Esta semana, en Astrobitácora E30, hablamos de un nuevo estudio que busca una posible explicación a la estrella de Belén. En YouTube, además, repasamos un trabajo que plantea que Titán podría no tener un océano de agua líquida en su interior, a pesar de lo que se creía…

Astrobitácora E30: ¿Qué fue la estrella de Belén?

De cuando en cuando, con la llegada del final de año y las Navidades, no es raro ver algún estudio centrado en intentar buscar una explicación a la célebre estrella de Belén. Naturalmente, la opción más frecuente es que, simplemente, se trata de un relato completamente ficticio. Lo que se describe no tiene ningún parecido con un fenómeno conocido. Así que, directamente, podemos optar por descartarlo. Pero, ¿y si se intentar ir un paso más allá y se considera que pudiese ser un relato extremadamente adornado de un fenómeno real?

Una imagen artística de la estrella de Belén (o algo parecido, por el paisaje…)

En ese caso, hay algunas opciones que, parcialmente, podrían encajar con esa descripción. Lo más frecuente son las conjunciones de planetas, que fuese excepcionalmente brillante, o algún cometa. Sin embargo, son interpretaciones que tienen sus problemas. El más evidente es que, incluso en la antigüedad, los planetas más brillantes del cielo ya eran conocidos. Y, por tanto, no hubiera tenido nada de especial una conjunción brillante. Por otro, los cometas se asociaban generalmente con señales de malos augurios, así que no hubieran atraído la atención.

Pero un investigador de NASA plantea que, al margen de estas consideraciones, sí hay una posibilidad que encaje con la descripción de un objeto celeste fijo en el firmamento, al menos durante un tiempo. Un cometa que pasase muy cerca de nuestro planeta. Lo más intrigante es que, en torno a aquella época, se avistó un cometa en el firmamento de la Tierra. Así que, ¿podría encajar? De eso hablamos en Astrobitácora E30, que puedes escuchar en iVoox, en la aplicación de iOS y Android; en la web, en este enlace, o aquí mismo:

YouTube: El océano semifundido de Titán

Del mismo modo, en YouTube, hablamos de un estudio que plantea que, en realidad, Titán podría no tener un océano líquido interno, como se creía. Todo se resume en diferentes consideraciones, como la relación gravitacional de Saturno y Titán. La manera en que Titán se deforma permite deducir cómo debería ser su estructura interna. Es, precisamente, este tipo de análisis el que apunta a que el interior podría ser diferente a lo que se creía. En teoría, la posibilidad de que pudiese haber un océano de agua parecía muy plausible.

Titán, fotografiado por la sonda Cassini.
Crédito: NASA

Sin embargo, este estudio dice que, en su lugar, deberíamos imaginar una capa de hielo semifundido. Curiosamente, esto no es necesariamente un varapalo para la búsqueda de vida. Según sus simulaciones, seguiría habiendo pequeñas bolsas de agua que podrían llegar a tener una temperatura de unos 20 grados. Además, la concentración de nutrientes podría ser mucho mayor que en un océano que abarcase todo el satélite, por lo que es fácil imaginar unas condiciones que resulten más favorables para la vida. Además, esto no altera la imagen sobre su superficie.

Porque, hay que recordar, Titán es un mundo mucho más frío que la Tierra, pero, al igual que nuestro planeta, posee una atmósfera densa. En su superficie hay lagos de hidrocarburos, que podrían dar lugar a la aparición de vida diferente a la que conocemos en nuestro planeta. Por lo que, por esa doble vertiente, resulta uno de los objetos más atractivos del Sistema Solar para la búsqueda de vida. De esto, y mucho más, hablamos en el vídeo de esta semana, que puedes ver en este enlace, o, si lo prefieres, al principio del artículo.