Un grupo de investigadores ha observado la supernova más brillante conocida hasta la fecha. Los datos indican que se trata de un fenómeno extremadamente luminoso y que sucedió en condiciones muy particulares. Es un hallazgo de lo más interesante…
Una supernova más brillante que ninguna otra
La supernova observada tuvo, al menos, el doble de brillo y energía que cualquier otra que haya sido observada hasta ahora. En realidad, pudo ser incluso más potente, según han explicado. La supernova en cuestión es conocida como SN2016aps y se cree que podría ser un ejemplo de un tipo muy raro de supernova. Se trata de la supernova de inestabilidad de pares pulsacional. Probablemente, formada a partir de dos estrellas masivas que se fusionaron antes de su explosión, según detallan en el estudio que han publicado.
Hasta ahora, esta posibilidad solo existía a nivel teórico. No se había observado ninguna supernova que encajase en ella. Según cuentan los investigadores, es posible medir una supernova de dos formas diferentes. Por un lado, midiendo la energía total de la explosión. Por otro, la cantidad de energía que se ha emitido como radiación. En una supernova habitual, según indican, la radiación (en forma de luz visible) es inferior al 1 por ciento de la energía total del fenómeno. No es así en el caso de SN2016aps.
En ella, se emitió cinco veces más energía que en una supernova normal. Es la mayor cantidad de luz emitida por una supernova que se haya observado hasta ahora. Pero, para poder alcanzar ese brillo, es lógico suponer que ha tenido que suceder en condiciones muy poco habituales. Para entender lo sucedido, los investigadores analizaron el espectro de luz, observando que la explosión se produjo por una colisión entre la supernova y una gigantesca capa de gas probablemente expulsada, por la propia estrella, en los años previos a su final.
Dificultad para observar su galaxia
Las supernovas son un fenómeno relativamente habitual al observar el universo. Los propios investigadores explican que, cada noche, se descubren muchas supernovas. La mayoría se encuentran en galaxias masivas. En este caso, sin embargo, parecían estar observando algo que había sucedido en medio de ninguna parte. No pudieron ver señal alguna de la galaxia en la que se encontraba la estrella que había provocado la supernova. Tuvieron que esperar a que cayese el brillo para poder encontrar su hogar.
Tras dos años de observación, el brillo de la supernova había caído a un 1% de su máximo. Con ese dato en mente, fueron capaces de calcular la masa de la explosión. Estimaron que estaba entre 50 y 100 veces por encima de la masa del Sol. Toda una bestia cósmica. Para una supernova típica, lo habitual es que la masa esté entre 8 y 15 veces la masa de nuestra estrella. Tal y como explican los investigadores, las estrellas, con una cantidad de masa tan grande sufren violentas pulsaciones antes de morir.
En ese proceso, expulsan una gigantesca capa de material a su alrededor. Ese proceso se ve alimentado por algo a lo que se llama inestabilidad de pares. Algo sobre lo que los físicos teóricos han especulado durante 50 años. Si las condiciones son las apropiadas, la supernova alcanza la capa de material a su alrededor y libera una cantidad de energía enorme en la colisión. Los investigadores creen que SN2016aps es el mejor candidato, de los observados hasta ahora, para encajar en ese proceso. Además del más masivo.
Los dilemas de la supernova más brillante
Los investigadores cuentan que, además, SN2016aps también contiene otras incógnitas. Principalmente, detectaron hidrógeno. Sin embargo, en una estrella tan masiva, la mayor parte se debería haber perdido, a través del viento estelar, mucho antes de entrar en la fase de pulsación. Para explicar esto, plantean que quizá hubiese dos estrellas, menos masivas, de unas 60 masas solares, que se unieron antes de la explosión. Esas estrellas, menos masivas, habrían conservado su hidrógeno durante más tiempo.
Su masa combinada, tras la unión, habría provocado la inestabilidad de pares. El hallazgo de la supernova más brillante observada hasta la fecha es muy intrigante por todo lo que plantea. Pero, además, los investigadores apuntan al telescopio James Webb. Si no hay más retrasos, debería entrar en funcionamiento en 2021. Esperan que sea capaz de observar este tipo de eventos a una distancia enorme. Puede que el telescopio sea capaz de observar este fenómeno en la infancia del universo. Es decir, la muerte de las primeras estrellas…
La supernova SN2016aps fue detectada en los datos del programa de observación Pan-STARRS, que analiza el firmamento a gran escala. A ello, le han sumado los datos del telescopio Hubble y los observatorios Gemini y Keck, así como los observatorios MDM y MMT en Arizona. En el estudio también han participado otras instituciones, como las universidades de Estocolmo y Copenhague. En definitiva, puede que 50 años de hipótesis hayan llegado a su fin (si se confirma que esta supernova encaja en esa descripción) con la ayuda de todo el mundo.
Referencias: Phys
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