El róver Perseverance ya está de camino a Marte

Lanzamiento del róver Perseverance a bordo de un cohete Atlas V de United Launch Alliance. Crédito: Joel Kowsky/NASA

El róver Perseverance ya ha comenzado su largo viaje hasta el planeta rojo. El lanzamiento se ha producido desde Cabo Cañaveral, a bordo de un cohete Atlas V de United Launch Alliance. Por delante, quedan siete meses de viaje antes de que llegue el momento de empezar a trabajar sobre el terreno…

Perseverance aterrizará en el cráter Jezero

Habrá que esperar hasta febrero de 2021. Será entonces cuando el róver Perseverance llegue a su destino. Se trata del cráter Jezero, de 45 kilómetros de diámetro, donde intentará encontrar señales de antigua vida marciana. Además, también recogerá muestras para devolverlas a nuestro planeta en un futuro. Le acompaña un pequeño helicóptero, llamado Ingenuity, que también será un gran foco de atención en esta próxima misión. El lanzamiento es, en realidad, solo un paso más en un camino muy interesante y emocionante.

El cráter Jezero (abajo izquierda) visto por la nave Viking 1. Crédito: NASA

Lo más curioso es que, poco antes del lanzamiento, en Pasadena, en donde se encuentra el centro de control de misión de Perseverance, se produjo un pequeño terremoto. Una anécdota que no tuvo ningún tipo de consecuencia. Del lanzamiento en sí, a decir verdad, no hay mucho que destacar. Todo salió a pedir de boca. El momento de celebración llegó algo más de una hora después, cuando se estableció contacto con el róver, ya separado del cohete, en su viaje hacia Marte. Pero solo es una parte de lo que queda por hacer.

El momento crítico llegará en febrero de 2021. Será entonces cuando Perseverance llegue a Marte y aterrice en su superficie. A partir de ahí, seguirá adelante con un largo legado de exploración del planeta rojo, que se remonta al aterrizaje de las sondas Viking, en la década de los 70. De hecho, el róver es un paso más en la incansable búsqueda de posibles señales de vida en el pasado del planeta rojo. Hay motivos para creer que, hace miles de millones de años, Marte pudo llegar a tener vida microbiana en su superficie.

En busca de la (posible) antigua vida

Curiosity, en el cráter Gale, observó que aquel lugar era un antiguo lago, hace miles de millones de años. Pudo tener las condiciones necesarias para albergar vida. Lleva ocho años, ya (como pasa el tiempo) en su investigación. Perseverance estudiará el cráter Jezero durante, como mínimo, casi dos años terrestres (un año marciano). Analizará su geología y la composición de sus rocas. Un intento por entender cómo era la región en el pasado, cuando sus condiciones eran mucho más cálidas y húmedas. Algo que será imprescindible.

Podría permitir identificar moléculas orgánicas. Quizá, algunas de ellas producidas por microbios marcianos hace miles de millones de años. Puede que el róver incluso encuentre estructuras en la roca, producto de esas formas de vida. Algo como los estromatolitos que podemos observar en nuestro planeta. Pero, a pesar de esto, puede que no sea suficiente para saber con certeza si llegó a haber vida en el planeta rojo. Habrá que encontrar señales muy claras de que fue así, para evitar las dudas y afirmar que Marte llegó a ser un mundo habitado.

Para poder profundizar en ese análisis, y quizá incluso asegurar, sin género de duda, que hubo vida en el planeta rojo, la recogida de una muestra de suelo marciano podría ser esencial. Una de las tareas principales del róver es recoger 20 muestras de suelo y roca. Serán seleccionadas en función de su potencial para ayudar a entender cómo ha evolucionado el cráter Jezero. Pero habrá que esperar para estudiarlas. El material no será recuperado, como mínimo, hasta 2031. Será entonces cuando se traigan de vuelta a la Tierra para su estudio.

