Seguro que has oído hablar muchas veces del fenómeno ovni. Es más, es posible hasta que tengas una opinión al respecto y creas en él o que lo consideres algo completamente absurdo. Así que, ¿por qué no echar un vistazo a este campo y ver si podemos llegar a alguna conclusión? ¿Es la ufología una ciencia? ¿O deberíamos llamarla de otra forma?
La ufología no es una ciencia
Todos sabemos qué es un OVNI, y hemos oído hablar de algunos casos tarde o temprano (incluyendo el caso Roswell). Es más, seguramente muchos de nosotros hemos visto cosas a priori inexplicables, pero no podemos clasificar la ufología como ciencia por un motivo muy sencillo: no ha producido avances desde que surgiera allá por los años 50, y no se adhiere a los métodos empleados en la ciencia.
La investigación científica de fenómenos OVNI adolece de que el fenómeno que intentamos observar no tiene una aparición predecible en un tiempo y lugar conveniente para el investigador. Algunos ufólogos discuten que sólo se debe a que la ufología es más similar a la meteorología que a la física; algo falaz, porque incluso en la meteorología podemos determinar, con un margen de error razonablemente pequeño, cuál va a ser el tiempo en un área determinada del planeta durante las próximas 48-72 horas.
Además, normalmente en los casos de la ufología, no corresponde al ufólogo aportar las pruebas que demuestren la veracidad de lo que afirma, si no que es al revés, son los organismos públicos, comunidad científica, etcétera, los que tienen que aportar pruebas para demostrar que no es cierto, algo que va en contra de los principios más elementales de cualquier ciencia, y también se recurre a la persuasión en lugar de la demostración. Como no todos los casos tienen una respuesta certera, por necesidad, ese halo de misterio que rodea a otros casos tienen que ser la prueba de que existe alguna influencia extraterrestre, en lugar de entender que, simplemente, carecemos de la información suficiente para poder dar una explicación plausible a un incidente en particular.
Carl Sagan probablemente dio la mejor definición de los avistamientos de ovnis: «Los casos fiables son poco interesantes, y los casos interesantes son muy poco fiables. Por desgracia no existen fenómenos seguros e interesantes»
El caso Roswell
Probablemente éste sea el incidente más conocido de todos los que rodean al fenómeno ovni. En 1947, se estrelló un globo experimental del ejército, que formaba parte del Proyecto Mogul (un proyecto de alto secreto), con el que esperaban poder recabar información sobre las pruebas atómicas de la Unión Soviética captando el sonido de las explosiones. La explicación oficial fue que se trataba de un globo meteorológico que se había estrellado, y la noticia perdió el interés publico al día siguiente.
Así permaneció durante 30 años, hasta que algunos ufólogos, entre 1978 y los años 90, comenzaron a entrevistar a cientos de personas que aseguraban tener algún tipo de conexión u/o información acerca del incidente de Roswell. Con el paso de los años, y la publicación de libros, artículos, programas especiales, y un largo etcétera, la situación cambio hasta el punto de que en 1997 una buena parte de la gente que había sido entrevistada estaba convencida de que los extraterrestres habían visitado la Tierra y que el gobierno estadounidense estaba ocultando toda la información al respecto.
De esos cientos de personas que fueron entrevistados (se calcula que fueron más de 300), sólo unos pocos aseguraban haber visto restos de la supuesta nave o alienígenas. La mayoría de los testigos se limitaban a repetir las versiones de otras personas. Sólo siete personas vieron los restos, y sólo cinco los llegaron a tocar. En cuanto a los argumentos sobre los hipotéticos alienígenas, las respuestas resultaron ser fácilmente demostrables como falsas, o bien contradictorias, o bien dudosas confesiones en el lecho de muerte, así como de testigos que parecían confundirse con facilidad.
¿Y qué hay de la supuesta autopsia al alienígena? Pues fue un montaje realizado en 1995, y que fue vendido por un británico llamado Ray Santilli.
En caso de duda, recurre a la navaja de Ockham
Tarde o temprano, a muchos de nosotros nos habrá pasado ver alguna luz extraña en el cielo. Quizá incluso realizando movimientos extraños en el cielo. En mi caso, en Versalles (Francia), en una noche de verano, hace algún tiempo, vi pasar varios grupos de luces naranjas que parpadeaban a intervalos muy regulares y bastante cercanas a los tejados (no recuerdo que hicieran mucho ruido tampoco, dicho de paso). En cualquier caso, no sé qué era, pero de lo que estoy seguro es de que no era nada extraterrestre (atípico sí), porque no pude encontrar ninguna mención en la prensa francesa durante los días siguientes, y nadie pareció darle mucha importancia.
Las dos explicaciones posibles son:
- Se trataba de naves extraterrestres que sólo unos pocos llegamos a ver a pesar de ser en la periferia de París.
- Se trataba, quizá de algún proyecto o maniobra militar, porque a unos pocos kilómetros de Versalles hay una base aérea de la Fuerza Aérea Francesa (la base 107 de Vélizy-Villacoublay, que actualmente emplea la OTAN, si nos fiamos de la Wikipedia).
Es obvio que es mucho más probable el origen humano (y militar) que el extraterrestre. Una curiosidad, de cuando en cuando, algunas personas confunden la Estación Espacial Internacional con una posible nave extraterrestre (hay que tener en cuenta que según a qué distancia de nosotros pase, puede tardar hasta 6 minutos en recorrer el cielo).
Esperemos que algún día encontremos vida inteligente en la galaxia, pero mientras tanto, si te encuentras con noticias de ufología, lo más recomendable es que te las tomes con cinco o seis tacitas de escepticismo. A fin de cuentas, como decía el genial Carl Sagan, grandes afirmaciones necesitan grandes evidencias.
Deja un comentario