La NASA ha recuperado la misión VIPER para volver a investigar la Luna. Por ello, ha anunciado que la compañía Blue Origin es la encargada de enviar el róver a la superficie de nuestro satélite. Algo que entra dentro del programa de Servicios Comerciales de Carga Útil de la agencia estadounidense.

La misión VIPER vuelve con los mismos objetivos

La intención original era que VIPER hubiese sido la carga principal del aterrizador Griffin, que iba a lanzar la compañía Astrobotic en 2023. El presupuesto original era inferior a 200 millones de dólares. Sin embargo, la NASA canceló la misión en 2024 después de que los costes de la construcción del róver, y los ajustes al contrato de Astrobotic, se disparasen hasta los casi 800 millones de dólares, sumado a retrasos en la fecha de lanzamiento. Ahora, finalmente, VIPER tiene un nuevo compañero de viaje para ir al satélite de nuestro planeta.

Blue Origin lanzará el róver VIPER hacia la Luna
Concepto artístico del róver VIPER perforando la superficie de la Luna. Crédito: NASA/Daniel Rutter

Viajará a bordo del aterrizador Blue Moon Mark 1, de Blue Origin, que también volará por primera vez. En total, el coste es de 190 millones y este sería el segundo contrato de Blue Origin en el marco de este programa. El primero, que también utiliza el aterrizador Mark 1, sigue cumpliendo los plazos para volar al Polo Sur lunar en este mismo año. Lo hará con el cohete New Glenn, desde Cabo Cañaveral. VIPER también viajará a esa misma región con el objetivo de crear un mapa de recursos así como recoger datos para futuras misiones.

Esos datos servirán para las próximas misiones de exploración tanto a la Luna como a Marte. La NASA, en palabras de Sean Duffy, «está liderando al mundo en explorar la Luna más que ahora. Este lanzamiento es solo una de las formas en las que se está aprovechando la industria estadounidense para dar apoyo a una presencia estadounidense a largo plazo en la superficie lunar». El róver VIPER será diferente a los róvers que NASA ha enviado a Marte a lo largo de las últimas tres décadas. Tendrá que aguantar grandes variaciones de temperatura.

Un róver muy novedoso

Entre el día y la noche lunar, la temperatura varía en 260 grados. Por ello, al deber explorar también las zonas en sombra, contará con luces. Las necesitará para explorar el interior de cráteres a los que nunca llega la luz del Sol. «Nuestro róver explorará el entorno extremo del polo sur lunar, viajando a regiones pequeñas, en sombra permanente, para ayudar a decidir los mejores lugares para aterrizar en misiones tripuladas. También para entender mejor el entorno lunar. Información importante para tener asentamientos a largo plazo (…)», decían desde la agencia.

El nuevo objetivo es lanzar la misión a finales de 2027 con un segundo aterrizador MK1, que la compañía Blue Origin ya ha comenzado a producir. El hardware de VIPER ha estado parado con un futuro incierto. Aunque es cierto que, tras cancelar el viaje con Astrobotic, NASA explicó que encontraría una forma alternativa de viajar a la Luna. La agencia quiere seguir estudiando y explorando la Luna, para entender mejor cómo aprovechar el uso de recursos locales para la exploración tripulada. Astrobotic fue la primera compañía en lanzar una misión del programa de Carga Útil.

Se trata de la misión Peregrine, que se lanzó en 2024. Por desgracia, el aterrizador sufrió problemas de propulsión y nunca llegó a tener la oportunidad de alcanzar la Luna. Desde entonces, la compañía Intuitive Machines ha intentado aterrizar en el satélite en dos ocasiones. Aunque ambos tuvieron problemas que limitaron el éxito de la misión. La única empresa que ha logrado un éxito completo fue la compañía Firefly Aerospace, con la misión Blue Ghost. Si bien es cierto que aterrizó en una zona menos complicada de la Luna (en términos de terreno).

Habrá más lanzamientos en los próximos años

En realidad, Astrobotic sigue teniendo un contrato para lanzar Griffin y sigue cumpliendo los plazos para volar este año. Las compañías Intuitive Machines, Firefly y Draper también tienen misiones del Servicio Comercial de Carga Útil (CLPS, por sus siglas en inglés) en los próximos años. En el caso de Blue Origin, la petición de NASA es diseñar su aterrizador para acoger a VIPER y mostrar cómo lo descargaría en la superficie. La NASA ha explicado que sólo se llevará a cabo el contrato una vez Blue Origin haya completado su primera misión con el aterrizador Mk1.

Concepto artístico de la base Lunar Lantern. Crédito: ICON

Si llega a la Luna, tendrá una misión de 100 días a lo largo de 20 kilómetros, que durará tres días y noches lunares. VIPER cuenta con un taladro de un metro y tres instrumentos de medición para detectar la distribución, estado físico y composición de los depósitos de hielo. La comunicación con el róver será mucho más sencilla y en tiempo real que las misiones de Marte. Su diseño le permitirá moverse a una velocidad de 0,8 km/h sobre un terreno que es desconocido. Blue Origin proporcionará el viaje, integración de carga…

También gestionará la planificación y apoyo, proporcionará comunicaciones y manejará el despliegue. NASA gestionará el róver una vez abandone el aterrizador. El objetivo de encontrar elementos volátiles busca apoyar las misiones del programa Artemisa. Al encontrar hielo, se podrá utilizar para separar sus componentes y obtener compuestos de oxígeno e hidrógeno para soporte vital y combustible. Por todo ello, los datos que pueda aportar la misión serán de una importancia vital para la campaña de NASA en la Luna y más allá…

Referencias: Phys