Perseverance también busca construir el futuro

Las muestras que recoja Perseverance serán analizadas durante mucho tiempo. A día de hoy, más de 5 décadas después del programa Apolo, se sigue estudiando el material traído de la Luna. Sin embargo, no mucho tiempo después, puede que ese estudio se lleve a cabo, directamente, allí. Porque Perseverance también tiene otras tareas. Probará algunas tecnologías que podrían ayudar a la exploración humana de Marte. Uno de sus instrumentos, MOXIE, generará oxígeno a partir de la fina atmósfera marciana.

El rover Curiosity haciéndose un autorretrato sobre la superficie de Marte. Crédito: NASA

Ese mismo instrumento, en una escala mayor, podría ayudar a la exploración tripulada. Algo que se espera poder llevar a cabo en la década de 2030. El róver también lleva un radar que será capaz de detectar agua congelada bajo la superficie. Otro recurso esencial para los seres humanos. No podemos olvidarnos, tampoco, de Ingenuity. Un pequeño helicóptero que intentará volar en la atmósfera marciana. Será la primera vez que se lleve a cabo una prueba así más allá de la Tierra. Es una demostración que podría ser muy útil.

Porque, de funcionar, se podría aplicar en otras misiones, tanto a Marte como a otros lugares del Sistema Solar. Los helicópteros podrían ayudar a explorar Marte y otros lugares. Los controladores de misión podrían usarlos para enviar, posteriormente, a los róveres a los lugares más llamativos. Además, el róver cuenta con dos micrófonos. Uno para grabar el ruido de las ruedas al moverse. El otro, para grabar el sonido de su aterrizaje en el cráter Jezero gracias a algo similar a un helicóptero grúa. El mismo sistema que ya usó Curiosity en 2012.

Un broche de oro para los lanzamientos a Marte

Por si no fuese suficiente, Perseverance no va a quedarse corto en cuanto a material visual. Cuenta con 23 cámaras. algunas registrarán el aterrizaje. Otras, a lo largo de su misión, serán capaces de capturar tanto imágenes como vídeos de la exploración que lleve a cabo en Marte. Todo esto sirve para entender lo lejos que ha llegado la exploración del planeta rojo. Todavía queda mucho por recorrer. Muchos misterios por desgranar, aunque sea especialmente llamativo el de la posible vida marciana. Y, sobre todo, un anhelo.

Maqueta del róver de la misión Tianwen-1 de China. Crédito: Pablo de León/Wikimedia Commons

Marte está llamado a ser el segundo hogar del ser humano. No sucederá en las próximas décadas. Todavía es demasiado pronto, pero es, junto a la Luna, el destino más obvio para expandir nuestra presencia y convertirnos en una sociedad interplanetaria. Todo esto, salvando las distancias, son los primeros pasos que convertirán ese escenario en realidad. Por eso, resulta muy reconfortante ver que este lanzamiento no ha sido una excepción. No solo ha partido el róver Perseverance a Marte. También ha habido otros lanzamientos.

El primero fue el de la nave Hope, de Emiratos Árabes Unidos, el 19 de julio. Le siguió, el día 23, el lanzamiento de la misión Tianwen-1 de China. Las tres misiones llegarán en febrero de 2021. A ella, le habrá que sumar en 2022 el lanzamiento del róver Rosalind Franklin, de la Agencia Espacial Europea y Rusia. Originalmente se iba a lanzar, también, en estas fechas, pero diferentes problemas, con su paracaídas y otros aspectos, obligaron a retrasarlo. Poco a poco, cada vez hay más naciones, y más interés, en la exploración de Marte. Son buenas noticias para todo el mundo.

Referencias: Space

Alex Riveiro: Divulgador científico. Autor de "Hacia las estrellas: una breve guía del universo", "Más allá de las estrellas: ¿estamos solos en el universo?" y la saga de ciencia ficción "Ecos de un futuro distante". Colaborador en eltiempo.es y Otros Mundos. También en Twitter, YouTube, Twitch e iVoox.
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