Esta semana, en Crónicas bajo la bóveda celeste 1×10, hablamos de Nicolás Copérnico. Una de las figuras más importantes de la historia de la astronomía, al entender que era el Sol, y no la Tierra, el que se encontraba en el centro del Sistema Solar. En YouTube, además, hablamos de las últimas novedades sobre 3I/ATLAS…
Crónicas bajo la bóveda celeste 1×10: La revolución de Copérnico
Tras la llegada del conocimiento de Ptolomeo, el mundo árabe y los avances en instrumentos, la Europa del Renacimiento se transforma lentamente. La filosofía aristotélica y la imagen de un cielo perfecto sigue imperando y, es en este contexto, en el que Copérnico se plantea una pregunta incómoda. El modelo de Ptolomeo hace trampas para poder explicar los movimientos de los planetas de manera perfecta. En lugar de hacerlo respecto a la Tierra, lo hace en relación con un punto imaginario al que llama el ecuante. Algo que a Copérnico no le gusta nada.

Por ello, decide enfrentarse a la cuestión sobre la perfección del cielo, y sus movimientos, en busca de eliminar el ecuante. Lo hace y termina llegando a una conclusión sorprendente para la época: es el Sol, y no la Tierra, el que se encuentra en el centro del Sistema Solar. Sin embargo, sigue creyendo en la visión del cielo como un conjunto de mecanismos que permiten explicar los movimientos que se observan. Así que, en ese esfuerzo por detallar el firmamento y su dinámica, termina elaborando un modelo que es tan enrevesado como el propio Almagesto.
Lo más curioso es que, en realidad, su gran obra se publicó tras su muerte. Así que no tuvo la oportunidad de defender su propio trabajo. Eso caería en manos de sus seguidores. En realidad, se dio una situación muy llamativa. El trabajo de Copérnico era muy bueno y permitía realizar predicciones con mucha más precisión. Así que sus cálculos y métodos eran válidos y utilizados, pero su visión del mundo era rechazada. De esto, y mucho más, hablamos en Crónicas bajo la bóveda celeste 1×10, disponible en la aplicación de iVoox en iOS y Android; en la web, en este enlace, o aquí mismo:
YouTube: 3I/ATLAS se aleja de la Tierra
Este pasado viernes, 19 de diciembre, se produjo el máximo acercamiento entre la Tierra y 3I/ATLAS. En ese momento, el cometa estaba a 270 millones de kilómetros, más allá de la órbita de Marte. Como era de esperar, en las últimas semanas la actividad relacionada con el cometa ha caído mucho en los medios. Especialmente después de que los conspiracionistas dejasen de hacerse eco de ideas extravagantes que no tenían fundamento alguno. Pero lo que no ha cambiado en estas semanas es la actitud de la comunidad científica.

Desde un principio, 3I/ATLAS mostró las señales propias de un cometa. Esto no quiere decir que sea idéntico a los cometas del Sistema Solar. Su composición no es la misma que la de los cometas que conocemos aquí. Porque, a fin de cuentas, hablamos de un objeto que se formó en otro lugar de la galaxia. No solo eso, es un objeto mucho más antiguo (se calcula que tiene unos 7000 millones de años). En el estudio de 3I/ATLAS, se está obteniendo mucha información sobre cómo son las condiciones en torno a otras estrellas.
3I/ATLAS, por ejemplo, contiene menos agua y mucho más dióxido de carbono que los cometas del Sistema Solar. Esto indica que se formó a mucha distancia de su estrella. Algo que, a su vez, obliga a preguntarse si eso hace que nuestro sistema sea atípico o si podría haber una explicación diferente. Porque, del mismo modo, es posible que esos cometas también se formasen aquí y fuesen expulsados del sistema. De esto, y mucho más, hablamos en el vídeo de esta semana, que puedes ver en el canal de YouTube, en este enlace, o al principio de este artículo.