Los terremotos lunares podrían ser un peligro para las futuras bases lunares. Es un factor más que hay que tener en cuenta al considerar la construcción de las bases lunares en las que vivirán los primeros astronautas. Se ha descubierto gracias al estudio del lugar de aterrizaje de Apolo 17…

El peligro de los terremotos lunares para las construcciones permanentes

La Luna no es un mundo tan tranquilo como pudiésemos pensar. Tiene una larga historia de movimientos sísmicos que se remonta a sus primeras etapas. Resulta que estos terremotos no solo son una curiosidad geológica, pueden y afectarán a la seguridad de las estructuras permanentes en la Luna. Es algo que habrá que considerar para cualquier misión que planee explorar y habitar la Luna. Es la conclusión a la que ha llegado un estudio de los terremotos lunares a lo largo de la falla de Lee-Lincoln, en el valle de Taurus-Littrow.

El peligro de los terremotos lunares para las futuras bases
Imagen de la superficie lunar, tomada durante la misión Apolo 16. Crédito: NASA

Allí es donde aterrizaron los astronautas de la misión Apolo 17 en 1972. Los investigadores explican que la distribución global de fallas jóvenes como esa, y la posibilidad de que sigan activas, así como la de formación de nuevas fallas por la contracción de la Luna, son factores a tener en cuenta. Influirán a la hora de determinar la ubicación y evaluar la estabilidad de futuros hábitats en el satélite. Su trabajo parte de las evidencias de terremotos lunares en esta región durante los últimos 90 millones de años, principalmente en material recogido por los astronautas del programa Apolo.

Los fragmentos de rocas y los corrimientos de tierra son pruebas silenciosas de la capacidad de terremotos de magnitud 3.0 para desplazar los materiales en superficie. Junto a otras fallas activas en la Luna, las rocas de Taurus-Littrow y los corrimientos muestran que nuestro satélite sigue estando geológicamente activo. En la Tierra, los terremotos suceden constantemente. Algunas estimaciones plantean que nuestro planeta experimenta alrededor de 55 movimientos sísmicos al día. Si bien la mayoría son tan débiles que no los sentimos.

El funcionamiento de la sismicidad lunar

Aquí, los terremotos suceden principalmente por las placas tectónicas y la actividad volcánica. Las placas se deslizan entre sí muy gradualmente, liberando energía que se disipa posteriormente como un terremoto. Seguramente hayamos oído hablar de los lugares famosos en la Tierra por ese tipo de acción. Lugares como la falla de San Andrés o el Anillo de Fuego del Pacífico. También algunas regiones del sudeste asiático. La actividad volcánica también provoca terremotos cuando el magma subterráneo agita las rocas al moverse.

En fenómenos recientes, como las erupciones del volcán Kilauea en Hawái o en Grindavik (Islandia) también se producen enjambres de terremotos como resultado del movimiento del magma. En la Luna, sin embargo, el mecanismo es diferente. Las dos causas más probables para los sismos lunares son la atracción gravitacional y el constante enfriamiento y encogimiento de la Luna. Los terremotos por atracción gravitacional suceden por la acción de la gravedad de la Tierra en la Luna. Esto provoca terremotos profundos, a cientos de kilómetros bajo la superficie.

Los terremotos más débiles tienen lugar más cerca de la superficie y, por lo general, se cree que se deben al encogimiento del satélite. Desde que la luna se formase hace miles de millones de años, ha perdido unos 50 metros de diámetro debido a su proceso de enfriamiento gradual. Hay también temblores leves que suceden cuando un meteoroide choca contra su superficie, o cuando las rocas reaccionan al calentamiento y enfriamiento del Sol. Toda esta actividad muestra un mundo que está en agitación y estremecimiento constante.

Los riesgos y el peligro que presentan estos terremotos lunares

Para entender el peligro de los terremotos lunares, para las futuras bases, los investigadores han estudiado los materiales del lugar de aterrizaje de Apolo 17. Estas rocas, junto a otros detalles sobre los corrimientos de tierra, les permitió entender que existen miles de fallas jóvenes. Explican que es una evolución continua de la superficie. Muchas están provocadas por la actividad de terremotos que crean fallas lunares. Sucede cuando las rocas se ven comprimidas y un bloque empuja contra el otro (generalmente por la contracción de la Luna).

Concepto artístico de la base Lunar Lantern. Crédito: ICON

Por eso, los planificadores de misión deberán tener en cuenta estas fallas y los terremotos lunares al planear las futuras bases lunares. Las misiones a corto plazo, como las de Apolo, no se enfrentaban a mucho peligro. Solo estaban unas dos semanas. Sin embargo, las bases permanentes se enfrentan a muchas más posibilidades de daños. No solo los hábitats y las misiones podrían verse dañadas. Los reactores nucleares que Rusia, China o EE. UU. quieren poner en la Luna también se enfrentarán a esos riesgos, y es otra preocupación.

Por lo que tendrán que ubicarse en lugares que no estén cerca de fallas activas. Habrá que construirlos con márgenes de seguridad muy estrictos. Algo que no será sencillo teniendo en cuenta la cantidad de fallas en la Luna. Por eso, el estudio de nuestro satélite es tan importante. Recoger evidencias de terremotos pasados, así como los más recientes, permitirá tener una mejor imagen de los lugares más seguros para construir bases, hábitats y plantas de energía. En los próximos años, sin duda, se recogerá mucha más información.

Estudio

El estudio es T. Watters y N. Schmerr; «Paleoseismic activity in the moon’s Taurus-Littrow valley inferred from boulder falls and landslides». Publicado en la revista Science Advances el 30 de julio de 2025. Puede consultarse en este enlace.

Referencias: Universe Today