Los cuatro astronautas que viajarán a bordo de la cápsula Orión, en Artemisa II, ya le han dado nombre. Siguen una larga tradición en la que las tripulaciones de sus respectivas naves les han dado un nombre en particular. Ahora, Orión y la misión Artemisa II, se suma a esa costumbre…

El nombre de la cápsula Orión es Integrity

En una rueda de prensa desde Houston, Reid Wiseman, que será el comandante de la misión Artemisa II (y es astronauta de la NASA) ha desvelado que su nave ya tiene nombre oficial. La cápsula Orión que se usará en esta misión se llamará «Integrity» (integridad). En ella viajarán el propio Reid Wiseman junto a Victor Glover, Christina Koch y Jeremy Hansen. Este último, astronauta de la Agencia Espacial Canadiense. La misión tiene una duración prevista de diez días para volar más allá de la Luna y regresar de nuevo a nuestro planeta.

Los astronautas de Artemisa II dan nombre a la cápsula Orión
Imagen de la ceremonia del anuncio de la tripulación de Artemisa II. Crédito: NASA

El lanzamiento podría tener lugar tan pronto como el próximo 5 de febrero. Reid Wiseman explicaba que «Hace un par de meses pensamos, como tripulación, que necesitábamos darle nombre a la nave. Necesitábamos darle un nombre a la nave Orion en la que vamos a volar en esta misión mágica. Así que nos reunimos los cuatro y nuestros suplentes, Jenny Gibbons de la Agencia Espacial Canadiense y Andre Douglas de la NASA. Fuimos a la instalación de cuarentena aquí, y nos encerramos allí hasta que se nos ocurrió un nombre«.

Según añadió, el nombre fue elegido a partir de una lista muy larga, porque «Todos teníamos nuestros nombres favoritos. Y a medida que avanzábamos fuimos de lo más grande a lo más pequeño, algo que a esta tripulación se le da muy bien. Empezamos con los valores fundamentales de la NASA. Después, los de la Agencia Espacial Canadiense. Y después hablamos de lo que más nos importa en nuestros propios valores«. Tras un proceso de reflexión, la cápsula Orión ya tiene nombre, y conecta a la tripulación con una larga tradición de la NASA.

Una tradición muy especial

En realidad, el momento también es importante. Porque dar nombre a la nave antes de viajar al espacio es algo que se hacía, por ejemplo, en el programa del Transbordador Espacial. Los transbordadores recibieron sus nombres antes del lanzamiento. Algo diferente a lo que hemos vivido en los últimos años. Desde 2020, las cinco cápsulas Crew Dragon de SpaceX, han recibido sus nombres siempre de la misma manera: cuando ya estaban en el espacio. Más allá de la anécdota, Wiseman explicó que la tripulación quiere que Artemisa II sea un éxito.

Porque de ella depende la misión posterior, Artemisa III. Si todo sale bien, será en esa cuando por fin veamos seres humanos en la superficie de la Luna. Algo que no sucedía desde la misión Apolo 17, que tuvo lugar en 1972. que busca devolver a los humanos a la superficie lunar por primera vez desde el Apolo 17 en 1972. Pero al mismo tiempo, a la hora de elegir el nombre, también querían recordar al ser humano. Hay que recordar que Artemisa II volará más allá de la Luna, sin entrar en su órbita, antes de regresar a la Tierra.

Ese retorno será toda una prueba para el escudo térmico de la nave, que sufrió daños importantes en el vuelo de prueba de Artemisa I (sin tripulación). En ese vuelo, la cápsula entró y salió de la atmósfera en repetidas ocasiones, reduciendo su velocidad. El escudo térmico tuvo que aguantar temperaturas de hasta 2760ºC. La velocidad de viaje, en la reentrada, era alrededor de un 40% más alta que la de las cápsulas Crew Dragon que viajan desde la Estación Espacial Internacional, a unos 400 kilómetros de la superficie de la Tierra.

Los problemas del escudo térmico

El resultado de Artemisa I fue más de 100 lugares en el escudo térmico donde la capa carbonizada se agrietó y desprendió de la nave. Aunque Artemisa III tendrá un escudo térmico diferente, los responsables de la NASA y los directivos del contratista principal de Orion, Lockheed Martin, han modificado el plan de reentrada de Artemisa II para evitar lo que provocó el sobrecalentamiento y los daños del escudo térmico. Al margen de esto, Reid Wiseman también habló del posible lanzamiento de Artemisa II el 5 de febrero de 2026, y rebajó las expectativas.

La fase central del cohete SLS para la misión Artemisa II llegando al Centro Espacial Kennedy. Crédito: NASA/Michael DeMocker

Ya que, para volar a la Luna, todo tendrá que estar revisado y verificado. Por lo que no es más que una posibilidad, pero habrá que ver si los plazos se cumplen. El lanzamiento solo llegará cuando el vehículo esté listo. Además, incluso una vez esté en órbita, es posible que Artemisa II no pueda seguir adelante. Es algo que se hace en las misiones tripuladas. El primer paso es poner la nave en órbita de la Tierra. Así, si se detectan problemas en el sistema de soporte vital (por ejemplo), o algo que pueda comprometer la misión, la tripulación regresará a casa.

Hay diferentes posibilidades, de hecho, porque Wiseman explicaba que «podríamos pasar tres o cuatro días alrededor de la Tierra. Podríamos ir a la Luna. Ahí es a donde queremos ir, pero es una misión de prueba, y estamos listos para cualquier escenario«. Incluso si este escenario se diese, permitiría aprender mucho para asegurar el éxito de las misiones tripuladas posteriores. Por ahora, queda un camino largo hasta el despegue de Artemisa II. Pero dar nombre a la nave es un paso más hacia esa ansiada misión en la que, de nuevo, veremos a seres humanos viajando hacia nuestro satélite…

Referencias: Phys