Ayer leí con cierta estupefacción, debo admitir, que se ha confirmado que estamos solos en el universo. No solo eso, todo ello apoyado en un estudio que parecía realizar tan apresurada como atrevida afirmación. La realidad, sin embargo, al rascar bajo la superficie es diferente… e interesante.
No sabemos si estamos solos en el universo
Vayamos por partes. Seguramente hayas oído hablar de la ecuación de Drake. Ese famoso cálculo experimental que nos permite estimar cuántas civilizaciones podría haber en la Vía Láctea y, por extensión si nos venimos arriba, en el universo observable. El principal escollo es que la mayoría de factores de la ecuación planteada por Frank Drake no son estimables. Solo podemos hacer conjeturas sobre cuál podría ser su auténtico valor.
En cualquier caso, es cierto que incluso con cifras muy conservadoras (pero realistas), el resultado siempre es que debería haber otras civilizaciones inteligentes en el universo. Lo que nos lleva a la no menos famosa paradoja de Fermi. Hasta aquí, la historia no tiene mucho que resaltar. Estamos buscando vida en otros lugares y todavía no hemos encontrado nada. Por ponernos en contexto, hace poco más de dos décadas ni siquiera estábamos seguros de que hubiese planetas alrededor de otras estrellas.
Así que en este tiempo algo hemos avanzado. Hemos visto, por ejemplo, que el Sistema Solar no es único. La Tierra no es un planeta especial. Al contrario, se estima que hay miles de millones de planetas rocosos en la zona habitable de otras estrellas. Así que parece razonable suponer que hay muchas oportunidades para que la vida pueda desarrollarse en otros lugares del cosmos. En cualquier caso, por ahora no tenemos confirmación de que sea así.
Un estudio mucho menos polémico de lo que parece
Aquí es donde entra en juego el estudio que está siendo publicitado por la prensa más generalista con una afirmación tan rimbombante como apresurada: «estamos solos en el universo». Pues resulta que no es lo que dice el estudio. Lo que dicen los investigadores es que, según sus estimaciones, hay una probabilidad bastante alta de que seamos la única civilización del universo observable. Otras civilizaciones, de haberlas, estarían más lejos.
Esta afirmación también tiene, para mi gusto, un punto un tanto sensacionalista. Pero, honestamente, el razonamiento de los científicos no es ni mucho menos malo. ¿Qué es lo que han hecho para llegar a esta conclusión? Pues coger la ecuación de Drake y utilizarla para hacer sus propios cálculos. Los científicos destacan algo que es bastante sabido por cualquier persona que haya curioseado la ecuación de Drake en alguna ocasión.
La ecuación nos pide valores exactos, que en realidad no tenemos salvo para unos pocos factores. No sabemos, por ejemplo, cuál es el porcentaje de planetas, alrededor de una estrella, en los que la vida se desarrolla. Solo lo podemos sospechar, pero no lo sabemos a ciencia cierta. Mucho menos sabemos cuántos, de esos planetas, llegan a desarrollar vida inteligente. Y no digamos cuántos planetas, con vida inteligente, llegan a tener civilizaciones como la nuestra.
Un juego de incertidumbres
Así que para saber si podríamos estar solos en el universo, lo que han hecho es buscar el enfoque contrario. En vez de utilizar cifras exactas, lo que han hecho los investigadores es intentar reducir las incertidumbres en todos los factores que no conocemos. Intentando tener en cuenta cosas como mecanismos genéticos y químicos que parecen plausibles para el desarrollo de la vida. De tal manera que esa incertidumbre quede registrada en la ecuación.
De esta manera, llegamos a los valores de la discordia. Los científicos estiman que hay una probabilidad de entre el 53 y el 99,6% de que estemos solos en la galaxia. Así como una probabilidad de entre el 39 y el 85% de que estemos solos en el universo observable. Son horquillas de porcentajes muy grandes. Y, en ningún caso, se dice que es un 100% de probabilidades. Los propios investigadores, en el estudio, lo mencionan así.
Literalmente, pone lo siguiente: «Encontramos una probabilidad sustancial de que estemos solos en la galaxia y, quizá, incluso en el universo observable. 53%-99,6% y 39-85% respectivamente. ¿Dónde está todo el mundo? Probablemente extremadamente lejos, y muy posiblemente más allá del horizonte cosmológico y por tanto nunca serán alcanzables». Lo primero que debería llamarnos la atención es que huyen de las afirmaciones categóricas.
No sabemos si estamos solos en el universo
Dejan claro, En todo momento, que parece muy probable. Que una cosa parezca muy probable no quiere decir, forzosamente, que sea cierta. Aquí, honestamente, me cuestionaría también la posibilidad de que estemos solos en el universo. Más que nada porque la horquilla de probabilidad es gigantesca. De un 39 a un 85%. Si pudiésemos acotar esos resultados y obtuviésemos, por ejemplo, un 39-45%, de repente veríamos que hay más probabilidades de que no estemos solos.
La otra estimación no es nueva. Se ha planteado en más de una ocasión que es posible que seamos la única civilización de la Vía Láctea. Bien podría ser así. Del mismo modo, es posible que seamos la única civilización del universo observable. Pero no se puede afirmar. Mucho menos con la rotundidad que algunos medios han utilizado. El estudio solo intenta refinar esas estimaciones y delimitarlo mejor. Pero no puede concluir si estamos solos en el universo.
Como mucho, nos ofrece una estimación, muy amplia, que se apoya en lo que sabemos a día de hoy. Algo que tiene sus propias lagunas. Hay mucho que no sabemos todavía. No sabemos si es posible que la vida con otras bases químicas abunde. O si la inteligencia es extremadamente escasa. La única forma de tener una respuesta mucho más exacta es seguir buscando vida en otros lugares, así como estudiando y refinando nuestra comprensión del universo y del lugar que la vida ocupa en él.
El estudio es A. Sandberg, E. Drexler y T. Ord; «Dissolving the Fermi Paradox». Publicado en arXiv el 6 de junio de 2018. Puede ser consultado en este enlace.
Referencias: arXiv
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