. La pregunta es, ¿quién podría cumplir con estos plazos?
Referencias: Phys