Un grupo de investigadores ha desarrollado un método al que denominan elipsoide SETI. Algo con lo que podrían identificar señales de civilizaciones extraterrestres. No es, ni mucho menos, un método que vaya a producir resultados inmediatos, pero es una estrategia muy útil.
El elipsoide SETI es un método intrigante
Un equipo de investigadores del instituto SETI, el Centro de Investigación SETI de Berkeley y la Universidad de Washington han anunciado el desarrollo de un método al que llaman elipsoide SETI. Utiliza las observaciones del telescopio TESS (que se dedica a descubrir nuevos exoplanetas, siguiendo los pasos del telescopio Kepler. El método permite identificar las posibles señales emitidas por civilizaciones avanzadas que estén presentes en otros lugares de la Vía Láctea. O, quizá, podría detectar incluso la presencia de civilizaciones en otras galaxias.
El elipsoide SETI es una estrategia que consiste en seleccionar posibles candidatos a tecnofirmas. Es decir, se trata de señales tecnológicas. Algo cuyo origen, innegablemente, solo puede estar asociado a la presencia de una civilización. El punto de partida de este razonamiento es sencillo. Una civilización extraterrestre suficientemente avanzada puede observar un fenómeno galáctico que sea significativo. ¿A qué tipo de fenómenos se refieren? Cosas como la supernova 1987A, que tuvo lugar en la Gran Nube de Magallanes en 1987.
Estas civilizaciones podrían utilizar estos fenómenos como un punto focal para emitir señales sincronizadas. De esta manera, podrían anunciar su presencia al resto del universo. En su trabajo, los investigadores han mostrado que el método del elipsoide SETI puede beneficiarse de diferentes fuentes. Es capaz de utilizar las encuestas astronómicas (campañas de observación) continuas de grandes regiones del firmamento. Esto mejora enormemente la capacidad de detectar posibles señales, teniendo en cuenta un margen de error.
Es inevitable que haya incertidumbre en la emisión de la señal
Para la detección de estas señales, es necesario compensar la incertidumbre respecto al momento de llegada de esas señales. Es decir, el tiempo que tardaríamos, desde la Tierra, en ver la señal emitida por esa civilización. Por lo que se da un margen de error (o de espera, si lo preferimos) de hasta un año. El equipo ha implementado este concepto del elipsoide SETI de una manera innovadora, utilizando la tecnología más vanguardista. Las nuevas campañas de observación del cosmos proporcionan oportunidades muy suculentas.
Ofrecen la posibilidad de buscar tecnofirmas que puedan estar coordinadas con supernovas. Así lo explicaba Bárbara Cabrales, una de las autoras del estudio. La incertidumbre típica en el retraso de esa emisión, añade, es de unos meses. Por lo que quieren tanto terreno como sea posible, utilizando objetivos que estén bien documentados a lo largo de un año. Además, necesitan tener tantas observaciones como seas posible, para cada objetivo que consideren interesante. De esta manera, se podrá distinguir el comportamiento normal del atípico.
Los investigadores han analizado los datos de la zona continúa de observación de TESS. Cubre el 5% de todos los datos recogidos por el telescopio en los tres primeros años de su misión. Posteriormente, los investigadores utilizaron los datos de ubicación en tres dimensiones del satélite Gaia. Específicamente, los contenidos en el catálogo Early Data Release 3. Este análisis les permitió identificar 32 objetivos primarios en el elipsoide SETI. Este elipsoide cubría la zona de observación continúa de TESS en el hemisferio sur celeste.
Refinando los datos para el elipsoide SETI
Todas las incertidumbres (el margen de error) se redujeron a menos de medio año-luz. El primer examen de las curvas de luz recogidas por TESS, durante el período de estudio, no desvelaron ninguna anomalía. Sin embargo, permite establecer la base del trabajo para expandir la búsqueda a otras encuestas astronómicas. También podrán ampliar la variedad de objetivos a estudiar y analizarán diferentes tipos de posibles señales. Aplicar la técnica del elipsoide SETI para analizar grandes bases de datos es un paso adelante muy grande para buscar tecnofirmas.
Con la ayuda de las precisas estimaciones de distancia de Gaia, el estudio demuestra que es factible realizar este tipo de estudios cruzados. En ellos, se cruzan los datos de distancias con campañas de observación a lo largo del tiempo (como TESS) para mejorar la monitorización y la capacidad de detección de anomalías. El método del elipsoide SETI, en combinación con las mediciones de distancia de Gaia, ofrece un marco de trabajo adaptable y robusto. Será utilizado, sin duda, en próximas búsquedas de vida extraterrestre inteligente.
Además, los investigadores pueden aplicarlo de manera retroactiva, en datos ya archivados, para buscar posibles señales, seleccionar objetivos y programar futuras campañas de monitorización. Con todo esto, la esperanza del equipo es que se pueda simplificar, en la medida de lo posible, una tarea monumental. Buscar vida extraterrestre inteligente es, como dicen en sus palabras, parecido a buscar una aguja en un pajar enorme. Por lo que tener una idea de por dónde comenzar a buscar permitirá que sea más fácil.
Estudio
El estudio es B. Cabrales, J. Davenport, S. Sheikh et al.; «Searching the SN 1987A SETI Ellipsoid with TESS». Publicado en la revista The Astronomical Journal el 12 de febrero de 2024. Puede consultarse en este enlace.
Referencias: SETI Institute
Leave a Comment